No sabemos si los robots del futuro lograrán tener conciencia de sí mismos, pero lo que sí que es más que probable es que vean, oigan y sientan mucho más y mejor que nosotros. Y entre esos sentidos amplificados está, desde luego, el sentido del tacto.
Un investigador de la Universidad de Glasgow ha creado un tejido que es más sensible al tacto que la mano de cualquier ser humano, y además se alimenta a través de células solares que permiten que funcione de forma ininterrumpida.
Para robots, pero también para prótesis mejores y más baratas
El secreto de este pequeño guante para manos robóticas es el uso del grafeno, que gracias a una capa finísima con ese material proporciona esa capacidad de convertir el tejido en un sensor táctil que necesita muy poca alimentación, apenas 20 nanovatios por centímetro cuadrado.
Para resolver el problema de la energía el profesor Ravinder Dahiya creó una matriz de células solares que según él hacen que "cuando hay luz disponible, el 98% de ella será recolectada por la célula solar. Es la energía recolectada la que se usará para obtener esa sensibilidad, el sentido táctil".
Para Dahiya este tejido permite obtener un sentido que es "un orden de magnitud mejor que la piel humana", y las aplicaciones de dicha creación son múltiples. De hecho el investigador cree que pueden ayudar a mejorar notablemente las prótesis para pacientes con miembros amputados. La producción de una prótesis de una mano rondaría los 350 dólares, un precio muy inferior al que se ofrece en otras soluciones. Sin olvidar, claro está, que los robots del futuro también podrían obtener ese sentido del tacto privilegiado con desarrollos como este.
Vía | Forbes
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