Artistas del engaño: hay una chica y hay un arete, pero eso, Google, no es un Vermeer

En un desarrollo fascinante, que habla del poder inabarcable de la inteligencia artificial (IA) generativa para crear piezas artísticas sorprendentes que hacen un eco inquietante de los estilos de artistas reales y de renombre, una obra de IA se coló en los resultados de Google sobre un artista inmortal.

Y no es la primera vez que esto sucede.

Hace unas semanas, una pieza generada por IA que imita el trabajo del artista holandés Johannes Vermeer fue descubierta entre los primeros resultados de búsqueda de Google por un entusiasta del arte que se sorprendió al buscar el nombre del maestro barroco en el motor de búsqueda y encontrar que la primera imagen que apareció fue una versión sintetizada por IA de la icónica "Chica con un pendiente de perla".

Al momento de escribir esta historia, la simulación del clásico de Vermeer seguía siendo la imagen principal en la visión general de Google del trabajo de Vermeer.

No se necesita un examen muy detallado para reconocer a la pieza colada en su artificialidad. Hay un número de elementos modernos en la imagen generada por IA que dejan en evidencia su falta de autenticidad.

Si bien la obra maestra original data de 1665, la réplica de IA muestra un hiperrealismo antinatural que se ha convertido en un estilo característico de arte generado por IA. Un detalle anacrónico que revela notablemente el artificio es el resplandor luminoso de los aretes de la niña, que parecen pequeñas lámparas eléctricas que proyectan luz sobre su rostro. Interesante elección para incluir en los resultados de un artista anterior a la invención de la bombilla por más de dos siglos.

Un fenómeno en ascenso

Por supuesto, hay una razón para que la imagen haya aparecido entre los resultados. El artículo asociado, de la plataforma cultural Hyperallergic, revela el contexto de la pieza en una publicación de blog de marzo titulada ‘Museo bajo fuego por mostrar la versión AI de la obra maestra de Vermeer’.

Es irónico, por decir lo menos, porque el artículo se ocupa de recoger el descontento de un sector del público cuando el Museo Mauritshuis en La Haya, en los Países Bajos, reemplazó temporalmente el cuadro original mientras estaba en préstamo para una retrospectiva de Vermeer y escogió, entre más de 3.500 entradas, la versión de IA creada por el artista de IA Julian van Dieken como una de las cuatro obras producidas por fanáticos elegidas para reemplazar la obra maestra. Los críticos argumentaron que la réplica de IA socava el ilustre legado de Vermeer, conocido por su magistral manejo de la luz y el encuadre y su obsesivo perfeccionismo.

A principios de mayo ocurrió un incidente similar con una versión de IA de una pintura de Edward Hopper. El algoritmo de búsqueda de Google mostró entre los resultados asociados a ese término de búsqueda (una vez más, era la imagen principal) una pieza fabricada por IA que imita al artista realista estadounidense. En ese caso, Google corrigió ya el asunto.

El auge de la IA en la creación de arte que resuena profundamente con el público demuestra el inmenso poder de esta tecnología y plantea preguntas intrigantes sobre la intersección del arte y la IA y acerca de cómo percibimos y valoramos la creatividad artística en la era del aprendizaje automático.