Espacio

Originalmente, la misión Voyager tenía un propósito concreto: estudiar los planetas gigantes y sus lunas.

Entre sus anomalías se ha detectado un chorro de gas, una composición rica en níquel pero carente de hierro y una emisión de agua a temperaturas inesperadamente bajas.

La NASA estima que durará 7 minutos y 29 segundos, superando por apenas dos segundos el récord anterior.

El asteroide pasó dentro de la órbita habitual de la Estación Espacial Internacional (EEI), que oscila entre 370 y 460 kilómetros de altura.

En su tenue atmósfera, la llamada coma que rodea el núcleo, se detectaron proporciones de dióxido de carbono y agua completamente atípicas

Con una masa equivalente a 6.500 millones de soles, este agujero supermasivo ha mostrado un comportamiento tan inesperado que está obligando a los astrónomos a replantearse teorías.

Se trataría de la primera vez desde la misión Apolo 17 en 1972 que astronautas viajen a la Luna.

La NASA lo considera esencial para definir futuras bases humanas en la Luna.

Lo que desconcierta aún más es que, a diferencia de los cometas tradicionales, el 3I/ATLAS parece emitir su propia luz.

Las imágenes fueron tomadas durante una llamarada de clase X, las más intensas que puede producir el Sol.

Ese eco, descrito como un sonido en ondas gravitacionales, confirma predicciones hechas por Albert Einstein y por Stephen Hawking.

El descubrimiento ocurrió en el cráter Jezero, un antiguo delta fluvial donde hace más de 3.000 millones de años corrió agua abundante.