Elegir los periféricos para el ordenador no siempre es sencillo dada la gran variedad de ellos que existe, pero al menos podemos ir a un lado o al otro según queramos un teclado/ratón tradicional o unos gaming. Algo que podrá parecer evidente a quien tenga más experiencia, pero que no está de más aclarar para el público que tenga más dudas al respecto.
Cambian varios aspectos entre un tipo u otro, dado que todo lo diseñado para el mundo del gaming parte de la premisa de que los usuarios pasan muchas horas usando los productos. Veremos diseño, ergonomía, materiales y todo lo que cambia entre un tipo y otro de periféricos.
Diseño: la (¿impuesta?) estética gaming
Una de las diferencias más llamativas (y quizás menos importantes para algunos) es que muchos de los productos orientados al público gaming siguen unos patrones estéticos bastante característicos, y esto también afecta a los periféricos. De manera relativamente habitual, los teclados y ratones gaming son negros con LEDs y partes de colores vivos y/o fluorescentes, muchas veces como recurso meramente estético (como las luces RGB de los teclados), algo que se iniciaba en torno a los años 2000 según explicaban desde Alienware.
Esto por supuesto no es algo absoluto, y de hecho vemos que la denominación de gaming al final no es más que una manera de calificar un uso muy intensivo (como decíamos en el inicio) y que los fundamentos del diseño, más que la estética, deben estar en la forma, el tamaño y otros aspectos. De hecho, hay casos como el de Acer que desde hace años lanza productos gaming en varios colores sin ceñirse a este negro más típico y que los diseños se han suavizado en algunas marcas como Logitech (hablaremos posteriormente de alguno de sus ratones para gamers y profesionales).
Así, no todos los aspectos del diseño son algo únicamente estético: los teclados para gaming suelen ser mecánicos (hablaremos de ello a continuación) y más grandes al albergar teclas añadidas y soportes para las muñecas. Los ratones también cambian mucho su forma con respecto a los tradicionales, sobre todo buscando la comodidad para largas jornadas de uso y que la mano se acomode durante éstas, añadiendo botones y sobre todo variando el factor forma, llegando a ser verticales.
Teclados: la diferencia entre teclados de membrana y teclados mecánicos
Hay muchas formas de teclado (en elevación, curvos, etc.) pero para empezar quizás debamos considerar la pulsación, y eso depende del tipo de teclado que sea hablando de teclados mecánicos y de membrana, estando los de gaming entre los primeros. En los primeros se trata de una transferencia de la presión al circuito electrónico mediante una silicona, mientras que en los mecánicos cada tecla tiene un interruptor físico.
Los teclados de membrana son más baratos de fabricar (y por tanto lo es también su precio de venta en comparación a los precios de los teclados para gaming), pero su vida media también es más reducida al perder la elasticidad dicha membrana: de unos 5 millones de pulsaciones. Los teclados mecánicos pueden aguantar hasta los 50 millones de pulsaciones, dado su mecanismo y el hecho de que puedan repararse las teclas de manera independiente.
¿Por qué los teclados para gaming son mecánicos? Porque, por lo que hemos comentado, son más precisos, más rápidos y sobre todo tienen más vida útil, además de que para las teclas se usan plásticos e impresión de letras más resistentes (de ahí también que sean más caros en algunos casos). Otros perfiles que suelen optar por teclado mecánico son programadores, editores y en general tecleadores veloces.
De hecho, entre nuestros editores, aunque hay algo de diversidad, hay quien prefiere el sonido y sobre todo la sensibilidad de los mecánicos, como Fernando Sánchez de Xataka Foto. Él nos contaba que le resulta problemático pasar de un teclado mecánico a uno de membrana (de un portátil estándar), dado que en su caso cree que se escribe mejor con el primero.
