OpenAI anunció que ChatGPT tiene desde hoy compatibilidad con algunos plugins que extienden las capacidades de la IA gracias a información más reciente o en tiempo real.
Estos nuevos plugins permitirán que ChatGPT pueda no solamente navegar por Internet, sino también interactuar con algunos sitios específicos de manera directa. En el anuncio, OpenAI dice que es como dejar que otros sitios web sean los ‘ojos y oídos’ de ChatGPT.
Con este soporte, ChatGPT es incluso más potente que antes. En su cuenta oficial, Greg Brockman, CEO y cofundador de OpenAI, muestra un ejemplo en donde alguien una ChatGPT para encontrar una receta, y la IA no solamente responde, sino que también crea un carrito de compras en Instacart con los ingredientes y dirige al usuario hacia la pantalla de pago.
El acceso a estos plugins todavía está en fase de pruebas con un grupo pequeño de usuarios y de sitios web con los que puede interactuar, dentro de los que se incluyen Expedia, OpenTable, Wolfram, Kayak y Zapier.
OpenAI también está implementando un plugin propio llamado ‘Browse’, que simplemente le permite a ChatGPT buscar información directamente en Internet.
Recordemos que hasta el momento ChatGPT estaba limitado porque su base de datos va hasta septiembre de 2021. Con uno de los nuevos plugins, se abre para la IA un acceso virtualmente ilimitado a cualquier elemento que exista en Internet.
Y al igual que como ocurre con Bing, ChatGPT entrega también un listado de los sitios web que ha usado como fuentes para llegar a las respuestas concretas.
Cada vez menos restricciones
De cierta forma, lo que estos plugins logran en la práctica es que ChatGPT reemplace casi por completo la necesidad de interactuar con algunos sitios web. Liberada de sus barreras anteriores, la IA no solamente puede ayudar a buscar viajes u hoteles, por ejemplo, sino que puede encargarse, sin problema, de hacer toda la reserva.
El sistema es incluso más impresionante si tenemos en cuenta un ejemplo reciente basado en GPT-4. En ese experimento, el objetivo de ChatGPT era resolver un Captcha, una restricción pensada específicamente para detener bots de entrar a algunos sitios.
Pues bien, ChatGPT -potenciado por GPT-4- se hizo pasar como un humano con discapacidad visual para contratar a un empleado humano de un sitio web llamado TaskRabbit. El trabajador le dio la respuesta del Captcha y luego la IA pudo acceder a la información. Muchos expertos han prendido las alarmas sobre las implicaciones éticas de este tipo de funciones.
Justamente por eso OpenAI indicó que han implementado restricciones para prevenir este tipo de usos, así como prevenir el acceso de la función a un grupo pequeño de usuarios. Los interesados en probarla pueden inscribirse a la lista de espera en este enlace.
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