Cinco cosas que han cambiado en Hollywood y en el mundo desde la selfie de los Oscars 2014

Hace diez años, Ellen DeGeneres orquestó lo que se convertiría en la selfie más icónica en la historia de los Oscar, invitando a A-listers de la talla de Julia Roberts, Meryl Streep, Brad Pitt y Angelina Jolie a unírsele en un momento supuestamente improvisado de unidad y celebración.

No lo fue, por supuesto. Digo, no fue improvisado.

Se trató en realidad de un truco de marketing por el que Samsung -cuyo Galaxy Note 3 tomó la famosísima foto- pudo haber pagado hasta 20 millones de dólares. Lo que sí fue fue un éxito viral, que horas después de entregadas todas las estatuillas se había convertido en el mensaje más retuiteado de todos los tiempos en Twitter.

Sin embargo, los años no pasan en vano, y una década después las cosas han cambiado de maneras insospechadas: no solo hemos visto a algunas de estas estrellas navegar a través de un laberinto de trastornos personales y profesionales, reflejando la dinámica cambiante de Hollywood y su audiencia, sino que la red en la que se publicó la foto ya no existe, ni tampoco el teléfono que la tomó.

Y a pesar de todo, la selfie del Oscar no deja de ser, diez años después de tomada, una instantánea que capturó un momento con la élite de Hollywood y que de alguna manera -probablemente sin proponérselo- abonó el terreno para las que serían necesarias discusiones sobre la cultura de las celebridades en la era digital.

Estas son cinco cosas que han cambiado en Hollywood y en el mundo desde la foto de los Oscars 2014

1. “Anteriormente, Twitter”

De lejos, el principal cambio se ha producido en el paisaje de las redes sociales en el que las selfies eran una novedad en 2014. El trino del show de Ellen DeGeneres sobrepasó los tres millones de retweets (por alguna razón, desde entonces, ha perdido RT) y llegó a ser el mensaje más retutiteado de la historia.

Pero ya no más, no solo el trino de DeGeneres ya ni siquiera está en el top 5 de los mensaje más retuiteados (la superan, entre otros, los trinos de Mr. Beast y el millonario japonés Yusaku Maezawa, así como el anuncio de la muerte de Chadwick Boseman), sino que la cuenta de su programa ya no está activa (volveremos a eso) y Twitter ya ni siquiera es Twitter.

Como es bien sabido, Twitter es ahora X, y una X que parece sacada de un banco de logos reina donde antes anidaba el icónico pajarito azul.

2. El final del Galaxy Note

La selfie del Oscar fue tomada en un Galaxy Note 3. Pero al final de la decada el emblemático teléfono de Samsung vio llegar su final, con la línea Note 20 como la última jamás producida.

Sin embargo, el icónico S Pen vive a través de los dispositivos Galaxy S Ultra y Galaxy Z Fold. La serie Galaxy Note está oficialmente muerta, según ha confirmado Samsung, pero el S-Pen está más vivo que nunca.

El pilar de la serie Galaxy Note, que ofrece varias funciones personalizadas además de la capacidad de tomar notas o dibujar, fue llevado por al Galaxy S21 Ultra y el Galaxy Z Fold 3 como accesorio opcional y con el Galaxy S22 Ultra Samsung introdujo una experiencia completa similar a la de Note, que incluye el S-Pen en la caja y una ranura dedicada para alojarlo.

Hoy el Galaxy S24 Ultra trae un S-Pen en la caja.

3. Estrellas que se apagaron

Ellen DeGeneres, que alguna vez fue una querida presentadora de televisión, asociada al ambiente optimista  familiar de su talk-show, vivió un duro ajuste de cuentas en 2020, cuando las acusaciones de un ambiente de trabajo tóxico llevaron a una cambio significativo en su imagen pública, que eventualmente llevó a la cancelación de su show.

Por su parte, Kevin Spacey, otra figura destacada en la famosa foto, enfrentó graves acusaciones de agresión sexual que lo llevaron de ser remplazado en All the money in the world a perder, incluso, su papel protagónico en la serie House of Cards. A pesar de haber sido declarado inocente en un juicio posterior, la carrera de Spacey se ha visto innegablemente alterada por estas acusaciones.

4. No más 'Brangelina'

La que fuera en su momento la pareja más glamorosa de Hollywood apareció sonriente en la famosa selfie.

Pero la separación de Brad Pitt y Angelina Jolie llegó en 2016 y, en muchos sentidos, marcó el final de una era. Con sus batallas por el divorcio y la custodia en los titulares de todo el mundo, la separación de las dos megaestrellas subrayó el intenso escrutinio que enfrentan las relaciones de las celebridades, un fenómeno que, irónicamente, puede rastrearse en parte al ascenso de las redes sociales.

5. Estrellas en ascenso

En contraste, estrellas como Lupita Nyong'o y Jared Leto han seguido creciendo, construyendo sobre sus victorias en los Oscar esa noche y tomando parte en proyectos desafiantes, a veces muy exitosos y aclamados por la crítica, si bien ninguno de los dos volvió a ser nominado a un Oscar desde entonces.

No es el caso de Bradley Cooper, que desde su nominación en 2013 (un año antes de la selfie) por Silver Linings Playbook ha sido nominado otras cuatro veces por sus papeles en American Hustle, American Sniper, A Star is Born y Maestro, además de múltiples nomincaciones como productor. En total, Cooper tiene un total de 12 nominaciones al Oscar entre actuación, producción y escritura, pero aún no se ha llevado a casa el oro.

Meryl Streep, en cambio, ha ganado tres premios Oscar a lo largo de su carrera. En 2014 estaba nominada por August: Osage County, pero desde entonces ha sido nominada otras tres veces, por Into the Woods, Florence Foster Jenkins y The Post.

Reflexiones sobre una década

Mirando hacia atrás, la selfie de los Oscar 2014 sirve como una instantánea de un momento particular en la historia de Hollywood, encapsulando los altibajos experimentados por sus estrellas en los años siguientes y también por la sociedad y la industria tech.

La foto nos recuerda la naturaleza fugaz del estatus de celebridad y el ritmo cambiante de la tecnología. A unos días de que se entreguen los Premios de la Academia 2024, esta foto es un testimonio de que la industria continúa evolucionando, con nuevas estrellas que surgen y otras que se desvanecen, con tendencias que ganan auge y otras que caen en el olvido, en un ciclo tan antiguo como el propio Hollywood.