Un remake del juego de 2004 Metal Gear Solid 3: Snake Eater, con la misma historia y el mismo mundo, pero con gráficos y audio en 3D completamente nuevos, llegará en agosto a las consolas de todo el mundo.
La preventa está abierta y muy pronto una nueva generación de gamers podrá vivir la historia del origen del famoso Big Boss y presenciar cómo se forjó su leyenda.
Las mejoras técnicas, dice Konami, dan nuevo relieve a la atmósfera de la jungla y dotan al juego de una cualidad inmersiva que la tecnología no podía darle en 2004, cuando fue lanzado originalmente.
Partes originales
Para elevar el remake de su exitoso título, el estudio echó mano de los artistas de voz originales tanto en inglés como en japonés. La acción del combate y los entornos hostiles han evolucionado con gráficos sin precedentes y sonido envolvente.

En medio de la Guerra Fría, Naked Snake, el hombre que más tarde sería conocido como Big Boss, se infiltra en la Unión Soviética para escoltar a un científico desertor. Sin embargo, es traicionado por aquella persona en quien más confiaba.
La leyenda del Big Boss comienza con Snake regresando a suelo soviético para rescatar al científico, aunque tenga que enfrentar para ello toda clase de peligros. Testigo de esto es un nuevo sistema de daños, que conserva las cicatrices que el héroe va recibiendo en el combate.
Queda claro, pues, que Metal Gear Solid Delta: Snake Eater es una fiel recreación de la historia original que se cuida de mantener familiar el diseño del juego, pero evolucionando la jugabilidad con imágenes mejoradas y una más fluida experiencia de juego.
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