Toyota es una de las pocas marcas de automóviles, y de las que más fuerte lo está haciendo, que está apostando por el coche de hidrógeno, lo cual ha tomado ya forma con el Toyota Mirai. Pero la novedad ahora es que está trabajando en un nuevo enfoque para su motor de hidrógeno, que en este caso además suena.
Lo hace porque, a diferencia de la tecnología que vimos (y probamos) en el Mirai, con este nuevo motor la idea es más similar al motor tradicional en cuanto a que se basa en la combustión de hidrógeno. Así que no, no es un coche eléctrico lo que ruge.
A éste no le haría falta señal acústica de aviso a peatones
En el silencioso Mirai lo que veíamos era un coche eléctrico cuya batería difiere de las convencionales, pero el sistema se fundamenta igualmente en una reacción química para que se genere electricidad y que con ésta se obtenga la energía necesaria para el motor. El hidrógeno en ese caso es un componente de las reacciones, de ahí que al participar también el oxígeno se acabe generando agua (destilada) como residuo.
En este caso se trata de una combustión, pero que según Toyota no genera dióxido de carbono (CO₂) "excepto por la combustión de pequeñas cantidades de aceite de motor durante la conducción". Por lo que estrictamente no sería un coche "cero emisiones" y, a diferencia de su mellizo el Mirai, habría más residuos, aunque lo que prometen es que sean mucho menores que la combustión con diesel y gasolina.
El motor, además, es parejo al de un coche de combustión tradicional, con su sistema de inyección y suministro, si bien están modificados para este combustible. La marca demás asegura que la combustión del hidrógeno es más rápida que la de la gasolina, por lo que prometen una mejor respuesta sobre el asfalto.
Y de rodar a tope sobre el asfalto se trata, porque lo que han querido comprobar con un primer test de un coche con este motor es, quizás, uno de los ambientes más exigentes: un circuito de carreras. Así, el piloto Hiroaki Ishiura lo probó y comentó que "no es tan diferente [de los vehículos a gasolina] como esperaba, se siente como un motor normal", y que de ser ajeno a la información podría pensar que es un motor convencional.
La idea: que acabe en modelos de producción
El coche es un Toyota Corolla Sport, que integra un motor parecido al que usa el Toyota GR Yaris. Es una unidad de 261 CV y 360 Nm de par máximo con el que ha podido acelerarse de 0 a 100 kilómetros/hora en 5,5 segundos.
Este desarrollo pertenece a un proyecto conjunto de Toyota y Toyota GAZOO Racing, con el fin de que el coche **pueda competir en las 24 horas de Fuji NAPAC Super TEC, que se celebrarán entre el 21 y el 23 de mayo en Japón. Lo hará en el equipo ORC Rookie Racing, fundado personalmente por Akio Toyoda (presidente de Toyota).
La idea del fabricante es que si las pruebas salen bien en estas condiciones tan exigentes, en un futuro este motor pueda aplicarse a modelos de producción. De este modo, la marca plantea un futuro en el que la combustión no estaría acabada, como muchas casas ya se plantean (como Volvo entre otras) y que la propia normativa europea ya ha planteado.
Habrá que ver al final en qué cantidad quedan las emisiones de motores como éste si empiezan a ser una alternativa, porque no ha sido la primera (aunque sí quizás la que mejor futuro promete). Hablando de Euro 7, la limitación estaría en 30 mg/km y de 10 mg/km para nuevos modelos, y además habría que ver si, ya que no vivimos en un mundo de reacciones limpias y teóricamente perfectas ni mucho menos, si los óxidos de nitrógeno seguirían siendo un problema o no.
Mientras tanto, el coche de hidrógeno eléctrico se va abriendo paso. Ya vimos hace un mes que China invertía en estas pilas y que ya hay hasta superdeportivos. Así que la alternativa de la pila tampoco parece poco eficiente en cuanto a rendimiento, aunque el cuello de botella de estos motores para su generalización parte sobre todo de la infraestructura. Veremos si el hidrógeno evoluciona por uno o por dos caminos finalmente, o por el de los híbridos.
Imágenes | Toyota