"Me gusta mucho más el mecánico para escribir por el sonido y sobre todo porque creo que al final se escribe mejor... Es una sensación más que nada, con los de membrana echo de menos el tacto." Fernando Sánchez
Así, no es cosa sólo de gamers como comentábamos, sino que el teclado mecánico (con estética gamer o no) nos puede encajar si nuestro patrón de uso en horas es equivalente, aunque no siempre Miguel López, editor de Applesfera, Xataka y otros medios del grupo, nos cuenta que tiene un teclado mecánico KBT Poker II con teclas Cherry MX Blue, "de las más ruidosas pero teóricamente ideales para alguien que escribe durante muchas horas como es mi caso", pero que encuentra que su velocidad de escritura es más lenta, como también le ha ocurrido a Javier Pastor tras probar varios modelos, prefiriendo teclados silenciosos y de perfil bajo.
"Tras muchos meses cambiando entre éste [KBT Poker II] y el Magic Keyboard he terminado utilizando más el teclado de Apple. Noto que el KBT Poker es más agradable en mis dedos y evita que los tenga más resentidos al terminar la jornada de trabajo, pero la velocidad de escritura es más lenta. Puede que el Magic Keyboard sea menos ergonómico, pero por alguna razón escribo notablemente más rápido con él”. Miguel López
La experiencia puede ser distinta, pero en principio por sus características son más rápidos los mecánicos que los de membrana, y la rapidez es algo clave en los videojuegos. En los teclados mecánicos la latencia (es decir, el tiempo desde la presión hasta la respuesta) es menor, aunque es cuestión de milisegundos (unos 30 ms según vemos en algunas pruebas), pero como hemos comentado en anteriores ocasiones (al hablar de 5G, por ejemplo) la latencia es un asunto importante en los videojuegos.
Otras diferencias: teclas programables y soporte para muñecas
Algo que caracteriza a los teclados gaming frente al resto son las teclas programables, las cuales permiten asociar comandos e incluso macros (una secuencia de teclas). En teclados como el Razer Blackwidows Chroma V2 o algunos modelos de Corsair vemos una hilera de teclas para macro a la izquierda del todo, las cuales en algunos casos sirven para otros usos además de los videojuegos.
El soporte para muñecas también está pensado para que un uso prolongado no sea dañino para esta articulación, intentándola proteger algo más. De hecho, al hablar de ratones verticales ya vimos que el fisioterapeuta Carlos Castaño nos mostraba que movimientos no naturales como los que hacemos al usar el ratón pueden desembocar en un síndrome del túnel carpiano.
Es interesante también el hecho de que algunos teclados para gaming incluyan un sistema anti-ghosting, de modo que hay sensores para cada tecla y se permite pulsar varias al mismo tiempo. Según qué sistema sea, podrá reconocer un número limitado o ilimitado de teclas pulsadas al mismo tiempo.
Ratones: los puntos clave para la buena experiencia en el juego
Como ya hemos avanzado, los ratones de gaming son estéticamente muy distintos a uno clásico, pero además se caracterizan por algunas funciones y características que los hacen normalmente más adecuados para un jugador asiduo. Aunque, como también veremos posteriormente, no sólo los gamers se benefician de sus particularidades.
Éstos son los rasgos que normalmente diferencian y caracterizan a los ratones de gaming:
Mayor dpi: las siglas dpi corresponden a puntos por pulgada (dots per inch), con lo cual tenemos una referencia de la sensibilidad del ratón. A mayor dpi, mayor sensibilidad y por tanto mejor para un uso gaming. Un ratón estándar puede estar entre 200 y 1.000 dpi, mientras que los más avanzados quedan en 4.000 o incluso 12.000 dpi.
Teclas macro: tal y como veíamos con los teclados, los ratones de gaming también las integran, de modo que el usuario puede asociar varias funciones a cada una para los juegos. Esto puede resultar útil por ejemplo en los shooters, ya que en algunos casos podemos asociar que se emulen muchos clics (y así hagamos muchos disparos con una sola pulsación).
