Un mes con el iPhone 16: lo mismo de siempre, pero mucho mejor, y de una manera totalmente distinta

Lo hemos dicho antes: el problema cuando perfeccionas un diseño al punto de satisfacer tus necesidades de producción y, a la vez, las expectativas de sus usuarios, es que no necesitas hacer demasiados cambios. De hecho, como es el caso del iPhone 16, a veces no es en tu interés hacerlos.

Y eso lleva que, muchas veces, productos que mantienen una curva de innovación que requiere, por añadidura, de considerable ingeniería y desarrollo, son recibidos por una parte de los consumidores con el equivalente comercial de un meh…

Apple sabe esto porque, quizás como ningún otro fabricante, ha enfrentado a menudo el señalamiento -unas veces injusto- de ofrecer “lo mismo de siempre”.

Pero aquí está el asunto: lo mismo de siempre no es necesariamente malo, si has acostumbrado a tus usuarios a un cierto nivel de satisfacción, no solo en el producto per se, sino en la experiencia de uso de dicho producto, y de su ecosistema.

En ese sentido, el iPhone 16 es, sí, un iPhone como todos los demás, y en nada constituye la reinvención de la rueda, en especial desprovisto como está, por ahora, de los recursos de IA que Apple ha prometido.

Pero por el hecho de verse y sentirse como todos los otros iPhone, este producto -que hemos probado durante el último mes- corre el riesgo de que sus usuarios pierdan de vista un hecho innegable: que es el mejor iPhone de base que la compañía ha lanzado en su historia.

O, en otras palabras, que Apple nunca antes lanzó un iPhone tan Pro sin ponerle Pro en la etiqueta.

Vamos a repasar lo que aprendimos.

Ficha técnica del iPhone 16


iPhone 16

dimensiones

147,6 x 71,6 x 7,8 mm

peso

170 g

pantalla

OLED 6,1" Super Retina XDR

2.556 x 1.179 px (460 ppp)

Tasa de refresco de 60 Hz

Hasta 2.000 nits

True Tone, HDR

procesador

A18 Bionic

sistema operativo

iOS 18

RAM

8GB

Almacenamiento

  • 128GB
  • 256GB
  • 512GB

Cámara frontaL

True Depth 12 MP, f /1.9

Cámaras traseras

Principal: 48 MP, 26 mm, f/1.6

Ultra gran angular: 12 MP, 13 mm, f/2.2

Zoom óptico 2x

batería

3.561 mAh

conectividad

USB-C (USB 2, hasta 480 Mbps)

otros

Face ID

Dynamic Island

Resistencia IP68

Llamadas de emergencias

Detección de accidentes

UWB de segunda generación

Botón de Control de Cámara

precios

A partir de $4.679.000 COP

Diseño y Pantalla

Aunque en tamaño y proporciones el iPhone 16 se parece mucho, es cierto, al iPhone 15, con sus orillas curvas y sus lados perfectamente planos, resulta inconfundible por abandonar el tradicional bump de cámaras y cambiar la disposición diagonal de sus lentes en favor de una vertical.

Para quienes disfrutamos el factor forma compacto, este celular tiene un gran atractivo. Con 6,1 pulgadas es más pequeño que los modelos base de otros fabricantes y eso, sumado a su delgadez (son 7,8 mm) y su peso (apenas 170 gramos), hace que el agarre en la mano se sienta cómodo y firme.

Y no es solo que se sienta así: el smartphone de Apple hace gala este año este año de un Ceramic Shield más duradero (la firma dice que debería ser un 50% más resistente que la versión anterior). La parte trasera es la misma del año pasado y, como la del año pasado, debe sus bellos colores a una tecnología de cristal tintado. Por supuesto, el marco sigue siendo de aluminio.

La pantalla Super Retina XDR es absolutamente espectacular, porque es absolutamente OLED. Con una resolución de 2.556 x 1.179 píxeles a 460 ppp, la misma del modelo del año passado, es todo lo que cabe esperar… excepto por un detalle.

En la que ha de ser la omisión más grave de su línea base, Apple habitualmente opta por privar de ProMotion a los iPhones más baratos. Esto significa que el iPhone 16 se ve limitado a una tasa de refresco de 60 Hz cuando virtualmente todos los smartphones -ciertamente casi todos en este rango de precios- tienen una frecuencia de actualización de 120 Hz. Ah, y por alguna razón tampoco tiene Always-On display.

Sin duda, quienes se han acostumbrado a estas funciones las echarán en falta. Pero la verdad es que a un grueso del público consumidor este aspecto puntual le tiene sin cuidado.

Por este motivo, de seguro explicable por consideraciones de precio, debes preguntarte, antes de decidirte por un iPhone 16 o un iPhone 16 Pro, si puedes vivir con esas limitaciones en el iPhone 16. Mi sugerencia: ve a una tienda y compara ambos modelos.

Por que, si puedes, efectivamente tendrías en tus manos un modelo de base con algunas prestaciones -y el precio- propios de sus primos Pro.

Y, si bien no solemos dedicar mucho tiempo al tema de los colores, en este caso parece necesario decirlo: los nuevos colores de los iPhones básicos son más agradables que los de los modelos Pro. Por supuesto, el chasis de titanio se ve más lujoso, pero uno junto al otro, no hay punto de comparación.

