Necropolis, un juego muy particular para los fanáticos del roguelike-style

Necropolis es uno de esos juegos que hemos evaluado y nos ha dejado una sensación un tanto confusa. Es un título visualmente llamativo, creado claramente para un grupo muy particular de gamers, y en ese sentido si tu no caes dentro de la categoría de amantes de los juegos de mazmorras, batallas aleatorias sin fin, y poco o ningún sentido de la progresión, entonces te vas a frustrar muy rápidamente.

Hay que iniciar aclarando que Necropolis es un juego de exploración en tercera persona, que combina elementos de batalla tipo ataque y defensa ya vistos en otros títulos como Dark Souls, pero agregando a la mezcla elementos del genero roguelike, donde la muerte significa el fin para comenzar de nuevo, y cada partida te presenta una mazmorra completamente diferente generada de forma procedural (una técnica que se ha puesto de moda con títulos como No Man's Sky), con lo cual intentan brindarnos algo de variedad, pues cada vez que morimos debemos empezarlo todo desde el comienzo.

Un juego diseñado pare ser confuso desde el comienzo

Iniciando por la historia, Necropolis se queda un poco corto en explicarte de que trata el juego, o si quiera darte un argumento. Tu eres un guerrero sin nombre, que debe explorar piso tras piso de una enorme mazmorra en busca de Abraxis, un poderoso hechicero que se ha retirado de la civilización para practicar la magia negra. Abraxis se alimenta con la energía de decenas de guerreros vencidos, cuyos cadáveres llenan los corredores entrelazados de la Necropolis, ciudadela cuidada por Brazen Head, la inteligencia artificial y mayordomo del archimago.

Cuando iniciamos una partida, nos encontramos frente a un mural que nos explica claramente cuáles son los controles del juego para poder mover nuestro personaje, hacer ataques y defendernos. Aparte de este mural, casi nada más en el juego tiene explicación clara, todo es cuestión de prueba y error. Algunas pociones que nos encontramos en el camino pueden hacernos daño y otras ayudar, y solo el nombre que tengan o tu intuición te pueden ayudar a decidir si tomarla o no.

Lo mismo sucede con las armas; algunas pueden ser más poderosas que otras de forma evidente, mientras que con otras no lo tienes tan claro y debes escoger a tu criterio cual usar. El juego parece alegrarse de no darte siempre la información que necesitas en los momentos más clave, sino más bien información ambigua o cargada de humor negro. Eso precisamente, es lo que puede llegar a frustrar muy rápido a los jugadores que no gusten de la constante vaguedad que Necropolis nos presenta.

Las mazmorras o laberintos generados de forma procedural, no siempre te dan una sensación de dirección y debido a que vas a estar repitiéndolas una y otra vez constantemente cada que mueres, agradecerías tener claro que camino debieras de seguir para avanzar rápido por los niveles ya jugados, pero lamentablemente no es así, y siempre te verás forzado a explorar cada mazmorra nuevamente para cumplir con los objetivos y poder continuar al siguiente nivel.

Jugabilidad

La forma de controlar tu personaje y enfrentar las batallas ha sido prácticamente heredado de Dark Souls, así que, si eres un jugador bueno en ese título, aquí te vas a sentir como pez en el agua. Al inicio las primeras etapas de la mazmorra se enfocarán en la exploración y recolección de ítems, mientras te acostumbras al sistema de estamina y hambre, que te obligan a estar alimentando a tu personaje constantemente para no perder la vida.

Luego conforme logres progresar, los combates que antes eran ocasionales, irán aumentando en cantidad de enemigos y complejidad de ataques, al punto de que te superan y eres eliminado para comenzar todo desde el comienzo nuevamente. Por cierto, que el juego comienza a desarrollar una obsesión por colocar enemigos a tus espaldas de forma aleatoria, para hacerte daño de las formas más injustas posibles.

No obstante, a pesar de la muerte constante, y el inicio de cero (que puede matar la paciencia de más de uno), hay algunos elementos de progresión en el juego que permanecen después de la muerte, como lo son os puntos de habilidad, y los codexes, que te otorgan beneficios distintos como mejoras de defensa mayor barra de estamina entre otros.

Definitivamente una de las mejores partes de Necropolis, es su modo multiplayer, que te da la posibilidad de explorar las mazmorras con otros 3 compañeros. Esto no solo hace mucho más fácil la aventura, sino que te permite evitar la muerte y reinicio si alguno de tus colegas logra revivirte.

Apartado visual y requisitos de sistema

El concepto artístico de este juego es bastante bonito, pues se basa en un diseño poligonal tipo cel-shaded, que hace énfasis en los colores neón que brillan en medio de la oscuridad de los calabozos. Lamentablemente el diseño procedural hace que este diseño no sea ordenado o con propósito como cuando lo hace un diseñador para darte pistas o variedad, sino deliberadamente aleatorio y en algunas ocasiones carente de sentido.

En su versión para PC vía Steam que puedes adquirir por $60.000 pesos, el juego requiere como mínimo un equipo con Windows 7, procesador Intel Core 2 Duo a 17GHz o un AMD Phenom II a 3.2GHz con 4GB de RAM y una tarjeta de video NVIDIA GeForce 630 GT o una AMD Radeon HD 6670.

La configuración de sistema recomendable sería un PC con Windows 7 o superior, con procesador Intel Core i3 a 3.10GHz o un AMD A8 a 3.0GHz con 8GB de RAM y una tarjeta de video NVIDIA GeForce GTX 750ti o AMD Radeon HD 7900 Series.

Conclusiones

Necropolis es un título que destaca por sus hermosas gráficas y estilo de combate. Puede resultar muy monótono para los jugadores que disfruten de títulos con mayor sentido de progresión o variedad, pero al tiempo ser muy satisfactorio para las personas que gusten de las batallas constantes y sin tregua.

A pesar de revivir un género clásico como es el de luchar y sobrevivir lo más que se pueda sin vidas o puntos de salvada. Necropolis se siente un poco inconcluso, como un producto que aún está en desarrollo y todavía le hacen falta algunos elementos claves de su género, como lo son los jefes, o una historia y un sistema de inventario mas claro.