El jefe de Xbox Game Studios de Microsoft, Matt Booty, afirmó que el gigante tecnológico cesará el desarrollo de nuevos juegos para la envejecida plataforma Xbox One. A medida que la industria gira hacia las consolas de próxima generación, la Xbox One, que fue lanzada en 2013, inevitablemente ha comenzado a desvanecerse como opción para los aficionados.
Eso se vio reflejado en el reciente Xbox Games Showcase 2023 de Microsoft, en donde en medio de la avalancha de anuncios y actualizaciones programadas para el próximo año, la firma omitió notablemente la Xbox One de su alineación. Esta omisión ahora se ha aclarado con la confirmación de Booty de la terminación del desarrollo de juegos para la Xbox One.
En una entrevista con Axios, Booty dijo: "Nos hemos movido a Gen 9", lo que indica que Microsoft ha centrado todo sus esfuerzos en un hardware más nuevo y potente.
Sin embargo, sería un error interpretar ese giro como un abandono total de la línea, ya que Booty aseguró que el soporte continuo en Xbox One para juegos en curso como Minecraft y el acceso continuo a la biblioteca de Xbox a través de Xbox Cloud Gaming se mantendrá en el futuro más inmediato.
Un legado complicado
La Xbox One, la sucesora de la exitosísima Xbox 360, debutó hace casi una década, en noviembre de 2013. Su vida útil vio con frecuencia reacciones encontradas, con críticas centradas en la conectividad a Internet obligatoria inicial de la consola, preocupaciones sobre la potencial invasión de la privacidad a través del sensor Kinect y el rechazo a restricciones a los juegos usados. A pesar de abordar estos problemas a lo largo de los años, la reputación de la consola nunca se recuperó por completo y eso impactó las ventas.
Ahora, a medida que Microsoft comienza a alejarse de la Xbox One, surgen preocupaciones con respecto a las capacidades de la Xbox Series S, la hermana menos poderosa de la Xbox Series X.
Los desarrolladores temen que la consola pueda tener dificultades para ejecutar los juegos del futuro, más exigentes en cuanto a memoria. Booty reconoció los desafíos, pero expresó confianza en la capacidad de sus equipos para optimizar el rendimiento.
Aún más, para apaciguar las preocupaciones de los desarrolladores, Microsoft presentó una versión de 1TB de la Xbox Series S en Carbon Black, sin duda una actualización notable del modelo actual de 512GB. Si bien el precio aún no ha sido revelado, Microsoft confirmó que el dispositivo admitirá características como Quick Resume, tiempos de carga rápidos y jugabilidad de hasta 120 fps.