El CES de Las Vegas ha sido el marco en el que HTC ha presentado la evolución de su propuesta en el terreno de la realidad virtual. El nuevo kit para desarrolladores, llamado HTC Vive Pre, -no habrá producto final hasta abril- llega con mejoras en el diseño de sus elementos, ahora más ergonómico, pero también novedades importantes en su aproximación al segmento.
La más destacable es la presencia de una cámara que nos colocamos en la cabeza y que permite explorar nuestro exterior para combinar el mundo virtual con el mundo real en una especie de experiencia híbrida entre la realidad virtual y la aumentada. Un poco al estilo de las HoloLens de Microsoft, algo que plantea posibilidades interesantes de cara al futuro.
Una experiencia prometedora
Los controladores son ahora más fáciles de usar según los responsables de HTC e incluyen una respuesta háptica, y parece que la plataforma promete convertirse en una alternativa de lo más interesante a Oculus Rift -en realidad Valve ha colaborado también con HTC en este desarrollo- que ahora permite ser utilizada en un espacio más reducido que el que exigía el dispositivo original.
Las diferencias con Oculus Rift (que necesita que estemos conectados al PC que gobierna la experiencia mediante cables, aquí necesitamos PC pero no cables) y con Samsung Gear VR (más orientado a su uso de pie o sentado, pero sin que nos movamos) son evidentes, y junto a los controladores están esas estaciones base en forma de cubos que permiten que la interacción con el mundo virtual sea lo más precisa posible.
HTC no ha revelado el precio de la versión final de este desarrollo destinado a ofrecernos grandes experiencias en el campo de la realidad virtual, pero es evidente que cada propuesta tendrá sus ventajas y sus inconvenientes. Lo que parece claro es que tendremos alternativas suficientes como para comenzar a experimentar con esos prometedores mundos virtuales muy pronto.
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