La Casa del Dragón: resumen del episodio 6 de la segunda temporada en Max

Dragon
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La segunda temporada de La Casa del Dragón entró formalmente en su recta final y, tras los acontecimientos de este episodio, solo dos quedan dos para cerrar el arco -trágico, heorico o fatal- de sus personajes.

--Siguen spoilers del episodio seis de la segunda temporada de La Casa del Dragón--

'La Plebe'

La acción comienza con una falta total de acción. Las tropas de los Lannister, que sirven al bando de los Verdes, se mueven hacia Harrenhal, pero se niegan a entrar en combate si la corona no envía a Aemond… y a su dragón.

No es una petición carente de lógica: Vhagar ya cobró la vida de dos dragones del bando de los Negros… y la de uno de los del suyo. A diferencia del libro, la serie parece haber confirmado la muerte de Sunfyre, pero persisten las dudas de lo que eso representa para acontecimientos futuros que no podemos discutir sin spoilear el final de la saga.

En King’s Landing, las cosas no marchan bien para Alicent, que no solo no pudo evitar el ascenso de Aemond -de quien claramente desconfía en relación con los hechos de Rook’s Rest-, sino que se ve privada por este, en su calidad de regente, del asiento que ocupaba en el Consejo Privado desde que reemplazó a su esposo, Viserys.

Eso no evitó que, en el proceso de salir, asestara a Aemond un durísimo golpe al preguntar: “¿Acaso las humillaciones de tu niñez no han sido vengadas?”. A pesar de sus proezas en batalla y de su ascenso, ya sea temporal o no, a la corona, Aemond sigue siendo el niño maltratado que no recibió jamás el respeto de nadie.

‘Una situación imposible’

Corlys

En Dragonstone, Rhaenyra tiene una nueva Mano: Aún en duelo por la muerte de su esposa Rhaenys, Corlys Velarion regresa para asumir el cargo, y llega justo a tiempo para ver a un inseguro Steffon Darklyn escuchar a Rhaneyra decirle que tal vez sea capaz de montar un dragón.

Es claro, desde el primer momento, que es una mala idea. Rhaenyra está en lo que ella misma reconoce como “una situación imposible y está en proceso de lanzar el plan de Mysaria para invitar una revuelta en King's Landing.

Al menos en este, las cosas parecen ser un total éxito, toda vez que reconoce el poder de 'la Plebe'.

El descontento de los habitantes de King’s Landing es palpable. Mysaria envía botes con comida para fomentar la simpatía de los ciudadanos a la causa de Rhaenyra y, a la vez, el resentimiento contra la corona, que alcanza un punto de ebullición impulsado por el hambre. Alicent y Haelena reciben un vistazo quizá demasiado cercano cuando una revuelta casi les cuesta más que solo un susto.

Viserys

En Harrenhal, las visiones de Daemon se hacen repetitivas, pero al menos las de esta semana nos permitieron tener de vuelta a Paddy Considine, retomando el papel del fallecido rey Viserys.

Para este punto está claro que Daemon está perdiendo control de todo, incluso de su mente.

Pero cuando parece listo a largarse, Daemon se cruza con Allys Rivers, que le anticipa “un cambio en el viento” en tres días. Los vientos, en efecto, cambian, toda vez que fallece lord Grover Tully, señor de Riverrun, con lo que su sucesor, el joven Oscar Tully, puede ahora movilizar las tropas que Daemon necesita desesperadamente.

Daemon

En todo este arco sobresale la gran actuación de Matt Smith. Solo puedo decir que es increíble que HotD pueda sostener el drama de esta historia con nombres sacados de Plaza Sésamo.

De vuelta en Dragonstone, el intento de darle un jinete a Seasmoke no sale bien y Ser Steffon paga con su vida haberse creído digno. El dragón, queda claro, tiene otros planes, y sale a buscar por sí mismo un jinete digno.

Este, resulta, no es otro que Addam Velaryon, hermano de Alyn y, como él, bastardo de Corlys. El plan de Rhaneyra, que parecía tan muerto como ser Steffon, está vivo y nos damos cuenta, entonces, de que así como el cuarto episodio fue una batalla y el quinto un puente, este es un giro que cambia súbitamente las cosas para varios personajes.

Las cambia para Rhaenyra, que estuvo a punto de abandonar su plan de buscar jinetes de dragón y, sabemos, las recuperará con el retorno de Seasmoke.

Las cambia para Daemon, que estuvo a punto de irse de Harrenhal derrotado y humillado, pero se ve reducido a derramar lágrimas de alivio cuando la muerte de lord Grover le devuelve la esperanza.

Aegon

Las cambia para Aegon, que tras una escalofriante visita de su hermano Aemond. Deformado e inválido, recibe a un siempre maquinador lord Larys, que a su vez ve en ayudarle al rey a conservar la corona la única vía para seguir siendo relevante para la monarquía.

Rhaena

Finalmente, aunque por ahora sea solo una idea en su mente y una expresión en su rostro, las cambia para Rhaena, que descubre que los dragones bebé que llevo a The Eyre no son los únicos en ese confín de los Siete Reinos. A la sombra del castillo habita un dragón salvaje y está claro que su destino y el de esa bestia sin domar se cruzarán antes de que termine la temporada.

El episodio termina con Rhaenyra alzando vuelo hacia el encuentro con un nuevo jinete de dragón. En su mente, puede tratarse de un enemigo al servicio de los Verdes, pero la reina sin trono tiene, sin saberlo, un nuevo y poderoso aliado. Hay un nuevo rider en el aire, pero La Casa del Dragón nos muestra que al menos otros tres aguardan en las sombras.

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