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Game Pass logra que los gamers "experimenten con juegos a los que nunca antes habían jugado": entrevista con Jason Ronald, de Xbox

La confirmación oficial de la Xbox Series S ha sido una de las últimas sorpresas que Microsoft nos reservaba para un lanzamiento realmente llamativo.

La nueva generación de consolas de Microsoft competirá con la de Sony en pocas semanas, y tras la presentación de la Xbox Series S pudimos volver a entrevistar a Jason Ronald, Director of Program Management and Xbox Series X. Con él pudimos hablar de ambas consolas y de la estrategia de una Microsoft cada vez más ambiciosa en el terreno del entretenimiento.

Dos mejor que una

Jason Ronald explicaba cómo para ellos era importnate "ofrecer dos consolas con precios diferenciados pero las mismas capacidades", pero tras la experiencia con la Xbox One —en la que aparecieron diferentes versiones de la consola a lo largo del tiempo— se dieron cuenta de que podían cambiar esa forma de hacer las cosas.

Jason Ronald, Director of Program Management and Xbox Series X

"Observamos esas curvas de coste [de componentes y fabricación] a medida que pasaba el tiempo y nos dimos cuenta de que había una oportunidad única de ofrecer ambas consolas al principio de la generación en lugar de esperar hasta más tarde", eso, añadía este directivo, permitiría a más gente acceder a esta nueva generación de consolas desde el primer día.

Ya hemos explicado las diferencias entre la Xbox Series S y la Xbox Series X. La primera es menos potente a nivel gráfico, tiene la mitad de capacidad en su unidad SSD y además carece de unidad óptica.

En lo demás es idéntica a su hermana mayor y se beneficia por ejemplo de todas las ventajas de la Xbox Velocity Architecture, incluyendo ese Sampler Feedback Streaming del que Microsoft nos dio más detalles hace unos días y que permitirá a los desarrolladores crear experiencias visuales mucho más ambiciosas y detalladas.

Para Ronald de hecho esta tecnología "permite a los desarrolladores ofrecer experiencias muy por encima de las especificaciones hardware puras de cualquier consola", de modo que las ventajas de dicha opción están soportadas tanto por las Xbox Series S como por las Xbox Series X.

Jugar a 1440p o a 4K

Las diferencias entre ambas consolas serán desde luego sensibles en el apartado gráfico, donde como señalaba él la experiencia será la misma que en la Xbox Series X pero a 1440p y 60 fotogramas por segundo (aunque en algunos títulos llegarán a 120 FPS) en lugar de aprovechar la resolución 4K.

El vídeo de 'Gears 5' que mostraron demuestra según él que "es posible obtener la misma gran experiencia de juego solo que a diferentes resoluciones en dos consolas distintas".

Es aquí donde le planteábamos al equipo de Xbox una cuestión interesante: dado que muchos usuarios utilizan la consola en el salón y se sientan a una distancia importante de la televisión (a menudo dos metros o más), ¿es realmente tan importante jugar a 4K o a 1440p? A esa distancia parece difícil distinguir la diferencia, y nos preguntábamos si en Microsoft habían evaluado ese tema.

"Hay un montón de datos científicos con lo que es posible ver a distintas distancias y lo que no. Sin embargo lo que al final importa es la preferencia del jugador. Algunos jugadores quieren la experiencia visual más alta a la máxima resolución y esa experiencia premium. Pero hay también toda una serie de jugadores que quieren jugar con esa misma gran experiencia de juego, pero quizás la tasa de fotogramas es más importante. O quizás, como dices, no tengan una televisión 4K. En Microsoft queríamos asegurarnos de que íbamos a tener una oferta de consola de próxima generación para jugadores que tiene diferentes prioridades, pero que permita a todo el mundo jugar exactamente a los mismos juegos entre ellos y obtener una experiencia estupenda sin importar el dispositivo en el que elijan jugar".

Lecciones aprendidas de la anterior generación

La aparición de las nuevas consolas hace que muchos se pregunten qué va a pasar con la generación actual. Según Ronald, "si estás jugando hoy en una Xbox One y te encanta esa experiencia de juego, nos parece fantástico".

Qué tiempos.

Microsoft ya ha dejado claro en los últimos meses que su estrategia no va a la creación de títulos exclusivos que solo se puedan jugar en las Xbox Series X/S. Se jugarán a mejores resoluciones o más fluidez, pero los títulos seguirán siendo compatibles con las actuales Xbox One.

Para Ronald la clave está ahí: quienes quieran seguir jugando en la Xbox One seguirán haciéndolo, y tendrán preparadas las nuevas consolas para cuando los usuarios quieran dar el salto, "tanto para la gente que quiere una experiencia premium como para aquellos que quieren una opción más accesible y asequible". Para él la Xbox Series S, es la opción perfecta "si no tienes una televisión 4K o el precio es un argumento importante".

