Alexander Torrenegra, de Shark Tank Colombia: "me gusta hacer dinero como inversionista, pero me gusta hacer todavía más dinero como emprendedor"

Shark Tank Alexander Torrenegra
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El tanque abrirá nuevamente y esta vez, con un giro digital. Por primera vez los fans de Shark Tank Colombia podrán ver los pitches de esta, su sexta temporada, en YouTube, incluso antes de su estreno en televisión.

La sexta temporada de Shark Tank Colombia llegará a la pantalla de Sony Channel el viernes 27 de septiembre a las 10:00 p.m. El panel de ‘tiburones’ se renueva con el antioqueño Miguel Piedrahita, quien participa activamente en las juntas directivas de algunas de las empresas más importantes del país.

Piedrahita se unirá a los experimentados Álvaro Rodríguez, Andrea Arnau, Hanoi Morillo, Mauricio Hoyos, Miguel McAllister y Samy Bessudo, que estarán rotando durante la temporada. Y, por supuesto, también a Alexander Torrenegra, que ha sido shark desde la primera temporada.

Torrenegra, empresario, inventor e inversionista colomboestadounidense, es el fundador y director ejecutivo de Torre y ha fundado varias empresas, incluidas Voice123 y Bunny Studio. Desde su casa en Napa, California, habló con Xataka Colombia.

Cuestión de mentalidad

-Todos los días oímos de alguna nueva herramienta de IA y, sin embargo, amenudo me asalta el temor de que nuestras empresas y nuestros emprendedores estén condenados a ser solo consumidores de la IA. ¿Hay alguna otra forma de subirnos a esa ola?

Hay muchas formas de subirse a esa a esa ola y aprovecharla. La la mayoría de nosotros en Estados Unidos, en Latinoamérica, en Colombia, vamos a ser más consumidores de inteligencia artificial que productores de inteligencia artificial, pero esa es la realidad para la vasta mayoría de las tecnologías que ha desarrollado la raza humana. Mira la imprenta: ¿cuántas personas leen libros versus las personas que escriben libros? Eso simplemente va a seguir ocurriendo acá. Creo que lo más importante, más que saber que podemos crear cuestiones con inteligencia artificial y no solo consumirlas, es la mentalidad que necesitamos para hacerlo.

Toda herramienta que uno crea hoy tiene probabilidades de alcanzar un impacto a nivel global, independiente de dónde uno crea esa herramienta. Mira cuánto tiempo le tomó a Windows ser creado y entre que empezó a ser usado aquí en Estados Unidos de forma sistemática y su llegada a Colombia pasaron varios años. Si nos remontamos a la energía eléctrica, pues tomó un par de décadas que llegara a Colombia. Incluso Internet, Internet llegó a Colombia como tres o cuatro años después. Mientras que ChatGPT el primer día que la gente lo empezó a usar aquí en EEUU ya lo estaban usando en Colombia y en otros países de Latinoamérica. Ese es un ejemplo de cómo las cuestiones cada vez pasan más tiempo real.

¿Es, entonces, cuestión de mentalidad?

A nosotros en Latinoamérica -y en particular puedo contar esto basado en mi experiencia naciendo y creciendo en Colombia- nos enseñan que las cosas buenas vienen de afuera. Me acuerdo la celebración que hubo en La Candelaria en Colombia cuando abrieron el primer McDonald's en el centro de Bogotá: “Uy, vamos a celebrar mi cumpleaños en McDonald's”, etcétera y claro, como decían, -“¿de dónde son tus zapatos?”, -“los traje de Miami”.
O sea, nos enseñan desde chiquitos que estamos ahí es para consumir, no para crear, porque los que crean están esa afuera y cualquier cosa que uno crea localmente no es suficientemente buena para competir. Entonces cuando uno crece y toda la vida, le están metiendo eso en la mente, ¿cómo vas a tener tú la mentalidad de que vas a poder crear algo que tiene impacto global? Es muy difícil, es una cuestión de mentalidad y creo que que eso es lo primero que tenemos que intentar solucionar.
Y es una de las cosas por las cuales estoy en Shark Tank y una de las cosas por las cuales estoy aquí hablando contigo, porque quiero contar la historia de cómo hemos podido hacer algo así, cómo con talento colombiano, con talento latinoamericano, se puede hacer tecnología que es usada en todo el mundo y que así, de esa manera, otros se encuentran con que se puede, y de esa manera pues también lo intentan hacer.

