La Silla Vacía realizó un detallado análisis de la actividad tuitera del presidente de Colombia, Gustavo Petro, que es un usuario activo de X -anteriormente, Twitter-.
Según el reporte firmado por Ricardo Andrés González Duque y Manuela Galvis, que puede leerse AQUÍ, en 2023, con corte al 15 de diciembre, el mandatario escribió más de 2.500 trinos, en los que habló de política, peleó con sus contradictores e hizo significativos anuncios de gobierno.
Petro es el cuarto mandatario más influyente del mundo en Twitter, según el ranking Twitplomacy. Su uso de la plataforma solo puede describirse como intensivo, y los periodistas estiman que pudo haber dedicado 83 horas en total para redactar sus miles de trinos.
La Silla ilustró la manera en que el Presidente utilizó Twitter para anunciar sus políticas, informar sobre su gestión y responder a preguntas de los ciudadanos.
Por ejemplo, anunció la aprobación de la reforma tributaria, la creación de la Agencia Nacional de Tierras y la visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden. También informó sobre el avance de las obras de infraestructura, como la construcción del metro de Bogotá y la refinería de Cartagena.
Pero también se volcó a ella para criticar la decisión del gobierno de Estados Unidos de no invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua a la Cumbre de las Américas, para responderle al expresidente Álvaro Uribe y para casar una muy pública pelea con su similar de El Salvador, Nayib Bukele.
Con sus reformas a la salud, laboral, pensional, agraria en trámite y su política de paz total sufriendo duros reveses, no es de extrañar que los cálculos de La Silla Vacía den cuenta de que 367 trinos de Petro hayan sido usados para explicar y defender sus principales apuestas de gobierno.
Menos explicable es el uso de la plataforma de maneras personalistas, que evocan más las tácticas de los influencers que las de los estadistas, como escarbando trinos pasados de sus contradictores para ponerlos en evidencia.
Algunos lo consideran una forma eficaz de comunicarse con los ciudadanos y de promover sus políticas. Otros lo consideran una forma de polarizar el debate político y de vulnerar la libertad de prensa.
En resumen, un gran trabajo de La Silla y una buena recomendación para estos días de fin de año.