En el mundo multicolor de Nintendo, donde los píxeles bailan al son de temas alegres e inspiradores, una sinfonía sombría está tocando sus notas finales. Los servidores de las queridas 3DS y Wii U, alguna vez llenos de vida y emoción, han sido silenciados por el decreto de su creador.
El fatídico día fue el 8 de abril, cuando el sol se puso por última vez en Kid Icarus Uprising, Animal Crossing New Leaf y muchos otros reinos. Nintendo cerró los servidores en línea tanto para Wii U como para 3DS, marcando así el fin de los juegos multijugador en línea para ambas consolas. Sabíamos que iba a llegar, pero eso no lo hizo más fácil.
La mayoría de los jugadores se resignó con un suspiro colectivo que resonó en el éter. Sin embargo, en medio del crepúsculo digital, seis almas valientes se atrevieron a desafiar el cruel decreto del destino.
Al igual que los antiguos guerreros aferrados a sus espadas, estos seis se negaron a renunciar a su control y se lanzaron como ronins a luchar sus solitarias batallas, incluso si no tienen ya un maestro al cual responder.
En los anales de la tradición de los videojuegos, un bardo conocido como GaffsNotLaffs hizo una crónica de su difícil situación, capturando y compartiendo más de cuarenta horas de la agonía final de los servidores. A través de la lente de su oficio, el mundo observó cómo los últimos rescoldos del juego en línea parpadeaban en la oscuridad y al momento de esta publicación, quedaban seis jugadores, aguantando en la red de Nintendo.
Como guiados por las manos del destino, estos seis guardianes de la nostalgia se mantienen firmes. En el reino de Pokémon X and Y, Mario Kart 8, Super Mario Maker y Splatoon, un centinela solitario en cada título mira al abismo con determinación inquebrantable. Mario Kart 7, un faro de camaradería, cuenta con dos jugadores que siguen corriendo, quién sabe hacia dónde, a través de los ecos de carreras pasadas.
En medio de esta solemne vigilia, abundan los rumores de jugadores invisibles, escondidos en los pliegues de títulos olvidados. Los números pueden difuminarse, como sombras en la niebla, pero el espíritu de desafío arde en sus corazones.
Esta saga de testarudez digital se remonta a leyendas de antaño, que recuerdan los últimos días de Halo 2, cuando unos pocos incondicionales a los que llegaríamos a conocer como 'los nobles 14', se aferraron a las brasas que se desvanecían del juego en línea. Durante tres semanas y media, desafiaron el paso del tiempo, un testimonio del espíritu indomable de los gamers.
Y ahora, mientras los seis campeones finalistas se enfrentan a su decimosegundo día de soledad, el mundo gamer observa y eleva por ellos una oración silenciosa: que encuentren consuelo en los momentos fugaces y que su viaje sea bendecido con un bello final.
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