La historia de la plataforma Tizen es la toda una luchadora. Sus orígenes parten del proyecto LiMo que pretendía llevar Linux a dispositivos móviles. Aquella plataforma acabó derivando en Tizen, que durante cierto tiempo también tuvo mucho que ver con otro de los proyectos que prometían en el terreno de la movilidad Open Source: MeeGo. Aquello no cuajó, pero Samsung tuvo la valentía de apostar fuerte por esa nueva alternativa, aunque su llegada a smartphones ha sido muy limitada.
Eso no ha impedido que Tizen siga teniendo sentido para Samsung en otros segmentos de producto, y los relojes inteligentes han sido especialmente destacados en esa ambición. La reciente presentación del Samsung Gear S2 lo demuestra, pero... ¿dónde queda Tizen cuando Android Wear parece ser el estándar de facto de la industria de casi todos fabricantes?
Competencia feroz, pero posible... en relojes
Solo Apple y Pebble se desmarcan de la plataforma para wearables de Google, pero Tizen sigue manteniendo una serie de características que siguen siendo válidas para Samsung y, desde luego, para cierto tipo de usuarios.
De hecho la batalla que Tizen intentaba librar en móviles -conquistando parte de la demanda en mercados emergentes- se ha visto frenada por el impulso de Android en esos países, que pueden acceder ya a terminales de bajo coste con todas las ventajas que ofrece un casi irresistible ecosistema Android.
En relojes inteligentes aún hay margen para la competencia, y parece que Samsung no quiere renunciar a esa posibilidad. Aun ofreciendo dispositivos basados en Android Wear -el Moto360 2015 es el claro referente-, la presentación de este Gear S2 y de otras soluciones basadas en la plataforma -especial mención para los televisores o la menos conocida plataforma para coches- deja claro que Tizen sigue muy presente en la hoja de ruta de la empresa surcoreana.
¿Qué ofrece Tizen frente a Android?
Para empezar, las opciones de configuración de la plataforma son fantásticas, sirviendo incluso como control remoto del teléfono a la hora de activar o desactivar la conectividad WiFi o 3G, o la recepción de señal GPS. Lo mismo ocurre con la personalización de diversos apartados visuales como tipografías, colores, o fondos de pantalla.
Otro de los aspectos claramente destacados de Tizen en smartwatches es la presencia de varias aplicaciones nativas de gestión de información personal (PIM) que evitan tanta dependencia del móvil. La agenda, el calendario o incluso un filtro de noticias que puede hacer uso de 3G (si contamos con esa opción en el dispositivo) y WiFi para actualizarse dejan clara esa apuesta por una cierta autonomía y no la total dependencia del teléfono para todo.
Puede que en diseños redondos como el del Gear S2 eso no tenga mucho sentido, pero en diseños cuadrados como el del Gear S era factible incluso "teclear" en pantalla, y de hecho hasta existe una edición del navegador Opera para esta plataforma que lógicamente no tiene sentido usar de forma continuada por las propias limitaciones de la pantalla.
Es, en suma, una plataforma en la que la productividad y la independencia del móvil son mayores que las que pueden ofrecer otras plataformas. Sobre todo para los modelos con conectividad 3G, esa autonomía es total: podremos contestar a los mensajes SMS o WhatsApp por voz vía S Voice (o con el teclado), contestar y realizar llamadas, y disfrutar de un catálogo de aplicaciones cada vez más rico en opciones que incluso cubre necesidades como la de la navegación GPS gracias a HERE Maps.
Nueva interfaz, nuevos socios y lo mejor: ya no solo trabaja con móviles Samsung
El evento de presentación de ayer del Samsung Gear S2 durante la feria IFA 2015 confirmó los detalles que ya se habían desvelado hace pocos días, pero sobre todo sirvió para ofrecer novedades muy potentes en la "nueva era Tizen".
Para empezar, tenemos la nueva interfaz de control del dispositivo, que en Samsung han bautizado como Circular UX y que trabaja en conjunción con ese singular marco que rodea a la pantalla y que gira de un lado a otro. Esa forma de controlar las opciones se puede combinar con el control táctil que ya existía en Tizen y también con los botones de "Inicio" y "Atrás" situados en la parte derecha del nuevo diseño del S2.
El resultado es una interacción que en muchos casos parece ciertamente más cómoda y rápida de realizar, y a priori este podría ser una de las ideas más originales y prácticas en el segmento de los smartphones en los últimos tiempos.
A eso se le suman las nuevas aplicaciones que están disponibles para el dispositivo. En Samsung han unido fuerzas con una serie de socios como Twitter, ESPN o Groupon para el desarrollo de soluciones nativas -nada de WhatsApp, lástima-, un esfuerzo que se verá impulsado por el lanzamiento también ayer de una nueva versión del SDK para desarrolladores.
Ambos anuncios son muy importantes, pero probablemente quedan ensombrecidos por uno que es mucho más relevante: los relojes inteligentes con Tizen ya no solo serán compatibles con móviles de Samsung: diversos modelos con Android 4.4 o superior pueden trabajar ya por ejemplo con el Samsung Gear S2, algo que abre unas posibilidades fantásticas para que todo tipo de usuarios de smartphones basados en Android puedan acceder a este reloj inteligente y también a una plataforma que desde luego ha ganado muchísimos enteros con los anuncios de ayer.
Las aplicaciones y Google Now, ventajas fundamentales de Android Wear
Esa ausencia de aplicaciones tiene no obstante solución: el soporte de aplicaciones HTML5 en esta plataforma podría hacer que poco a poco desarrollos pensados para navegadores convencionales se adapten a estos dispositivos con Tizen. Lamentablemente la apuesta por las aplicaciones web fue la base de otras plataformas como Firefox OS o Ubuntu, pero de momento las aplicaciones nativas mandan. Veremos si eso cambia en el futuro, aunque el refuerzo en aplicaciones nativas que se anunció ayer es realmente prometedor.
Android Wear parece estar avanzando especialmente rápido en su catálogo de aplicaciones o en su trabajo con Google Now, el asistente de voz que quiere ser centro de la experiencia de esos relojes inteligentes. En Tizen ese componente de la asistencia de voz no está tan presente ni es tan ambicioso -aunque S Voice ofrece una buena alternativa- pero lógicamente el atractivo de Android Wear está en el propio ecosistema Android.
La gran desventaja de Tizen en los relojes de Samsung es que solo podíamos "emparejarlos" con dispositivos de la firma, mientras que Android Wear es compatible con cualquier smartphone o tablet Android, e incluso desde hace poco con dispositivos móviles basados en iOS. Eso cambia ahora que Tizen es compatible con dispositivos Android 4.4, y desde luego ese soporte podría hacer que esta plataforma ganara enteros de forma notable.
Queda por ver cómo avanza Tizen en el futuro. La Tizen Association mostrará novedades en la próxima conferencia para desarrolladores en Shenzhen en dos semanas, y probablemente sea allí donde podamos observar si esa hoja de ruta propuesta por los responsables del proyecto hace que esta plataforma tenga sentido más allá del smartphone, como parece que podría ser.
Samsung tiene una oportunidad en este mercado aún por definir, y las novedades presentadas ayer -Circular UX, más aplicaciones nativas, y sobre todo, soporte para Android 4.4 y no solo en móviles de Samsung- dejan claro que la apuesta por esta plataforma es total. Buenas noticias para quienes buscan alternativas como un Gear S2 que se convierte de buenas a primeras en un serio contendiente en el terreno de los smartwatches.
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