-¿Cómo altera esa ola de IA la mentalidad de un tiburón? Cuando alguien se para frente a los tiburones a hacer el pitch de una idea, ¿ustedes piensan: “hombre, esto habría sido muy bueno hace seis años, pero hoy en día me lo me lo hace un algoritmo”, o por el contrario empiezan a pensar: “oiga, qué buena idea, yo la puedo impulsar a punta de IA”?

Ni lo uno ni lo otro. Lo que ocurre más a menudo es que llegan personas creyendo que con inteligencia artificial van a poder hacer algo interesante y la realidad es que no, porque no entienden bien la tecnología. Hay un par de ejemplos en esta temporada de compañías que llegaron con pitches de IA donde creo que como decía mi abuela técnicamente estaban "miando fuera’el tiesto", porque no son negocios viables.

Shark

-¿Usted en el panel de Shark Tank es el bueno o el malo?

Yo soy el delfín.

-A todos los que acuden ante un panel de sharks los lleva la misma esperanza: todos creen en una idea, con seguridad todos han trabajado muchísimo para llevar su idea hasta el punto de poderla presentar. ¿Ha cambiado algo su actitud después de los años?

Sí, pero principalmente hacia los otros sharks. Si te fijas en los pitches de la primer temporada, éramos muy muy amigueros entre nosotros. “¿Vas tú? Entonces voy yo”. Creo que, al igual que muchas personas, teníamos ciertas inseguridades que conforme más temporadas han pasado más sofisticados nos hemos vuelto como inversionistas dentro y fuera de Shark Tank, más sabemos que lo que nos gusta, más sabemos qué es lo que queremos y más estamos dispuestos a pelear por eso.

-En ese mismo contexto: yo supongo que para un emprendedor pararse delante de ese panel de tiburones representa la oportunidad de encontrar quien lo guíe, quien le enseñe. Como tiburón, ¿usted cree que ha encontrado la oportunidad de aprender también algo haciendo su papel?

Un montón. A mí me gusta aprender, me encanta aprender, de hecho. Yo veo poca ficción, me encanta más aprender de historia, aprender de ciencia. Hay muchas cuestiones reales que son más divertidas que muchas cosas que otros se han imaginado y para mí escuchar cada pitch de un emprendedor es una oportunidad de aprender de esa industria, de aprender de ese sector, de aprender cómo funciona algo a lo que yo tal vez en algunos casos jamás había estado expuesto, o algo a lo que he estado expuesto, pero aplicado algo en particular que no había pensado previamente.
Desde el principio, algo que me encanta de Shark Tank es tener la oportunidad de aprender de muchas personas. De los otros sharks también aprendo un montón, porque hay algunos tienen experiencia significativa en segmentos en los cuales yo me considero altamente ignorante.
Y también, después, aprendo de la audiencia. Ahora los episodios van a salir primero en YouTube que en televisión, algo que de hecho es bastante innovador, y Sony Latinoamérica está siendo la vanguardia, porque ni siquiera lo hace Estados Unidos. Yo leo los comentarios de las personas y muchos hacen referencia a si ellos hubieran invertido , a potenciales competidores o potenciales formas en que ellos habrían hecho las cosas diferentes.

-¿Todavía suscribe la tesis de que es preferible 'bootstrapear' que recoger capital o cambió de parecer ahora que es inversionista?

