Puede que no os acordéis, pero hubo un tiempo en que Google+ fue probablemente el proyecto más importante de Google. El auge de las redes sociales era evidente y el timón lo llevaban otros como Facebook o Twitter. La empresa de Mountain View intentó subirse al carro, pero lo hizo tarde y con una propuesta que nunca acabó de cuajar.
No fue porque no lo intentaran, desde luego. La empresa nos metió Google+ hasta en la sopa y quiso integrarlo con todos sus grandes servicios, pero aquello no funcionó. La red social se muere definitivamente, pero lo hace tras un largo periodo en la que su irrelevancia ha sido notable para un mercado que se ha movido en otras direcciones.
Google+ no fue el primer intento, pero puede que sea el último
Aunque no lo parezca, Google+ es uno de los grandes fracasos de Google. De hecho su cierre es la prueba final de que Google no ha conseguido nunca triunfar en el segmento de las redes sociales.
La creación de Facebook tardó en ser vista como una amenaza por parte de Google en una época en la que MySpace todavía era el referente. Aún así, la empresa comenzó a mover ficha mucho antes de lanzar Google Plus. En 2007 lanzarían OpenSocial para ponerle la zancadilla a Facebook, algo que marcó el fin de Friend Connect.
Esta red, lanzada en 2008, replicaba el modelo de Facebook y MySpace, pero con un modelo descentralizado en el que se aprovechaban estándares abiertos como OpenID (¿os acordáis de OpenID?) u oAuth. El recorrido de aquella red fue relativamente corto, en parte porque acabó siendo baneada por Facebook, que impidió que pudiese aprovechar su API.
Google no se rindió y tuvo un pequeño pero significativo éxito con Orkut, la red social integrada con Gmail que conquistó India y, sobre todo, Brasil. Aquella red acabaría siendo cerrada en 2014, y aunque no estuvo exenta de problemas ha acabado siendo el mayor éxito de Google en este terreno.
Más tarde lo intentaría de nuevo con Google Buzz, que nació en febrero de 2010 pero que no aguantaría mucho en funcionamiento: a pesar de contar con opciones llamativas por su integración en Gmail y sus opciones como servicio de microblogging, fue muy criticada por sus preferencias de privacidad. En diciembre de 2011 Google la cerraría definitivamente.
Ese cierre era lógico teniendo en cuenta que tras el fracaso de aquel lanzamiento Google decidió ir mucho más allá y plantear la apuesta definitiva en materia de redes sociales. El nombre de aquella apuesta no era otro que Google+, y la empresa puso toda la carne en el asador para tratar de convencernos de que el futuro de las redes sociales pasaba por dicha plataforma.
Llamativa, pero nunca del todo convincente
Muchas fueron las novedades interesantes de Google+ introdujo con la presentación de Google+ aquel 28 de junio de 2011. La más llamativa fueron los círculos, una nueva forma de crear grupos de usuarios con distintos grado de acceso a lo que compartíamos. La idea estaba dirigida a proteger nuestro contenido, y ciertamente aportaba ventajas notables sobre la oferta de Facebook (como poco, en usabilidad) en este sentido.
Eso se unía al debut de la videoconferencia integrada con los Hangouts de Google, además de un potente sistema para compartir fotos que permitía etiquetarlas, editarlas y subirlas a álbumes privados en la nube. Otra de las notas destacadas era que Google+ te obligaba a usar tu nombre real, una apuesta arriesgada que pudo convertirse en contraproducente para su éxito final.
Aquellas funciones llamaron la atención de muchos usuarios, pero aunque Google+ lograba llamar la atención de la gente, no conseguía mantenerla. En octubre de 2011, apenas tres meses después de su lanzamiento, Larry Page indicaba que Google+ contaba ya con 40 millones de usuarios, que subieron hasta los 540 millones de usuarios activos según la propia Google.
Aquellos datos eran engañosos, porque hablaban de usuarios que interactuaban con cualquiera de los sitios y servicios de Google. Estudios que fueron apareciendo posteriormente revelaron por ejemplo cómo el tiempo que los usuarios invertían en Google Plus era rídiculo: en febrero de 2012 se estimaba que los usuarios pasaban 3,3 minutos en Google+ en todo el mes de enero de 2012 por las 7,5 horas —tampoco demasiadas comparadas con las cifras actuales— que invirtieron en Facebook.
Aquella fue la época en la que Vic Gundotra, que lideró aquel proyecto, aparecía en todos los Google I/O para hablarnos de la buena marcha de una red social que en realidad no estaba marchando tan bien. Desde su aparición en 2011 la plataforma fue integrándose con todos los servicios de Google: los perfiles de Google+ servían para utilizar YouTube, Gmail, Google Maps, Android, Google Play o Google Music, por ejemplo.
