En los últimos meses han estado circulando algunos testimonios extraños sobre los efectos de la realidad virtual. "Tristeza" lo llamaba Tobias van Schneider en un post en Medium, pero como recoge Rebecca Searles hay muchos testimonios de personas a las que le cuesta volver al mundo real.
Todo parece indicar que la realidad virtual está aquí para quedarse, por lo que la pregunta se hace muy relevante: ¿es posible que la realidad virtual socave nuestra capacidad para experimentar el mundo que nos rodea?
"Una parte de mi mente no podía estar segura"
Searles ha recogido docenas de historias en las que los 'síntomas' varían desde una sensación difusa de somnolencia a un desprendimiento que puede llegar a durar días o incluso semanas.
Hay una descripción muy gráfica Lee Vermeulen, un desarrollador canadiense de videojuegos "Comprendí que la demostración había terminado, pero era [como] si una parte de mi mente no pudiera estar segura. La situación me generó un miedo existencial muy extraño y la única manera con la que podía deshacerme de ese sentimiento era caminar alrededor o tocar las cosas que me rodeaban".
¿Esto es posible? Quiero decir, ¿hay un fenómeno real subyacente o es mera sugestión? La verdad es que es difícil saberlo porque hay poca investigación, pero por lo que sabemos es muy probable que algunas personas sean más susceptibles que otras a los efectos de los que hablamos.
Lo que dice la ciencia
Hay menos de una decena de estudios que estudien directamente la relación entre la realidad virtual y la experiencia disociativa. El primero de ellos se realizó en la Universidad de Montreal entre 2006 y 2010. Los investigadores encontraron precisamente que la exposición a la realidad virtual inducía a la disociación frente a la realidad objetiva.
La investigación que tenemos sugiere que la realidad virtual puede promover las experiencias de disociación
La muestra era pequeña y la tecnología incipiente por lo que no podemos sacar conclusiones, pero el resto de la investigación que se han realizado coincide en la (no tan) extraña relación que existe entre disociación y VR. Algo que nos permite reflexionar sobre el asunto.
¿De qué hablamos cuando hablamos de disociación? Fundamentalmente de dos fenómenos: la desrealización y la despersonalización. La desrealización, precisamente, se trata de una alteración de la percepción del mundo exterior que se experimenta como algo extraño o irreal.
La despersonalización es un fenómeno parecido, pero, en este caso, el objeto experimentado como raro e irreal es uno mismo. No se trata de enfermedades, sino de "síntomas" asociados a trastornos psiquiátricos, el consumo de ciertas drogas o la privación del sueño.
¿Deberíamos preocuparnos?
Si tenemos que ser sinceros, no es nada extraño. Hay abundante investigación que demuestra que, como en todos los rasgos psicológicos, haya diferencias individuales importantes. O, dicho de otra manera, no todos tenemos la misma facilidad para experimentar experiencias de disociación.
Por eso, lo más probable es que la proliferación de historias sobre la disociación y la realidad virtual se debe sencillamente a que es una tecnología en expansión y cada vez llega a más personas (haciendo más probable que nos encontremos con personas con una mayor tendencia a la disociación). Por lo demás, (y excepto que haya trastornos subyacentes) no hay razones para preocuparnos, sino quizá para admitir que no es una tecnología para todo el mundo.
Imágenes | Nan Palmero, Maurizio Prece
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