No, por el contrario. Creo que la mayoría de los emprendedores no deberían levantar capital de riesgo. Soy inversionista, me gusta invertir, me gusta hacer dinero como inversionista, pero me gusta hacer todavía más dinero como emprendedor.
Creo que uno de los problemas que hemos visto, sobre todo en el sector de la tecnología en Colombia, es que el emprendedor por defecto cree que para hacer un negocio viable tiene que levantar capital, cuando la mayoría de los negocios -incluyendo negocios que tienen que ver con tecnología- son negocios que para funcionar lo que necesitan es alguien que esté dispuesto a clavarse, a trabajar duro y a crear la tecnología y venderla. Muchas veces no necesitas capital de inversión para hacer eso.
Entonces no, de hecho tengo hoy en día una aceleradora -Torrenegra-, que está enfocada en apoyar emprendedores bootstrap para que puedan crecer sus negocios más rápido y mejor de lo que los podrían crecer a punta de coaching.

-Llama la atención escuchar a un shark diciendo eso...

En Shark Tank me di cuenta de que muchos emprendedores iban levantando capital, no porque necesitaran dinero, porque tenían negocios con flujos de caja atractivos, sino porque querían un apoyo estratégico. Pero, imagínate, después de seis temporadas, en cuántos emprendimientos hemos invertido. O sea, ni siquiera nos da para invertirle una hora por semana a cada emprendimiento. Y yo que soy CEO de una compañía, pues haz la matemática. Entonces yo no voy a poder ser tu socio estratégico, incluso si estás dispuesto a dar un porcentaje significativo de la compañía. En muchos casos lo que de verdad hace falta es un buen acompañamiento y pues fue lo que resultamos creando: la aceleradora.
Ahora, hay muchos otros que van para los que sí definitivamente el capital es útil, el capital es necesario, y para mí como inversionista uno de los retos es aprender a diferenciar entre un caso y el otro.

-En seis años como shark, ¿ya se le cruzó la oportunidad soñada? ¿La que usted dice: gracias a Dios yo acepté hacer esto porque si no nunca lo habría conocido”?

Sí, ha habido varios varios emprendimientos, tanto en términos de retorno de inversión como en términos de de impacto. Obviamente, conforme más tiempo pase, más probabilidades hay de que esos emprendimientos lleguen a esas metas.
Entonces, los que van más lejos son los de la primera temporada: Liftit, que es una compañía de carga con operaciones en múltiples países; Kiwibot, los robotitos que entregan domicilios en no sé cuántos campus universitarios en EEUU; Vaki, que se volvió la plataforma de crowdfunding de hacer vacas para procedimientos médicos, para escribir libros, para representar a Colombia…

-¿Todavía trabaja 90 horas a la semana?

De vez en cuando, sí. Hago 90 horas de vez en cuando, pero mi horario tradicional de trabajo son 80 horas por semana y, pues, lo sigo haciendo.

El tanque

Shark Tank es un formato televisivo que brinda a un grupo de emprendedores la oportunidad de darles mayor visibilidad a sus proyectos, tratar de asegurar fondos de inversión para los mismos, y recibir una buena dosis de consejos provenientes de la experiencia de los inversionistas.

A lo largo del ciclo, los aspirantes exponen sus proyectos ante el panel de tiburones, con la esperanza de lograr respaldo económico y transformar ese proyecto o idea en un floreciente negocio y de la mano de al menos uno de los tiburones.

Este proyecto fue aprobado para recibir el incentivo CINA (Certificado de Inversión Audiovisual), otorgado por el gobierno colombiano y administrado por Proimágenes Colombia, el cual consiste en un descuento tributario equivalente al 35% del gasto en servicios audiovisuales en el país.

Shark Tank Colombia, producido por Sony Pictures Television Latinoamérica, es una adaptación del famoso reality Dragons’ Den, creado por Nippon TV en Japón. El formato, distribuido por Sony, ha sido adaptado exitosamente en 50 países como Alemania, Australia, Brasil, Canadá, Dinamarca, Francia, Estados Unidos, México y Reino Unido.

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