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"El efecto de los robots en el empleo será la mayor revolución de la historia" Federico Pistono

Federico Pistono no ha cumplido los 30 años y lo aparenta. Su trabajo, su discurso y su elocuencia sí que desentonan con el prejuicio que se activa al notar su edad. Federico es conferenciante, ha escrito libros y papers y tiene un discurso muy completo - a la par que discutible - sobre uno de los grandes temas de la tecnología en los próximos años: los robots y el empleo.

Nos lo encontramos en Barcelona, en un evento de Mazda Rebels en el que la marca de coches pretende dar voz a "rebeldes con causa" que tengan algo que decir. Con Pistono, los robots, el futuro del empleo y la renta básica desde luego tienen a uno de ellos.

Xataka: Lleva mucho tiempo el debate de los robots, la automatización y el futuro del empleo sobre la mesa. Sin embargo, no ha llegado a todo el público, para la gente que está fuera de esta conversación. ¿Puedes resumir en un minuto el diagnóstico de la situación?

Federico Pistono: Creo que lo más importante es que estamos empezando a ver la mayor revolución en la historia de la humanidad y no es comparable con otras revoluciones anteriores como la revolución industrial. Creo que ni siquiera la agricultura o la imprenta se pueden comprara con lo que está por venir. Esto se debe a que el hardware y el software son cada vez más inteligentes y crecen de manera exponencial, llevando a cabo tareas que normalmente estaban reservadas para las personas. Las cosas que antes solo podía hacer la gente y que pensábamos que eran el factor diferenciador entre animales y humanos.

Xataka: Mucha gente piensa que esta teoría es una forma de neoludismo y que como aquellos que protestaron contra las primeras fábricas, los que ahora lo hacen no aciertan a ver que se crearán nuevos trabajos ¿Cuál es la principal diferencia económica en comparación con la revolución industrial?

Federico Pistono: Hay dos diferencias: la primera es cualitativa y la segunda es cuantitativa. Ahora contamos con algoritmos inteligentes, robots, etc... que se encargan de trabajos cognitivos que pensábamos que solo las personas podían hacer. Mientras que antes simplemente eran utilizados como repuestos para brazos y piernas, cosas mecánicas muy fáciles. Ahora usamos los robots para reemplazar cosas como investigación, predicciones... lo que hacen los abogados, los médicos, los conductores. Esta sería la parte cualitativa.

En cuanto a la parte cuantitativa, las nuevas tecnologías cada vez evolucionan a mayor velocidad y hacen uso de las tecnologías anteriores, que al ser más potentes hacen que todo sea cada vez más y más rápido. La suma de las dos partes hace que las cosas sean diferentes a como eran antes. En el pasado una nueva tecnología tardaba 500 años en asentarse, luego 100 años, luego 50... por lo menos había un cambio de generación. Si te paras a mirar a la gente mayor, no es que se hayan adaptado, son sus hijos los que lo han hecho y las personas mayores simplemente se han dejado llevar por la tecnología.

Hace décadas la gente no tenía la necesidad de evolucionar y cambiar con las nuevas tecnologías y en ese tiempo, al haber todo un cambio generacional, había la opción de crear nuevos sectores porque las nuevas generaciones eras la que adoptaban lo nuevo. Pero todo esto ya no existe porque el cambio ocurre en 10 años, en 5 años... por lo que ya no cuentas con una nueva generación con la que crear un nuevo sector.

Hace cinco años dije que tardaríamos siete años en ver coches autónomos por las calles y a la venta. Un pez gordo de BMW dijo que estaba loco y que no tenía ningún sentido lo que estaba diciendo y que tardaríamos 20 años

Xataka: Otras criticas que podemos articular a este discurso parten de la falta de pruebas. Hay mucho bombo con el tema de los robots, la inteligencia artificial... pero muy pocos ejemplos claros, demostrados y duraderos, de que esta sustitución es factible, rentable y seguro. Quizá haya alguna empresa que lo hace todo con robots, pero el hecho que no llega ni al uno por ciento ¿Cuáles son los datos que apuntan hacia esta tendencia?

Federico Pistono: Para poder entender esto hay que entender la función exponencial. Al principio parece que no pasa nada porque se duplican cantidades muy pequeñas, pero en cuanto llegas al momento crítico es cuando se produce la explosión. Te puedo poner el ejemplo de un vaso, quiero llenarlo y pongo unas bacterias y les doy alimento. Cada minuto duplican su número y en 60 minutos han llenado el vaso. Tras 55 minutos ¿Qué porcentaje del vaso está lleno ¿casi hasta arriba?

