La presentación ayer de las monstruosas GeForce RTX 3000 con la nueva arquitectura Ampere dejó muchas notas destacadas. No solo contamos con gráficas más potentes que nunca a precios comparativamente mejores que sus antecesoras: también llegaron propuestas software destacables para aprovechar esa potencia en distintos ámbitos.
Una de las más llamativas fue NVIDIA Reflex, un conjunto de tecnologías dirigidas a luchar contra el gran enemigo de los gamers: la latencia. Muchos son los elementos que influyen en esa latencia, y esta propuesta quiere ayudar a detectar a los culpables de esos retardos para minimizarlos de forma notable.
La victoria se mide en milisegundos
Cuando disparas en juegos como 'Fortnite', la acción no se refleja de forma inmediata en pantalla: el tiempo que tardamos en ver ese disparo en el monitor depende de diversos factores y componentes, cada uno de los cuales introduce un pequeño retardo. La suma de todos ellos es esa latencia que hace que lo que hacemos mientras jugamos se muestr en el monitor con mayor o menor retraso.
Esa latencia puede ser más o menos perceptible por parte de los jugadores, y aunque no es tan relevante en cierto tipo de juegos, es absolutamente crucial en juegos competitivos y sobre todo en shooters y FPS como 'Fortnite', 'Valorant' 'Apex Legends' o 'Call of Duty: Warzone', por ejemplo.
Como explican en NVIDIA, en juegos con carga gráfica elevada lo que suele ocurrir es que la CPU crea una "cola de renderizado" en la que va ordenando las tareas que la GPU —que de ese modo siempre tiene trabajo pendiente— deberá ir realizando para mostrar los fotogramas en el monitor.
Eso permite maximizar la tasa de fotogramas por segundo que muestran los juegos, pero incrementa la latencia porque los fotogramas están esperando a ser renderizados.
Ahí es precisamente donde entra NVIDIA Reflex, que ajusta dinámicamente esa cola de renderizado para que la CPU y la GPU estén completamente sincronizadas. Eso ayuda además a relajar la carga de trabajo en la CPU y a reducir la latencia que introducen otros dispositivos (como el ratón) aún mejor.
El SDK de NVIDIA Reflex quiere convertirse en una herramienta que permita tanto a desarrolladores como a usuarios a analizar esa latencia para luego poder acotarla. Es posible monitorizar en tiempo real factores como la latencia del juego o del renderizado, por ejemplo, pero como se ve en la imagen son muchos los elementos que afectan a la latencia final del sistema. A grandes rasgos las latencias implicadas son:
- Latencia de periféricos: es el tiempo que se invierte en procesar las entradas de nuestro teclado o ratón, por ejemplo, y enviar esos eventos al PC.
- Latencia de juego: es el tiempo que invierte la CPU en procesar esas entradas y enviar un nuevo fotograma a la GPU para que sea renderizado.
- Latencia de renderizado: es el tiempo desde que el fotograma entra en la cola de renderizado hasta que la GPU termina de renderizarlo.
- Latencia del PC: es el tiempo que un fotograma tarda en realizar todo ese recorrido. Se suma la latencia de jeugo con la de renderizado.
- Latencia del monitor: es el tiempo que le lleva al monitor mostrar una nueva imagen cuando la GPU termina de renderizar ese fotograma.
- Latencia del sistema: Es la suma de todas las latencias anteriores.
Hasta ahora medir esa latencia solo era posible con exclusivas cámaras de alta velocidad, pero en NVIDIA han integrado esa tecnología como opción en monitores con soporte G-SYNC y tasas de refresco de 360 Hz. Dicha tecnología, llamada Reflex Latency Analizer.
Varios fabricantes como Acer, ASUS, MSI y Alienware ya tienen preparados monitores con soporte de esta tecnología. Al conectar cualquier ratón a esos monitores podremos analizar la latencia que introducen tanto el PC como el monitor, pero si además usamos un ratón especialmente destinado a esta tarea —aquí NVIDIA se ha aliado con fabricantes como ASUS, Logitech, Razer, y SteelSeries— será posible medir la latencia de todos los periféricos por separado para obtener aún un mejor análisis de esa latencia y claves para reducirla al máximo.
Gracias al software de NVIDIA Experience podremos analizar esa latencia y también activar la opción que permite hacer una especie de "overclocking inteligente" para lograr reducir esa latencia: según NVIDIA, es posible llegar a un 50% menos de latencia en juegos que soporten esta característica, lo que desde luego puede plantear una ventaja competitiva sensible en videojuegos competitivos.
En NVIDIA de hecho tienen un extenso artículo en el que no solo hablan de esta nueva tecnología, sino de los distintos tipos de latencia que existen en videojuegos online competitivos. No solo nos vemos afectados por esa latencia en nuestro PC/sistema, sino también por otras como la latencia de red (el célebre ping).
Los investigadores de NVIDIA han detectado la importancia que tiene esa latencia en el juego competitivo, y por ejemplo indican que la diferencia entre una latencia de 12 y de 20 ms es notable en el rendimiento a la hora de apuntar y luego disparar en FPS. Para NVIDIA "ser bueno en shooters competitivos es mucho más que tener talentos mecánicos".
Aunque la latencia no es el factor decisivo, desde luego ayuda y para ellos "un mayor número de FPS y una menor latencia del sistema lleva a disparos en el objetivo más frecuentes".
Con NVIDIA Reflex y su SDK es posible aplicar estas mejoras a diversos juegos, y en sus pruebas con varios títulos como 'Apex Legends', 'Destiny 2', 'Fortnite' o 'Valorant' la ventaja entre activarlo y desactivarlo era diversa pero notable en muchos casos.
Los datos de NVIDIA son prometedores y el extenso anñalisis de la latencia que han realizado sus ingenieros es desde luego muy interesante, pero ahora queda por ver cuál es el impacto real de esta tecnología entre los gamers. Lo cierto es que el problema existe y que en juegos competitivos, todo suma. O en este caso, resta.
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