Y luego están, por supuesto, los dos nuevos botones. El primero, el Action Button, se extiende como una opción personalizable heredada de los modelos Pro. El segundo, el control de la cámara, es… un tema sensible.

Dado el tiempo que Apple le ha dedicado, se diría que el botón capacitivo que integran los nuevos iPhone es una revolución en diseño comparable al dial de los primeros iPods o la pantalla touch del primer iPhone.

No lo es. Al menos, no lo es por ahora.

Pero eso no quiere decir que no sea un universo de posibilidades que dependerá de lo que la comunidad de desarrolladores imagine con él.

Y a pesar de eso, definitivamente no es una innovación para todos. Claro que es una característica inusual que tiene posibilidades llamativas, pero no es por ahora el aspecto más destacado del teléfono y me atrevería a decir que el control de la cámara es la menos interesante de sus posibilidades.

Porque para quienes nos topamos con él por primera vez, puede ser un gusto que espera ser adquirido. Eso significa comenzar por acostumbrarse a que está ahí.

Superada esa etapa inicial, en la que me descubrí oprimiéndolo sin querer un montón de veces, hay que configurarlo adecuadamente. Apple tiene buenas intenciones, pero hay que darle tiempo para ver lo que puede llegar a ser.

Por dentro

Eso se explica porque el iPhone 16 integra un chip A18 Bionic que no está muy lejos del buque insignia, el A18 Pro. Todos los chips de esta serie usan un proceso de 3 nm logra cruzar la barrera mágica de los 8GB de RAM y es por eso que los iPhone 16 podrán correr la IA de Apple.

Tanto el A18 como el A18 Pro cuentan con CPU de 6 núcleos y motores neuronales de 16 núcleos que Apple asegura son capaces de realizar 35 billones de operaciones por segundo. También tienen nuevos procesadores de señal de imagen y GPU que admitirán ray-tracing en los juegos.

Eso se nota en el desempeño, ya sea pasando de una app a otra, o ejecutando procesos en herramientas de edición como CapCut, viendo películas en Apple Tv+ o, lo dijimos, jugando algún videojuego.

A todo esto se suma el cambio que viene de la mano de iOS 18, que se traduce en nuevas posibilidades de personalización - además de la compatibilidad con RCS- y que eleva la experiencia de usar un iPhone, incluso sin las funciones de IA.

Cámaras

Aunque sobre el papel la cámara del iPhone 16 es idéntica a la de 48MP del año pasado, esta integra un ultra gran angular mejorado de 12MPx, que tiene mejor sensibilidad a la luz porque su apertura es de ƒ/2,2 (en oposición a la de ƒ/2,4 del iPhone 15). Pero también el tamaño de píxel ahora es 1,0 μm en lugar de 2,0 μm.

Es gracias a estas mejoras que el iPhone 16 adquirió un modelo macro, que eludía a los modelos base y era, hasta ahora, una característica exclusiva de modelos como el iPhone 13 Pro y sus sucesores.

El macro es perfectamente hábil en condiciones óptimas de luz y sin duda se beneficia del sensor de 48 MP del modelo de este año.

La cámara principal todavía ofrece zoom de 1x y 2x, y puedes tomar imágenes de 12 o 24MP con ella. Los resultados son un poco más brillantes que los del modelo base del año pasado y ofrecen un apreciable mayor grado de detalles. Eso sí, nada de lente tele.

Por lo demás, el nivel de las fotos es el que hemos aprendido a esperar de un iPhone. En otras palabras, fotos bien balanceadas, con colores vivos y detalles precisos con la simplicidad de limitarse a obturar… y ya.

Esto es particularmente cierto en el modo retrato y en condiciones óptimas de iluminación. Pero faltaría a la verdad no decir que el avance de Apple en el registro de fotografías nocturnas se nota, y mucho.

No es, es cierto, la mejor cámara en un celular, pero sin duda es una de las más consistentes, y sigue siendo divertido hacer fotos con este teléfono, en especial si no quieres preocuparte demasiado por la producción.

Más batería

Lo dijimos en su momento: la vida de la batería donde se siente el cambio más grande en la nueva generación de iPhones. Como es habitual, Apple no dio detalles, limitándose prometer hasta 22 horas de reproducción de video en el iPhone 16 y hasta 27 en el iPhone Plus.

En la práctica, estamos ante un cambio que, sin ser un salto, es definitivamente apreciable. Atrás quedaron los días de temer que la batería no resista el día y, de hecho, ni siquiera exigiéndola con videoconferencias, o con películas de Netflix o de YouTube, logramos llevarla a cero antes de terminar el día de uso.

Pero si tu exigencia sobrepasa la de nuestras pruebas, cargar al 50 por ciento una batería descargada toma apenas 30 minutos, eso sí, siempre y cuando tengas un cargador de 22W o más.

En resumen, con un procesador al menos en la familia del de los modelos Pro, una lente ultra gran angular mejorada y un diseño a la vez más resistente y más… bonito, el iPhone 16 es un paso adelante en cuanto a lo que puede -y debe- ofrecer un iPhone de última generación, incluso sin apellidos como "Pro" o como "Max". El botón de acción y el botón de control de la cámara son interesantes, pero la verdadera novedad vendrá de la mano de la promesa, todavía pendiente, de Apple Intelligence.

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