Google trató de forzar el uso de Google+ al ver que su crecimiento en usuarios e interacción no avanzaba, y en noviembre de 2013 obligó a comentar con cuentas de Google+ en YouTube. Aquella decisión fue enormemente criticada entre otras cosas por la privacidad que restaba a los usuarios.
Aquel fue un punto de inflexión para una plataforma que empezaba a mostrar signos de agotamiento. Con críticas constantes y un bajo índice de actividad, Vic Gundotra acabaría abandonando la compañía en abril de 2014: Google+ parecía herido de muerte, y poco a poco se produjeron más pruebas de cómo la red social se iba desmembrando.
Primero fue el abandono de Direct Connect, pero después vinieron la desaparición de las fotos de autores y los círculos en los resultados del buscador, la importación de vídeos a YouTube o la posible separación del servicio de fotografías de Google+. En julio de 2014 la empresa decidió que ya no era necesario usar el nombre real para utilizar la red social, pero era demasiado tarde.
Google nunca abandonó del todo a Google+. La empresa dividió su gestión y desvinculó por fin YouTube de Google+, pero sobre todo realizó cambios de diseño importantes en diciembre de 2015 que recuperaban algunas características demandadas como los GIFs animados. también trataba de introducir nuevas características como las colecciones.
Sin embargo, Google+ seguía desangrándose. Otras alternativas habían reducido a la mínima expresión la relevancia de Google+, y de hecho hasta Facebook se vio amenazada por una Instagram que lo conquistaba todo y que acabó adquiriendo en un movimiento estratégico colosal. Google+ seguía ahí, pero casi como un fantasma. Uno que no obstante deja huérfanos a un buen número de usuarios que seguían aprovechando sus comunidades como punto de encuentro.
Sí, hay gente que echará de menos Google+ (y que busca alternativas)
Puede que la red social de Google no fuera ya muy utilizada, pero sus funciones seguían siendo útiles para muchos usuarios. Varios de ellos han ido enviando sus mensajes en esta red social, y en la mayoría de los casos lamentan el abandono y cierre de una red social que a ellos les seguía aportando cosas.
La red social seguirá estando disponible como "una red social segura para empresas", pero su funcionamiento como red social para usuarios desaparecerá, algo que lamentarán sobre todo aquellos que durante años se unieron a comunidades de usuarios que eran grandes puntos de encuentros para aficionados a diversas temáticas.
Esas comunidades reunían por ejemplo a educadores o amantes de los juegos de mesa, pero también hay grandes comunidades como la que reunía a usuarios de Android (370.000 participantes), a usuarios de Wear OS (280.000 participantes), de Linux (285.000 participantes), o comunidades muy activas relacionadas con proyectos como CyanogenMod (273.000 participantes) o con marcas como OnePlus (50.000 participantes).
También había verdaderas celebridades dentro de esta red social, y una de las más conocidas era el fotógrafo Trey Ratcliff, que con casi 9 millones de seguidores se había construido una reputación gracias a una red social que le permitió explotar su trabajo. El propio Ratcliff explicaba cómo esta decisión de Google le obligaba a trasladar esa actividad a su grupo de Facebook, una de las alternativas consideradas por algunos usuarios.
Esas alternativas, no obstante, no están tan claras como podría parecer. Muchos de los usuarios de Google+ no quieren ni ver en pintura la red social creada por Mark Zuckerberg, y en los debates que se sostienen preguntando dónde pueden ir ahora destacan plataformas como Mastodon o alternativas Open Source como Fosstodon, MeWe o plataformas ya muy populares como Reddit, aunque no sustituyan todas las prestaciones de Google+.
Hay otras opciones, por supuesto, y de hecho el proyecto Diaspora* que compartió orígenes e ideas con Google+ durante su lanzamiento. Esta plataforma descentralizada, Open Source y orientada a proteger nuestra privacidad trató durante algún tiempo de despegar de forma definitiva, pero ha quedado relegada a un segundo plano. Ahora podría volver a plantear una solución a quienes buscan esos puntos de reunión, sobre todo porque los llamados "pods" son un concepto similar a las comunidades de Google+.
Las alternativas están ahí, pero de nuevo nos encontramos ante una situación en la que Google quizás podría hacer algo más allá de cerrar los proyectos: ceder su código y abrirlo para que los usuarios puedan aprovecharlo y que el proyecto siga viviendo sería una buena opción. Sin embargo volvemos a sufrir las consecuencias de depender de terceros para disfrutar de un servicio que no controlamos: si Google (o cualquier otra) decide abandonarlo, los efectos son desde luego molestos para muchos.
Te echaremos (un poco) de menos, Google+.