Combinaciones de teclas: también como en los teclados, estos ratones pueden permitir que se asocien acciones a una pulsación simultánea de varias teclas.
Tasa de sondeo o polling rate: es algo así como la "tasa de retraso" del ratón en cuanto al envío de información al ordenador, dado que es la frecuencia con la que el ordenador lee la posición y la velocidad del mismo. Se mide en hercios, de modo que a menor frecuencia más retraso y a mayor frecuencia mejor respuesta. A 1.000 Hz el ratón envía información cada 1 milisegundo, mientras que a 250 Hz se hace cada 4 milisegundos.
Angle snapping: es una tecnología que corrige el pulso natural de nuestra mano al predecir que lo que queremos trazar es una línea recta. En este caso es algo que se desea evitar en los ratones para gaming, dado que de ese modo el trazado no es fiel a nuestro movimiento en algunas ocasiones y puede ocasionarnos problemas en desplazamientos o disparos.
Ergonomía: normalmente los ratones para gaming son más grandes y no tienen la tradicional forma curvada (como de lomo de ratón, vaya), sino que hacen que la mano encaje en su forma y que así pueda ser más cómodo su uso durante horas. Algunos incluso permiten ajustar contrapesos para que aún se pueda adaptar más a las necesidades del usuario, como el Logitech G502 Lightspeed que hemos analizado aquí. En relación a esto encontramos varios tipos de agarres:
- Agarre de palma o palm grip: el más extendido en general, en el que la superficie de apoyo de la misma sobre el ratón es la máxima. Son más anchos y largos, pero normalmente no son los que más benefician al jugador dado que dan menos agilidad (siendo más recomendables para un deslizamiento más preciso)..
- Agarre de garra o claw grip: la mano queda en arco, de modo que la superficie de contacto es mucho menor que en caso anterior correspondiendo a las puntas de los dedos y la base de la palma. Este tipo de agarre sí beneficia algo más a los jugadores sobre todo en RTS y aquellos que requieran deslizamientos más rápidos que precisos.
- Agarre de punta p fingertip grip: con menor superficie de contacto que el anterior, de modo que sólo se apoyan las puntas de los dedos. Con esto se logran movimientos aún más rápidos al no tener el dreno natural de la mano y de la muñeca en el grado que actúan en los anteriores.
De ese modo, en principio estas características proporcionan ventajas con respecto a un ratón clásico y sencillo para el gamer, aunque no siempre se cumple lo de "cuanto más, mejor". Por ejemplo, un dpi extremadamente alto no tiene por qué ser lo mejor, dado que dependerá en parte del juego y la resolución de pantalla, y uno demasiado alto podría sernos contraproducente al "desaparecer" en la pantalla con un solo toque.
Además, como ocurría con los teclados para gaming, al estar diseñados para usos intensos pueden encajar perfectamente para otros perfiles con este mismo patrón. Tanto Miguel López como Fernando Sánchez usan ratón gaming no para jugar, sino para escribir y para fotografía.
"Respecto al ratón, los de gaming son imprescindibles para fotografía... El mío puede que no sea considerado como tal, el Logitech Mx Master 2S. Son más grandes y ergonómicos y tienes mucha más precisión." Fernando Sánchez
"En cuanto al ratón, lo defenderé siempre: el Magic Mouse es un atentado a la ergonomía. Utilizo curiosamente un ratón gaming el G502 de Logitech con cable, porque al probarlo noté que se adapta como un guante a la forma de mi mano. Puede que en el futuro lo cambie por uno de la gama MX Master para no tener tanta lucecita en la mesa, pero será cuando necesite realmente ese cambio y no por que simplemente me apetezca”. Miguel López
Así, según nuestro perfil de uso nos podrá encajar un tipo de periféricos u otro, pero lo importante es precisamente hacer un repaso de estas diferencias y, más allá de si juguemos o no, ver qué es más conveniente para nuestra tasa de clics o de tecleo.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.co
VER 0 Comentario