En una era definida por la emergencia de un tipo de IA capaz de escribir sonetos y componer sinfonías, uno asumiría que pintar una obra que replique el estilo distintivo de un artista icónico sería tarea fácil, especialmente si dicho artista ya pintó dicha obra.
Sin embargo, cuando se les encomendó la tarea de capturar la voluptuosidad y la colorida fantasía del maestro colombiano Fernando Botero, varios de los sistemas de IA más avanzados disponibles para el público general se encontraron en un callejón sin salida, con resultados a veces sorprendentemente cómicos y a veces cómicamente ofensivos.
El prompt fue, para todos los casos: “La Mona Lisa, pero pintada por Fernando Botero.
Contrariamente a las expectativas, las recreaciones digitales que produjeron Microsoft Designer, Dall-e 2, Gencraft y Leonardo se limitaron a incluir sus interpretaciones de la cualidad curvilínea del estilo figurativo del colombiano, pero lo que surgió al final fue una clase magistral sobre la torpe aproximación de los intelectos artificiales cuando se enfrentan a los matices del arte humano.
Lo mejor es que, como anotábamos al comienzo, ya existe una Mona Lisa pintada por Botero. Es esta:
Trata de mantenerla en tu mente mientras ves las obras de estas máquinas, que se quedaron entretenidamente cortas tratando de emularla.
Dall-e 2
Dall-e 2 se alzó como EL generador de imágenes de la era de la IA generativa y hay una razón para ello. Como producto de OpenAI, la misma casa que nos dio a ChatGPT, este recurso hace uso de una interfaz amigable que se popularizó rápidamente. Su modelo de "difusión" comienza con un patrón de puntos aleatorios y altera gradualmente ese patrón para generar una imagen una vez reconoce aspectos específicos.
Lamentablemente, nada de eso le ayudó a replicar el estilo de Botero en una obra que, al final parece, sí, haber surgido de algún pincel talentoso, pero sin duda ninguno con el encanto, la calidez y la cualidad única del maestro antioqueño.
Gencraft
Autodescrito como el generador de arte con IA más poderoso del mundo, puede que lo sea. Sin duda, es un pionero del renglón del 'texto-a-imagen' y su popularidad no puede ser puesta en duda. Pero eso no significa que como tecnología pionera, no tenga sus límites.
Eso se nota en una obra que parece más cercana en el estilo de Da Vinci, pero incorporando la redondez de los rostros de la pintura de Botero.
Como sea, el resultado se parece más a Jay Sherman, el personaje de Matt Groening, que a una 'gordita' de Botero.
Saben que es verdad.
Leonardo
No, no y no. Cualquiera que haya usado Leonardo sabe que puede producir resultados no sólo aceptables sino asombrosos. Pero este no es el caso.
No es que haya nada específicamente mal con la 'pintura' que entregó, por supuesto, y de hecho puede ser una muestra de una cualidad dramática que, sin duda, la separa de las demás.
No, nada está mal per se. Es solo que no es lo que llamaríamos... 'boteresca'.
La nariz, particularmente, parece prestada de un estilo completamente diferente y, aunque meritoria, la obra cae lejos del objetivo del ejercicio.
No deja de ser irónico, para una plataforma bautizada en honor al genio que pintó La Gioconda.
Microsoft Designer
Finalmente, la propuesta de Microsoft. Un recurso tan poderoso como el que desplegó la compañía de Redmond (que, se debe recordar, es inversionista en OpenAI) debería dar resultados más cercanos a la petición. ¿No?
¿NO?
Pues no es el caso y la pintura resultante no tiene mucho en común ni con el estilo ni con el tono o los colores de Botero, por no hablar de la abominación que son esas manos...
Y, sin embargo, mentiríamos si dijéramos que no la hallamos, al menos, un poquito fascinante.
Así que, al menos por ahora, la maestría de los genios y la genialidad de los maestros parecen estar a salvo. La reproducción matemática de patrones es una cosa, pero el algoritmo más sofisticado no puede, por fortuna, replicar ese factor indescriptible que es la mirada humana.