En enero de 2018 un escándalo de privacidad afectó a Strava, la aplicación de fitness que acabó revelando por ejemplo bases militares secretas a través de los recorridos que hacían los militares que utilizaban dicha aplicación de cuantificación de la actividad física.
Ahora un problema similar afecta a Polar, el fabricante de relojes y pulseras cuantificadoras cuya plataforma social Flow también está expuesta y revela por ejemplo los domicilios de soldados y agentes de inteligencia de forma sencilla a quien quiera rebuscar un poco.
Si usas estas herramientas y tu información es sensible, cuidado
Los investigadores de Bellingcat y De Correspondent que han publicado el descubrimiento de este problema de seguridad indicaban cómo han hecho una lista de unos 6.500 usuarios que incluyen a soldados en zonas sensibles, agentes de la NSA y altos directivos de empresas que utilizan estas pulseras cuantificadoras y a menudo se identifican con sus nombres reales.
En Polar ya han reaccionado al problema y han suspendido la opción de "explorar" de su plataforma Flow, y ahora están trabajando en ofrecer diversos mecanismos para gestionar la privacidad de forma más potente, pudiendo por ejemplo eliminar todo nuestro historial de sesiones de ejercicios de forma sencilla.
Este nuevo suceso, no obstante, demuestra que la industria de la cuantificación personal —como tantas otras— debería prestar mucha atención a las implicaciones de privacidad y seguridad que tiene gestionar tantos datos teóricamente privados (y algunos sensibles) sobre sus usuarios.
Vía | Engadget
En Xataka | Por qué no voy a regalar nada de tecnología que espíe o que vaya contra la privacidad
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