En este lanzamiento Microsoft ha aplicado las lecciones que aprendió durante los últimos años con la actual generación. "Era posible ofrecer dos consolas con capacidades similares a precios distintos, y proporcionar a los desarrolladores las herramientas para ofrecer básicamente el mismo juego en dos perfiles de rendimiento distintos".

Pero también aprendieron de las distintas ediciones de la consola que aparecieron, y sobre todo de la Xbox One S All Digital, "que nos permitió aprender lo que una consola más antigua pero solo basada en descargas podía ofrecer en este ecosistema. ¿Cómo responderán los desarrolladores y los comercios? ¿Cuáles son las mejores experiencias que podemos ofrecer?"

Esas preguntas fueron respondidas con esa consola, que hizo también que se precipitara la evolución de un servicio como Xbox Game Pass que ahora se ha convertido en fundamental. Como él no scomentaba, les hizo "repensar cómo consumen contenido los usuarios y cómo acceden al contenido".

Game Pass da un paso al frente, pero, ¿amenaza a los formatos físicos?

Precisamente le preguntábamos a Ronald por el estado de Game Pass: ¿es rentable en la actualidad? Este directivo no quiso confirmarlo ni despentirlo, pero sí indicó que "estamos realmente contentos con el servicio", pero no necesariamente por los ingresos, sino porque "a medida que más gente se apunta a este ecosistema, juegan a más juegos, se involucran de forma más frecuente, y también acaban comprando más juegos también".

Con Game Pass, destacaba, se eliminan ciertas barreras de entrada que permiten a la gente "experimentar con nuevas franquicias y géneros a los que nunca habían jugado antes".

Uno de los problemas que plantea Game Pass está en su potencial amenaza para los juegos en formato físico. Para Ronald eso no ocurre: "solo tienes que mirar a los datos de venta y de uso: más y más jugadores han migrado a lo digital y las descargas a lo largo de esta generación".

De hecho, apuntaba, eso está ocurriendo desde hace tiempo con otros contenidos, tanto si hablamos de películas como de música u otros formatos. Netflix o Spotify son los claros ejemplos de eso, y como decía, "los ecosistemas simplemente se están volviendo más y más digitales".

No obstante, en Microsoft querían seguir ofreciendo esa opción en la Xbox Series X. "Para nosotros era importante seguir apoyando los formatos físicos porque sabemos que sigue habiendo jugadores en todo el mundo a los que este formato físico les importa". Aún así, "al mismo tiempo, al hacer la Xbox Series S digital, nos permitía reducir el precio y hacer la consola mucho más pequeña de lo que hubiéramos podido hacerla con una unidad óptica en ella".

El hardware se expande

Tuvimos también ocasión para preguntarle a Jason Ronald sobre algunos de los aspectos hardware de la consola. Por ejemplo, el hecho de que como ocurre con la Xbox Series X, la Xbox Series S también integra la fuente de alimentación en su interior a pesar de su reducido tamaño.

Microsoft seguirá soportando el ratón y el teclado en esta nueva generación de consolas, pero no sabemos si esa opción se aprovechará de forma cada vez más notable: de momento, desde luego, no parecen querer darle demasiada relevancia.

La unidad SSD de estas consolas puede acabar quedándose corta para algunos jugadores, sobre todo en el caso de la Xbox Series S y su unidad de 512 GB, y aquí le preguntábamos a Ronald por esas tarjetas de expansión que Microsoft ha desarrollado en colaboración con Seagate.

Estas unidades "ofrecerán exactamente el mismo rendimiento" que la unidad SSD interna, "de modo que los desarrolladores no tengan que preocuparse de variaciones en el rendimiento, tanto si el juego está corriendo desde el SSD interno o desde almacenamiento extraíble".

Lo que no sabemos es si habrá distintas capacidades: "en este momento Seagate solo ha anunciado la versión de un terabyte. De momento no tenemos nada que anunciar, pero quizás en el futuro sí lo tengamos".

Una de las opciones de las nuevas Xbox de las que menos se ha hablado es de su soporte de tecnología de audio espacial. "Es de hecho un área en el que llevamos invirtiendo e innovando en la generación Xbox One desde hace tiempo. Por ejemplo con Windows Sonic, y esa opción está incluida de forma gratuita en la consola".

Con esta tecnología, explicaba Ronald, "es posible crear experiencias de sonido envolvente virtual, incluso en auriculares que no disponen de esa capacidad. Además ofrecemos soluciones premium como DTS o Dolby Atmos para jugadores que quieren esa experiencia premium y que tienen un sistema de sonido de alta calidad". Una vez más incidía en que lo importante para Microsoft era ofrecer la mejor experiencia para cada usuario.

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