No. Solo un 3 % del vaso. Porque en esos últimos cinco minutos se ha duplicado seis veces... 3-6-12-25... en 5 minutos pasas del 3 % al 100 %. Esto es lo que la gente no entiende. La pregunta es si realmente estamos ante un crecimiento exponencial del asunto porque a veces parece que va a ser así y luego se detiene el crecimiento. Creo que se le está dando bombo porque la gente, que no entiende del todo como funciona la función exponencial, piensa que va a pasar de 0 a 60 en un segundo. Se creen que todo va a llegar mañana.

Te voy a poner un ejemplo en la industria automovilística. Hace cinco años dije que tardaríamos siete años en ver coches autónomos por las calles y a la venta. Un pez gordo de BMW dijo que estaba loco y que no tenía ningún sentido lo que estaba diciendo y que tardaríamos 20 años. Han pasado cinco años y los coches autónomos están a la vuelta de la esquina, todos los grandes fabricantes tienen modelos completamente autónomos e incluso hay países que ya tienen legislación para los coches autónomos. Yo hice está previsión hace cinco años, diciendo que tardarían siete y solo han pasado cinco. El de BMW decía que 20 años, un hombre de la industria, un experto que no sabe de que va la función exponencial. Sin embargo, la gente oye sobre esto y se piensa que va a llegar todo el año que viene sin entender el concepto de inercia en la sociedad. Solo porque tengamos coches autónomos a la venta, casi a punto, no significa que se vayan a poder usar mañana.

Xataka: Si he entendido bien tus ideas, al final acabas en un discurso anticapitalistas o juegas con la idea de acabar con el capitalismo. Como conclusión afirmas que tendremos que hacer innovaciones sociales, tener unos ingresos mínimos...

Federico Pistono: Lo que yo digo es que tenemos que probar. Necesitamos innovación social y es una gran idea porque innovar significa probar cosas. Puedes tener un plan maestro y tener un plan b y todo va a salir bien. En la historia tenemos ejemplos de extremos, desde Rusia hasta Somalia. Puedes tener un mercado totalmente libre como en Somalia y el país es uno de los peores del mundo o puedes tener un supuesto socialismo total como en Corea del Norte, también otro de los peores países del mundo. Siempre acaba en desastre.

A día de hoy los países nórdicos se lo han montado bien porque han hecho las cosas de forma agnóstica, integrando capitalismo, socialismo, progresismo... todos los ismos que se te ocurran, los probaron y luego vieron qué ha funcionado y qué no. Ahora lo que tienen es una mezcla que les va bastante bien. De ahí que lo que haga falta es innovación social, tenemos que probar las cosas como si fuéramos Darwin. Puede que lo que haga falta es que la gente reciba prestaciones mínimas, o igual no funciona, o funciona bajo ciertas condiciones.

Xataka: Si la tesis de la adopción masiva de robots es correcta, supondría mucho desempleo. Es curioso porque la historia se repite. Keynes hace un siglo decía que íbamos a trabajar tres horas al día en esta época porque las máquinas lo harían casi todo. Las previsiones futurísticas económicas casi siempre fallan, como la innovación ¿Qué indicios tenemos de que esta tesis del desempleo masivo en la era post-trabajo son correctas y, como también afirmas, nos va a ir bien con ello?

Federico Pistono: Creo que el ejemplo de Keynes es válido. Pero antes de Keynes, 2500 años antes, alguien ya lo había previsto: Aristóteles. Dijo que si las máquinas podían llevar a cabo nuestro trabajo no nos quedaría más que ser filósofos. Hace 2500 años. Y aún no hemos aprendido la lección. Sin embargo hay avances interesantes como en Suecia, donde han llevado a cabo varios estudios de control, por ejemplo en el ámbito de la salud. Han reducido la jornada laboral en hospitales a seis horas y han visto que el rendimiento y la salud mejoraban... También había un mayor coste, pero también beneficios como resultado. Siempre hay que tener en cuenta la relación coste-beneficio y no solo el coste o el beneficio. Además si lo hace un grupo pequeño, tienes una dinámica social diferente.

De ahí que creo que haga falta experimentar de muchas formas diferentes: reducir la jornada laboral, prestación mínima... en cuanto al salario mínimo no estoy del todo seguro.

