El Parlamento Europeo ha aprobado la puesta en marcha de un nuevo sistema centralizado para la gestión de la información biométrica en la Unión Europea, un proyecto gigantesco destinado a facilitar las tareas a los cuerpos de seguridad y las autoridades judiciales.
Esa base de datos, llamado Repositorio de Identidad Cómún (CIR) albergará todo tipo de información biométrica sobre más de 350 millones de personas (ciudadanos y no ciudadanos de los Estados Miembros), incluyendo sus huellas dactilares o imágenes faciales.
Una base de datos para gestionarlos a todos
La aprobación de este proyecto permitirá a las agencias de migración, control de fronteras y cuerpos de seguridad acceder a una base de datos centralizada en la que estarán incluidos los datos biométricos tanto de ciudadanos de la UE como de extranjeros de otros países.
Los responsables de la Unión Europa indicaban la pasada semana que el CIR unificará las bases de datos que ya existían tales como el Sistema de Información Schengen, el Eurodac, el Sistema de Información de Visados (VIS) y tres nuevos sistemas, el ECRIS-TCN, el EES y el ETIAS.
La votación sobre este tema se produjo el pasado 15 de abril en el Parlamento Europeo en dos rondas separadas, una para las fronteras y comprobación de visados y otra para la cooperación judicial y policial. Ambas fueron aprobadas de forma contundente por 511-123 (9 abstenciones) votos en el primer caso y 510-130 (9 abstenciones) en el segundo.
Tanto el Parlamento Europeo como el Consejo Europe prometieron contar con mecanismos de seguridad para proteger el derecho a la privacidad de los usuarios y para regular el acceso de los cuerpos de seguridad, judiciales o de control de migración y fronteras a estos datos.
Aún así, algunos analistas lo consideran un "punto de no retorno" y afirman que esta base de datos crea "una base de datos centralizada para el Gran Hermano Europeo".
Los recientes robos masivos de datos en todo tipo de plataformas online -el caso reciente de la plataforma Lexnet en España es un buen ejemplo- no hacen precisamente que este tipo de proyectos nos hagan sentir especialmente seguros, pero hay otras amenazas como las que apuntan a que estos proyectos sirvan para mucho más y acaben sirviendo para monitorizar a gente que no forma parte de investigaciones criminales.
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