El primer episodio de lo que hasta ahora ha sido la muy sólida primera temporada de Fallout comenzaba, como recordarán, con un título que rezaba: The End. Bueno, el tercer episodio, llamado ‘La cabeza’, comienza con un título en pantalla que dice The Beginning.
Para cuando ruedan los créditos, queda claro que esta serie no hace sino mejorar con cada nuevo episodio.
Si quieres ponerte al día con nuestros resúmenes de episodios de Fallout, puedes encontrar cada uno de ellos a continuación.
—Siguen spoilers del tercer episodio de Fallout.—
‘La cabeza’
Como en el piloto, comenzamos este episodio en un flashback, antes de que cayeran las bombas.
En el set de una película del oeste hallamos a Coop, en la plenitud de su estrellato, y bien aferrado a su nariz. Está vestido una vez más con su traje de vaquero azul y amarillo, colores que hemos llegado a asociar con Vault-Tec. Una conversación con su director nos da una idea de cómo están las cosas: el mejor de sus escritores ha sido despedido por comunista, y el estudio quiere contar una historia sobre una nueva América en la que lo héroes disparan primero, incluso a comunistas desarmados.
Coop no quiere hacer eso. Coop no quiere ser eso.
Pero antes de que la conversación pueda proseguir, Coop se encuentra con su esposa y su hija y deja el set para ir a probar algo nuevo.
De vuelta en el polvoroso presente de la serie, Coop -ahora convertido en el Ghoul- llega al sitio en el que vimos a Lucy por última vez en el epsiodio anterior. El cadáver decapitado de Wilzig le da a entender que la chica del Refugio tiene lo que él busca, y que le lleva ventaja. Junto a su nuevo compañero canino, CCX40, comienza a caminar hacia las ruinas del centro de Los Ángeles.
Pasamos, entonces, a Lucy, que camina por las dunas con la cabeza de Wilzig, que manipula con notable desparpajo. Tiene el iluminado instinto y, no quisiera decirlo, la cabeza fría, de instalarle un rastreador en la nariz.
Y completamos nuestro barrido por la triada de personajes principales visitando las desventuras de Maximus, que necesita reparar el daño que el Ghoul y su propia estupidez causaron en su armadura.
Su estupidez, queda claro, no ha terminado de trabajar, y logra que el Comando central le envíe un nuevo escudero. Antes de que llegue, y descubramos que es Thaddeus, uno de sus compañeros de campamento, Maximus se hallará con un diente menos y un par de concusiones más. La lucha del falso caballero para evitar perder su recién adquirido poder le da a la serie la posibilidad de regodearse en la ultraviolencia, cuando Maximus logra operar la mano de la armadura para agarrar a un infortunado ladrón por la cabeza… y apretar.
Sacudido, pero victorioso, Maximus se refugia en la fortaleza móvil que ‘heredó’ de Titus y protege de nuevo su cuerpo… y su identidad.
La regla dorada
Lucy avanza por las colinas de Hollywood y encuentra, en medio del apocalipsis nuclear, a un venadito destinado a no durar en semejante mundo.
Desde el agua surge una amenaza y el pobre animal es arrastrado a través de la hierba alta. Sea lo que sea lo que los ha atacado, le quita a Lucy la cabeza que motivó su viaje y desaparece de nuevo en el agua.
Antes de que pueda lanzarse al agua, el Ghoul atrapa a Lucy y procede a usarla como carnada para lo que nos enteramos es un Gulper.
En medio de semejante escena, los dos personajes tienen un debate ético que, en más de un sentido, los enfrenta y los desafía. Luego de debatir la ineficiencia de la tortura como método de interrogación y escapar de la furia del mutante, el Ghoul se da cuenta de que perdió en el combate la mayor parte de sus medicamentos, que ahora sabemos necesita para no volverse feral.
Lucy le grita que no puede tratar así a otras personas, a lo que el Ghoul responde con una pregunta: “¿Por qué diablos no? La respuesta de Lucy es: "Por la regla de oro: Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti".
La respuesta del Ghoul es a la vez un comentario sobre la lógica de las misiones en la generalidad de los videojuegos y, de lejos, el mejor chiste de lo que va de la temporada: "Sí, bueno, el Yermo tiene su propia regla de oro: te desviarás por cualquier mierda cada maldita vez".
El par de enemigos avanza, con una Lucy amarrada y muerta de sed, y encuentra una valla de Vault-Tec con el ya familiar rostro de Vault-Boy, el personaje que representa a la firma (e, incidentalmente, a la serie). El Ghoul le vuela la cara con un disparo.
Los 33
No habíamos regresado al Refugio 33 desde que Lucy se fue. Las cosas, resulta, no van muy bien para quienes le ayudaron a escapar.
Chet está devastado por su castigo, despojado de su trabajo como un portero glorificado. Norm, en cambio, parece inmune a cualquier represalia, porque detesta por igual todos los trabajos que ha desempeñado.
A pesar de eso, consigue un nuevo trabajo, en la improvisada prisión del refugio, llevando alimentos para los 16 saqueadores capturados. A diferencia de virtualmente cada persona en una posición de autoridad en el refugio, él parece ver la realidad: la rehabilitación no es una opción con estos seres. Es un debate necesario, pero ellos no están preparados para esa discusión.
Afuera, en las dunas, Maximus y Thaddeus avanzan hacia su objetivo, y persiguen el rastro radiactivo que deja a su paso el Ghoul. Eventualmente, llegan también al lago y tarde descubren que la radiación que siguen no es la del villano, sino la del Gulper. Escapan por un pelo y, en el proceso de despachar del horror que promete la boca llena de... dedos (!!!) de la horripilante criatura, ambos exhiben por primera vez coraje real.
Es así que ahora Maximus tiene la cabeza de Wilzig y, de paso, también a su perro, que abandonó o fue abandonado, tú eliges, al Ghoul.
Pulgares arriba
De vuelta en el flashback, hallamos a Coop en otro set, esta vez con gente de Vault-Tec que está encantada de conocerle. Está por hacer para ellos un anuncio comercial.
Su esposa le entrega un overol azul y amarillo que perfectamente podría ser el de Lucy, más de 200 años en el futuro. Mientras le toman un centenar de fotos, tiene una idea que habrá de marcar su legado: ¿Qué tal si levanto el pulgar?
Se cierra así un círculo sombrío: es es el mismo gesto que le enseñó a su hija minutos antes de que cayeran las bombas. Coop adopta la pose, sonríe y extiende el pulgar en el gesto que habrá de hacerlo aún más famoso. Y así, se convierte ante nuestros ojos en el omnipresente Vault Boy, el símbolo de Vault-Tec.
No es de extrañar que odie esa sonrisa.
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