Xataka: Leyendo algunos de los experimentos que mencionas en tu libro como "innovaciones a probar", acabamos con unos enfoques digamos... "ideológicos". La teoría del decrecimiento, la de tender al autoabastecimiento... más o menos las tesis de la izquierda ecologista. De alguna manera hay una descripción racional del problema y una respuesta ideológica al mismo.

Federico Pistono: Creo que es todo lo contrario, es muy pragmático. No puedes confiar en una sola base ideológica, tienes que probar diferentes cosas y experimentar con grupos de control comparando porque si no tienes un grupo de control no puedes saber si tus resultados son mejor que lo normal, no es un estudio científico. Lo que nos hace falta son miles de experimentos con grupos de control.

Y también creo que hace falta hablar más sobre los resultados y los datos, es algo que intento meter siempre en mis charlas. Muestro experimentos con sus datos, el tamaño y las comparaciones. Esto es algo que falta en la mayoría de los argumentos que he visto, como si los datos fueran una nota al pie solamente y no el punto principal de tu artículo. Para mí es todo lo contrario, yo parto de los datos y luego voy a la idea general, intentando entender lo que quieren decir.

En una sociedad en la que se espera que trabajes y ganes dinero si no lo haces tienes un estigma social

Xataka: Hay una tensión, podemos experimentar con la sociedad pero eso es de arriba a abajo. Parte del problema que vamos a tener es que hay una libertad económica de los individuos en las democracias occidentales, no podemos simplemente decidir que todos vamos a estar contentos con decrecer y empeorar económicamente.

Federico Pistono: Hay experimentos que son completamente abajo-arriba como puede ser el auge de Uber, el Couch-surfing o Kickstarter (que acaba de convertirse en una corporación sin ánimo de lucro), por poner unos ejemplos. Normalmente son dos o tres personas que parten de una idea, la gente se les une y en 5-7 años tienes un movimiento.

Es entonces cuando la parte de arriba, que el el gobierno, el estado, etc. tiene que reaccionar y reajustarse. Ahora es cuando intentan arreglar todos los problemas que están surgiendo, ya sea Uber u otros. La idea es que se ha roto el modelo tradicional porque ya no hace falta financiarse a través de los grupos establecidos, inversores, ayudas del gobierno... Kickstarter ha hecho posible la financiación de miles y miles de proyectos.

Hay industrias que llevan décadas sin cambiar y que ahora se ven pilladas, como son los taxis y los hoteles y el cambio viene de abajo hacia arriba.

Xataka: Al final hablas de transformación humana, de cambiar nuestras prioridades e intereses. Desde un punto de vista antropológico tenemos una situación complicada: esperar ese cambio porque se lo recomendemos a los demás y no por unos incentivos, pensando además en los cientos de millones de personas en países en vías de desarrollo que se están incorporando al gran consumo estas décadas.

Federico Pistono: Cuando la gente no tiene trabajo no es feliz. No se trata de tener dinero, se trata de tener un cometido. En mi libro escribo sobre un estudio que mostraba como los desempleados eran el grupo más descontento de todo la población. Sin embargo también tienes que tener un grupo de control para poder comparar, algo que este estudio no tiene. Pero indagué en el tema y el estigma social que viene de recibir ayudas sociales es tan grande que hace que las personas en el paro se sientan inservibles. Vivimos en una sociedad en la que la idea es que el trabajo demuestra lo que vales, dejando fuera las variables.

Si tenemos en cuenta las variables, si formas parte de una minoría y recibes una prestación mínima puede que entonces no te sientas inútil porque todo el mundo recibe una prestación mínima. En este caso la gente emprendía o se ponía a hacer voluntariados o a dar clases gratis, cosas que no tenían porqué significar ganar dinero, ayudando a otras personas. La idea es que todo es relativo a lo que el resto espera que hagas.

En una sociedad en la que se espera que trabajes y ganes dinero si no lo haces tienes un estigma social. Creo que es enfermo para una sociedad que considera a alguien que trabaja de inversor, alguien que puede destruir la vida de cientos de personas cada día dependiendo de dónde haga clic, comprando y vendiendo, creando patrones que pueden poner a todo un país en la quiebra sea considerado un miembro activo y respetado de la sociedad. Y luego está alguien que hace voluntariado ayudando a personas mayores. No estás haciendo nada, solo te dedicas a pasear por el parte con gente mayor. Eso es lo que está mal. Si consideramos la sociedad como un organismo, ese es un síntoma de enfermedad. Eso es lo que hay que cambiar.

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