"¿Quién quiere un stylus? Tienes que cogerlos, dejarlos, los pierdes... ¡puaj!" Esas célebres palabras las pronunció Steve Jobs en la mítica presentación del iPhone en 2007. Aquel accesorio no tenía sentido para Apple... hasta que lo tuvo.
Tuvieron que pasar 8 años para que Apple cambiase de opinión. Phil Schiller presentaba en 2015 el Apple Pencil de primera generación junto al iPad Pro, y de repente todo cobraba sentido. De hecho, el Apple Pencil se ha convertido en el argumento perfecto para renovar su catálogo de tabletas con el iPad Air y el iPad mini, que ahora soportan ese accesorio. No el nuevo de los iPad Pro, el antiguo. No sé si me entendéis.
Unos llegan, otros se van
La renovación del catálogo de tabletas de Apple ha sido ciertamente interesante. En noviembre de 2018 los compañeros de Applesfera ofrecían una tabla comparativa con los modelos disponibles del iPad en esa fecha.
En esa tabla aparecían dos modelos ahora extintos: el iPad mini 4 y el iPad Pro de 10,5 pulgadas han desaparecido precisamente para dejar paso a los nuevos iPad mini que lógicamente sustituye al iPad mini 4 de 2015 y al iPad Air que se encarga de coger el testigo del iPad Pro de 10,5 pulgadas de 2017.
La renovación es totalmente lógica y desde luego deja buenas noticias para los amantes de la plataforma, que ahora cuentan con modelos con grandes prestaciones en cada una de las segmentaciones que ya tenía Apple.
20 iPads diferentes en 9 años
Cuando Steve Jobs volvió a Apple en 1997 lo hizo con una idea fija: simplificar. El catálogo de productos de la empresa se había diversificado, pero Jobs dejó claro que lo que necesitaban Apple y sus usuarios era una gama de productos sencilla y directa. Fue en aquel momento cuando presentó su ya célebre clasificación de la gama de ordenadores de la compañía:
Las cosas han cambiado mucho en Apple, que ha ido ampliando sus gamas de producto en todas sus divisiones. Eso es aún más cierto con los iPad: estamos ante la que es probablemente la línea de producto más confusa de Apple, que hay ido renovando y descartando renovaciones de forma bastante irregular. Como señalaba Dave Mark en Twitter, esta ha sido la evolución de esos lanzamientos:
- 2010: iPad
- 2011: iPad 2
- 2012: iPad con Retina Display + nuevo iPad + iPad mini
- 2013: iPad Air + iPad mini 2
- 2014: iPad Air 2 + iPad mini 3
- 2015: iPad Pro 12.9 pulgadas + iPad mini 4
- 2016: iPad Pro 9.7 pulgadas
- 2017: iPad (5ª Gen) + iPad Pro 10.5 pulgadas + iPad Pro 12.9 pulgadas (2ª Gen)
- 2018: iPad (6ª Gen) + iPad Pro 11 pulgadas + iPad Pro 12.9 pulgadas (3ª Gen)
- 2019: iPad Air (3ª Gen) + iPad mini (5ª Gen)
En total 20 modelos distintos en estos últimos nueve años, a los cuales habría que sumar sus distintas versiones de capacidad y conectividad. Lo curioso este año ha sido esa resurrección de dos modelos que parecían totalmente olvidados: el último iPad Air 2 se lanzó en 2014, mientras que el último iPad mini 4 fue presentado en 2015.
Curiosamente, los nuevos modelos ya no incluyen ningún número de modelo, una política que Apple ha ido eliminando en otros dispositivos y que ha tenido efectos curiosos como la nueva nomenclatura de los iPhone, que han pasado de llamarse iPhone X ("diez", no "equis", ya sabéis) a los de la nueva generación, los XS ("Diez ese") y XS Max ("Diez ese Max").
Un iPad para cada bolsillo
Apple es una máquina bien engrasada, y estas actualizaciones son muy lógicas por varias razones. Sobre todo desde el punto de vista estratégico, que hace que Apple ahora tenga un modelo de iPad para todo tipo de presupuestos, desde los 349 euros del iPad (2018) a los 1.099 euros de partida de los iPad Pro de 12,9 pulgadas.
Los nuevos modelos amplían el rango de precios disponible y permiten "estirar" la gama de precios de venta. El iPad mini 4 de 128 GB costaba 429 euros, mientras que el nuevo iPad mini sale por 449 / 619 euros según la versión.
El iPad Pro de 10,5 pulgadas costaba 729 / 899 / 1.119 euros según la versión, pero el iPad Air sale por 549 / 719 euros según la versión, algo que lo hace francamente interesante frente a ese antiguo iPad Pro.
Así pues, Apple cuenta ahora con un catálogo más amplio y con prestaciones destacables en todos los modelos: desaparecen dispositivos casi obsoletos como el iPad mini 4, pero lo curioso aquí es que la excusa -más allá de la renovación del hardware- parece ser el Apple Pencil. Aunque sea una excusa que provocará previsiblemente confusiones.
Pásame el Apple Pencil para el iPad. No, el otro
El catálogo es ciertamente diverso ahora, pero curiosamente uno de los grandes mensajes de Apple con el lanzamiento "soportan Apple Pencil" es algo confuso. Lo soportan, sí, pero Apple no aclaró del todo qué Apple Pencil soportan, porque hay dos modelos de este accesorio.
El primero, el Apple Pencil de primera generación, fue muy criticado por su sistema de carga, pero aún así planteó opciones fantásticas para ese terreno creativo con el que Apple siempre estuvo muy identificada desde sus orígenes. El segundo, el Apple Pencil de segunda generación, se lanzó con los nuevos iPad Pro de 12,9 pulgadas (3ª generación) y con los iPad Pro de 11 pulgadas.
El problema es que ese nuevo Apple Pencil que ofrece carga inalámbrica, sujeción magnética o soporte de gestos solo vale para esos iPad Pro. El Apple Pencil de 1ª generación es el accesorio con el que sí se puede trabajar en los nuevos iPad mini y iPad Air, así como en varios iPad y iPad Pro que soportaban este periférico. ¿Cómo averiguar cuál es compatible con cuál?
No es fácil, pero al menos Apple ofrece esa información en la página de producto del Apple Pencil. El modelo original no es especialmente barato a pesar de tener claras desventajas con el Apple Pencil de segunda generación: cuesta 99 euros frente a los 135 euros del nuevo modelo. La alternativa es el Logitech Crayon de 69,90 euros, pero es evidente que de repente el Apple Pencil cobra un interés inusitado en la nueva gama de iPads de Apple.
Quién se lo hubiera dicho a Steve Jobs.
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