Uno de los grandes aportes pero también consecuencias del avance de la tecnología es tener la facilidad de estar siempre conectados a Internet y a nuestras redes sociales, sin embargo, las notificaciones constantes y la presión de siempre estar presente en estas plataformas puede llegar a dominar gran parte nuestra vida cotidiana y aplicar filosofías como JOMO, siglas de "joy of missing out" (la alegría de perderse cosas), puede ser de mucha ayuda.
Este concepto se ha convertido en una tendencia global que invita a las personas a disfrutar de la vida real, sin las distracciones constantes de las plataformas digitales.
De hecho, se trata de una perspectiva que se postula como la contrapartida del FOMO (fear of missing out o miedo a perderse algo), al ofrecer una alternativa saludable ante la ansiedad generada por la constante comparación y la necesidad de estar al tanto de cada evento o tendencia.
Incluso promueve el bienestar emocional y mental, sugiriendo que el verdadero disfrute se encuentra en el momento presente y en las experiencias fuera de la pantalla, abogando por la conexión con uno mismo y con el entorno inmediato, priorizando la calidad de las interacciones sobre la cantidad.
Entendiendo el FOMO y su impacto
Desde que las redes sociales se integraron en nuestra vida diaria, el FOMO se ha convertido en un término omnipresente, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
Este miedo a perderse eventos o experiencias sociales, alimentado por publicaciones incesantes en plataformas como Instagram, Facebook, X o TikTok, genera sensaciones de incomodidad, insuficiencia e incluso ansiedad.
Los efectos del FOMO no son triviales e investigaciones recientes han demostrado que el uso excesivo de las redes sociales está estrechamente relacionado con problemas de salud mental, como la baja autoestima y la ansiedad.
Frente a esta presión social, surge el JOMO como un movimiento que defiende la idea de que no estar presente o “perderse algo” no solo es aceptable, sino que puede ser una fuente de satisfacción y bienestar personal.
Este concepto fue destacado por la autora canadiense Christina Crook en su libro de 2014, "The Joy of Missing Out: Finding Balance in a Wired World", y promueve la calma y el disfrute del momento presente al reconocer que la desconexión intencionada de las redes sociales, las notificaciones y los eventos sociales puede ser beneficiosa.
Pasos para aplicar el JOMO en tu vida
Adoptar el JOMO no significa renunciar completamente a la tecnología o a las interacciones sociales, de hecho, se trata de encontrar un equilibrio saludable entre conectividad y desconexión, por lo que pautas para integrar el JOMO en tu rutina incluyen:
- Establecer límites digitales: Define horarios específicos para revisar redes sociales y responder mensajes, ayudando a reducir el tiempo frente a la pantalla.
- Implementar el minimalismo digital: Usa solo las plataformas y herramientas tecnológicas que realmente agreguen valor a tu vida.
- Priorizar el tiempo personal: Dedica tiempo a actividades que nutran tu bienestar físico y mental, como leer, hacer ejercicio o simplemente descansar.
- Desconéctate intencionalmente: Esto puede ser durante una comida, una caminata al aire libre o al final de cada día. Apaga las notificaciones y guarda tu teléfono en otro lugar, y concéntrate en lo que realmente importa.
- Redescubre actividades offline: Aprovecha el tiempo que pasabas en redes sociales para explorar nuevos hobbies o actividades que te interesen como leer un libro, practicar deportes, aprender a tocar un instrumento o simplemente disfrutar de la naturaleza.
- Cultiva relaciones auténticas: La filosofía JOMO también enfatiza la importancia de las conexiones auténticas. Dedica tiempo a las personas que te rodean: familia, amigos y seres queridos.
Beneficios de aplicar JOMO
Al liberarte de la presión de la comparación constante, el JOMO ayuda a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Un ejemplo claro se observó después de la caída de los servicios digitales de Meta en octubre de 2021, cuando muchos usuarios, lejos de sentir FOMO, experimentaron un alivio reconfortante.
Además, la desconexión del ruido externo fomenta la autoexploración y el desarrollo personal, permitiendo una mayor claridad sobre lo que realmente importa en la vida.
Mientras que al tener tiempo para reflexionar y descansar, se abre la puerta a nuevas ideas y estudios han demostrado que el “aburrimiento” puede ser un catalizador para la creatividad.
Finalmente, priorizar encuentros cara a cara y conexiones significativas en lugar de interacciones superficiales en línea fortalece las relaciones interpersonales.
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