Las páginas web no paran de engordar. Lo han hecho durante los últimos cinco años de forma sostenida, y no parece que esa tendencia vaya a cambiar a corto plazo. De hecho, una página web ocupa ya de media 2,3 MB, que es básicamente lo mismo que ocupa un ejecutable (la imagen comprimida de instalación, cierto) de la versión shareware del legendario videojuego Doom.
¿Cómo es posible que lo que lees normalmente en internet ocupe lo mismo que un juego multijugador en primera persona con texturas y mapas? Hay desde luego aspectos que condicionan esos datos, pero lo cierto es que el "peso" de esas páginas no para de crecer, algo que las grandes de internet están tratando de aliviar. Sobre todo con un objetivo claro: el de dar una solución a los usuarios móviles, cuyas cuotas de datos se ven amenazas por esta tendencia.
Hablar de medias es más complejo de lo que parece
Uno de los ingenieros de Google más conocidos en el terreno del rendimiento web, Ilya Grigorik, explicaba que en realidad lo del "peso medio" de una página es un mito, y que hay demasiados factores que afectan al peso de una página web. Por ejemplo, el dispositivo en el que la consultamos y el software con el que lo hacemos.
De hecho hablar de medias -como lo hace el HTTP Archive en sus informes- es peligroso porque hay páginas muy distintas y enfoques en los que por ejemplo las imágenes y los vídeos se combinan con todo tipo de scripts y componentes como tipografías que añaden más y más recursos, consultas y peso a las páginas.
La buena noticia es que cada vez hay una conciencia mayor de cómo estamos abusando de ciertos recursos, y los grandes medios y sitios web suelen servir de ejemplo y referencia para poner en práctica técnicas que ayudan a que esas páginas no pesen tanto. El uso de menos imágenes, o de diseños responsive con una adecuada gestión de las imágenes, o de técnicas que ayudan en el ámbito del móvil está ya al alcance de los desarrolladores y maquetadores front-end que se encargan de llevar los diseños a la realidad que vemos en nuestros navegadores día tras días.
La página de inicio de Xataka no se escapa de la estadística: si uno hace una prueba rápida en Pingdom verá como el peso de nuestra portada es de 2,5 Mbytes, de los cuales 1,4 Mbytes están dedicados a imágenes y casi 900 kbytes se dedican a scripts. Es la condena de todos quienes queremos tratar de ofrecer un contenido visualmente atractivo e interesante, y cuando uno quiere ofrecer mucho recorrido resulta difícil luchar contra la realidad.
Ronan Cremin ya predecía hace meses el crecimiento de ese tamaño en mobiForge, un sitio web dedicado a desarrolladores web, y perfilaba las conclusiones: la web no para de engordar, pero al menos los 10 sitios web más importantes según Alexa marcan la pauta para los demás: ellos han logrado que el peso de las páginas y el número de peticiones se reduzcan de forma sensible desde 2014.
¿Son Facebook y Google la salvación de los usuarios de smartphones?
Es evidente que la evolución de los dispositivos móviles ha hecho que los usuarios cada vez utilicen más sus smartphones para navegar. Eso tiene un impacto directo en los contenidos, que ahora se tienen que ajustar a un formato de consumo más distinto. Es cierto que el diseño web responsive ha servido de gran ayuda para adaptar contenidos según el dispositivo con el que los consumíamos, pero hay tendencias aún más llamativas en este ámbito.
Google es la abanderada de la tecnología AMP (Accelerated Mobile Pages) una versión "especial" y "recortada" de la web que conocemos que elimina ciertos componentes con el objetivo de que el tamaño y los tiempos de carga se reduzcan de forma singular.
Algo similar intenta Facebook con sus Instant Articles, otra forma de llevarnos a su terreno para que naveguemos dentro de Facebook en lugar de hacerlo en el navegador. La tecnología de Facebook está evidentemente pensada para que nos quedemos en su ecosistema, pero los beneficios son claros para los usuarios móviles, que ven cómo el impacto en sus cuotas de datos es inferior al de un navegador móvil tradicional. En Weblogs SL anunciamos recientemente cómo nos sumábamos a esas dos iniciativas para tratar de mejorar la experiencia de lectura de nuestros contenidos en dispositivos móviles.
Y por supuesto están también los navegadores móviles que cada vez más se esfuerzan por tener en cuenta este ámbito para conjugarlo con el de la privacidad. Safari ya cuenta con bloqueo de contenidos en iOS 9, pero en los últimos tiempos han aparecido iniciativas interesantes también en navegadores para Android como Brave. Opera anunció una versión de su navegador de escritorio (por ahora, para desarrolladores) hace mes y medio en la que también se contemplaba esa opción.
En estos casos el bloqueo de publicidad y de scripts contribuye a mejorar la experiencia de usuario, desde luego, pero lo hace a costa de la fuente de ingresos más importantes para medios como este: la publicidad.
Lo que es evidente es que hay mucho movimiento entorno a esa experiencia de usuario: no es probable que la publicidad online desaparezca, y eso seguirá comprometiendo el peso de unas páginas web que tratan de ser más ricas en contenidos. Adaptar esa experiencia a móviles ha hecho que los esfuerzos se redoblen, aunque aquí haya claros intereses comerciales (que la publi la gestionen Google, Facebook o Apple, y no sea ya coto de anunciantes y publicaciones).
No parece que de momento internet esté precisamente pensando en ponerse a dieta, pero sí es cierto que la conciencia sobre una experiencia más adaptada a cada formato y dispositivo es evidente entre los que hacen que naveguemos por internet como lo hacemos. Ahora queda por ver en qué quedan esos esfuerzos, y cómo evolucionan tanto los móviles como los planes de las operadoras, que obviamente están muy contentas con esa evolución de las páginas web.
En Genbeta | Google favorecerá aún más las páginas diseñadas para móvil a partir de mayo
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