A partir de ayer, utilizar cualquier producto desarrollado o patrocinado por Kaspersky Lab en las oficinas federales de los Estados Unidos es ilegal. Este veto llegó luego de que el presidente Trump promulgara este martes la nueva Ley de Autorización de Defensa Nacional 2018, al tener el Departamento de Seguridad Nacional del país fuertes sospechas sobre actos de espionaje presuntamente llevados a cabo por la compañía de origen ruso a favor del gobierno de su país.
Las preocupaciones en materia de ciberseguridad en el gobierno Trump no son nuevas. Desde 2016 y durante su campaña electoral, el candidato denunció filtraciones de correo electrónico y actos de espionaje llevados a cabo por el gobierno ruso. Luego en mayo de este año, el mandatario firmó una orden ejecutiva que exigía a las agencias del gobierno, modernizar y fortalecer sus sistemas informáticos.
El gobierno de los Estados Unidos no es el primero en mencionar a Kaspersky, como una posible amenaza; pues ya a principios de diciembre, el gobierno del Reino Unido habló del peligro que representa el ciberespionaje ruso y también señalaron de forma indirecta a Kasperky.
“Considerando el grave riesgo que Kaspersky Lab representa para nuestra seguridad nacional, es necesario que la directiva actual para eliminar el software de Kaspersky Lab de las computadoras del gobierno se amplíe y refuerce por ley", dijo en un comunicado la Senadora Jeanne Shaheen, quien diriguió buena parte de los esfuerzos de esta iniciativa. "El caso contra Kaspersky está bien documentado y es profundamente preocupante. Esta ley tenía bastante tiempo pendiente, y agradezco la urgencia de mis colegas bipartidistas en el Comité de Servicios Armados del Senado para eliminar esta amenaza de los sistemas gubernamentales. En el futuro, seguiré presionando para que se tomen medidas adicionales que fortalezcan la ciberseguridad de nuestra nación y protejan a nuestra democracia de la perjudicial interferencia extranjera."
En un comunicado de prensa emitido por la compañía de ciberseguridad, la empresa afirma que las acusaciones del gobierno de los Estados Unidos no han podido ser comprobadas, y se basan únicamente en el origen ruso de la sede central de la empresa.
“El Congreso señaló a Kaspersky Lab basándose únicamente en la ubicación de su sede central, lo que ocasionó daños sustanciales e irreparables a la empresa, a sus empleados con base en los EE.UU. y a sus socios comerciales con sede en los EE.UU. Kaspersky Lab está evaluando si es necesario tomar medidas adicionales para proteger sus intereses. Mientras tanto, Kaspersky Lab continúa priorizando la protección de sus clientes de amenazas cibernéticas, independientemente de su origen o propósito, y colaborando globalmente con la comunidad de seguridad de TI para luchar contra el delito cibernético".
Lamentablemente para la empresa del famoso antivirus, hace poco se descubrió que su software había sido utilizado por espías israelíes como herramienta de espionaje, y WikiLeaks filtró documentos de la CIA que exponen cómo la agencia de inteligencia estadounidense** se hizo pasar por Kaspersky **para ocultar su identidad en su plataforma de comunicaciones encubiertas para sus programas de malware.
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