La supervivencia del arcade más puro es aún más difícil: los monitores TCR están en peligro de extinción

Las modas nostálgicas no son nuevas y en videojuegos siempre ha estado muy vivo el recuerdo, tanto que los clásicos nunca han acabado de morir. No hablamos sólo de vueltas como la NES Mini, sino del intento de prolongar la vida del arcade, aunque esto se pone cada vez más difícil debido a que las piezas van dejándose de fabricar y de estar disponibles.

Al menos si se trata de mantener todos los elementos de una máquina de arcade para que sea lo más auténtica posible, para lo cual el monitor sí es una pieza clave al ser lo que determina la imagen en último término. Es decir, no nos vamos a dar cuenta si la fuente o incluso si el arnés Jamma es nuevo, pero poner un monitor nuevo en vez de uno antiguo sí puede darnos una sensación distinta a la hora de usarla.

No habrá nuevos cargamentos

Cuando asistimos al taller de restauración de un arcade que impartieron el la Arcade Con del año pasado ya vimos que muchas de las piezas eran de segunda mano y que no todas se fabricaban. Así como sí podíamos conseguir una de las piezas clave (el arnés Jamma) nuevo, no ocurría lo mismo con otras piezas como las placas base y los monitores.

Esto es cuestión de obsolescencia y evolución. Cuando cada vez pedimos paneles más finos los fabricantes responden a esta demanda y los han adelgazado evolucionando en materiales y tecnología, y el tubo de rayo catódico (TRC) que hacía funcionar estos grandes monitores ha ido dejándose de fabricar a medida que variaba la demanda, como en el caso de Matsushita, la matriz de Panasonic y JVC en 2006. De este modo, las restauraciones con los monitores de rayo catódico tienen fecha de caducidad (hasta que se acabe el stock).

Para el caso de Michael Ware, fundador de Dream Arcades, calcula que los monitores TRC que tiene le dan para un año, "y después de eso se acabó", como comenta a Venture Beat. De hecho, las reparaciones de estos monitores puede tener su riesgo y complejidad y eso implica un coste que no siempre se considera pagar.

Quien tiene un TRC funcionando, tiene un tesoro

¿Hay solución? Sí, ya lo vimos justamente en la Arcade Con. Había máquinas que funcionaban con un LCD nuevo (una pantalla delgada y actual) que había reemplazado el TRC, ejecutando los juegos antiguos y míticos como el Pang, pero como decíamos antes la imagen no es igual y esto puede representar pegas para los más puristas en cuanto al color (y quizás algún problema técnico, aunque solucionable) como vemos en este Reddit sobre el tema. En el artículo que citábamos antes de Venture Beat también se habla de que "los colores no son tan vibrantes".

De este modo, tener una máquina de arcade funcionando de la manera más pura posible es cada vez más complicado, de ahí que como ya nos dijeron en la Asociación Cultural de Arcade Vintage se hayan revalorizado y su precio siga aumentando. Por suerte, para quienes se conforman con mantener la experiencia aunque no sea con el hardware original, hay formas modernas y económicas de construir una máquina de arcade.

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