El creador de Oculus compara las Rift con "un buen vino" y las Cardboard con "agua turbia"

Estamos a las puertas de 2016, el año en el que entre otras cosas por fin llegará la versión final de las Oculus Rift. Estas gafas de realidad virtual prometen desde hace tiempo ser una revolución tecnológica en todo tipo de ámbitos, pero otros competidores han tratado de aprovechar el momento para demostrar las bondades de estos mundos virtuales.

Un buen ejemplo son las Google Cardboard, que han acercado esas experiencias a millones de usuarios de forma barata. Sin embargo Palmer Luckey, creador de las Oculus Rift, ha querido dejar claro que la diferencia entre esas experiencias es clara. "Es como comparar un buen vino con agua turbia", afirmaba en Twitter.

Lo cierto es que ambas propuestas sirven a un propósito común, que es el de impulsar todo tipo de proyectos basados en la realidad virtual. Aunque es cierto que las Google Cardboard ofrecen una forma barata y sencilla de comenzar a "jugar" con esas experiencias, la ambición de Oculus y de sus Rift va mucho más allá.

Para Luckey "la realidad virtual se convertirá en algo que todo el mundo quiere antes de que se convierta en algo que todo el mundo se puede permitir". Eso hace intuir que efectivamente las soluciones para disfrutar plenamente de las Oculus Rift serán caras.

De hecho el coste de las gafas para desarrolladores, que actualmente se sitúan en torno a los 350 dólares, no son un buen indicador del precio final de las Oculus Rift que se lancen dentro de pocos meses. Estaremos esperando como agua de mayo (aunque sea turbia) a ese lanzamiento y a validar esa diferencia de la que habla Luckey.

Vía | VentureBeat
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