Más vale tarde que nunca: 'Godzilla Minus One' llega por tiempo limitado a cines de Colombia

Desde que irrumpió en la escena cinematográfica, el año pasado, con sus efectos visuales impresionantes y su narrativa centrada en personajes, hablamos de Godzilla Minus One y en su momento lamentamos que por acción u omisión de las distribuidoras, no llegara a cine en Colombia.

Bueno, con el mismo énfasis con el que celebramos que Netflix haya tenido a bien sumarla a su catálogo para América Latina y los Estados Unidos, hoy celebramos que Cine Colombia vaya a exhibirla por algunos días. Es, por supuesto, alrededor de seis meses tarde, pero no en vano hablamos, sin aspavientos, de la mejor película de Godzilla en... ¿cuarenta años?

Y es así porque, desde su primera aparición en el cine hace 70 años, Godzilla ha llegado a convertirse en un ícono del cine global. Quienes hicieron la película original de 1954 no tenían cómo saber que estaban inaugurando una saga multimedia que recibió el Guinness World Records como la franquicia cinematográfica más longeva de la historia.

Pero lo cierto es que las iteraciones más contemporáneas no siempre representan la naturaleza original del personaje. La escena de Kong colgado de las espinas dorsales de Godzilla en el clímax de Godzilla y Kong: El nuevo imperio podrá vender entradas, pero no es, en absoluto, lo que Godzilla era... lo que Godzilla es como fue concebido el personaje originalmente.

Todo esto hace tan importante el estreno en Netflix de una cinta como Godzilla Minus One que, por añadidura, llega al streaming convertida también en una franquicia ganadora del Oscar.

De qué trata Godzilla Minus One

El principal acierto de Godzilla Minus One, que en este punto no debería sorprender descubrir fue producida por Toho, el estudio japonés de la ciudad de Chiyoda, cerca de Tokio, que es responsable de docenas de títulos del género kaiju,  es haber ubicado la historia, de nuevo, en el Japón de la posguerra. De hecho, se trata de la primera cinta doméstica japonesa del Godzilla de Toho, desde el reboot de la franquicia en 2016 con Shin Godzilla.

El título alude, justamente, a que el país está en su punto más bajo cuando surge una nueva crisis en forma de un monstruo gigante, bautizado con el horrible poder de la bomba atómica.

Godzilla Minus One no es sutil en usar al monstruo como representación del efecto devastador de ese ataque a Japón. En más de un sentido, aquí Godzilla ES la bomba, que llega a un país que ya estaba postrado cuando lo ve desatar su poder apocalíptico sin que nadie pueda siquiera aspirar a detenerlo.

También es acertada la elección de una mirada desilusionada frente a la capacidad de las autoridades para defender a la población.  Ante la apatía del Gobierno, corresponde salvar el día a tres hombres sin superpoderes, que le dan a la cinta una dinámica que a ratos evoca al Jaws de Spielberg.

La película rinde homenaje a la historia original al representar a una bestia despiadada y destructiva empoderada por la radiación de las bombas nucleares, sin motivaciones ni justificación. Godzilla no es aquí una fuerza de la naturaleza, ni mucho menos un héroe benevolente. Se trata nada menos que de una fuerza destructiva imparable, insondable, incomprensible.

'Muerte, destructora de mundos

Es, por tanto, providencial que esta cinta se haya estrenado en cines cuando Oppenheimer se aprestaba a recolectar un montón de premios Oscar, porque fueron las bombas atómicas desarrolladas por J. Robert Oppenheimer -Fat Man y Little Boy- las que dejaron en ruinas dos ciudades de la Tierra del Sol Naciente.

Cerca de 100.000 civiles inocentes fueron asesinados en lo que sigue siendo el único uso de armas nucleares contra seres humanos en la historia de la humanidad y si Oppenheimer no nos mostró los efectos del ataque, los desechos nucleares y la radiación, es por lo menos notable que lo haga, en una impactante manera, una película de ciencia ficción sobre un lagarto monstruoso.

En Godzilla y Kong: El nuevo imperio, una película innegablemente entretenida, se retrata a Godzilla como una especie de antihéroe, luchando -a veces a regañadientes-para defender a los seres humanos contra monstruos aún peores.

Es difícil reconciliar esa versión de Godzilla con la que nos muestra Minus One. Guardando las proporciones, es como volver a ver a los nazis de caricatura de Cazadores del Arca Perdida después de ver Schindler´s List. Este Godzilla, que, de nuevo, es el original, es una bestia despiadada y destructiva sin ningún respeto por la vida humana o la civilización.

Por eso, el director Takashi Yamazaki, que no en vano es un artista de efectos especiales, devuelve a Godzilla a sus raíces y rinde homenaje a las imágenes más viscerales del canon que muestran a miles de ciudadanos japoneses -que lo llaman "Gojira"- huyendo aterrorizados.

Es una pena que haya tardado tanto en llegar a cines de Colombia, pero es de celebrar que, al menos, haga su paso por algunos días. Felices como estamos de tenerla en Netflix, si hay una cinta de Godzilla que valiera la pena ver en cine era esta, que desde su título representa una dolorosa ecuación utilizada en Japón, para recordar la peor época de la historia del país, cuando no era concebible caer más bajo.

Godzilla Minus One puede verse en Netflix y, por algunos días, en salas de Cine Colombia.

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