Hemos hablado ya en algunas ocasiones del uso de tatuajes más allá de la estética. Por ejemplo como una alternativa a llevar un wearable cuantificador. El MIT ahora ha ido un poco más allá inventando unos tatuajes con los que se puede interaccionar con un dispositivo entre otros usos.
Se trata de un proyecto llamado DuoSkin en el que ha participado la división de investigación y desarrollo de Microsoft. Son unos tatuajes que cuidan la estética (más bien futurista) llegando a cambiar de color, y de hecho es en parte una de las funciones, aunque su principal uso se basa en la comunicación vía NFC con otros dispositivos.
Sin agujas y con fecha de caducidad
La idea es que sean productos fáciles de diseñar y fabricar, así como económicos. Al menos que sean una alternativa más viable a la joyería en cuanto a producto de estética, una de las motivaciones principales del proyecto según explica Cindy Hsin-Liu Kao (estudiante de doctorado en el Media Lab del MIT) en el vídeo de presentación.
Taiwán tiene una gran cultura de la cosmética y la moda en las calles. Puedes cambiar fácilmente de imagen donde quiera que estés y por poco precio.
Así, el principal usos de DuoSkin es convertir nuestra piel en una interfaz remota de un dispositivo, como un smartphone, haciendo función de touchpad o trackpad (spoiler: el vídeo no podía acabar de otro modo que usando un tatuaje para mostrar los créditos en la pantalla de un móvil). Además, pueden ser un almacenamiento de información (como un código QR) o cambiar de color según la temperatura corporal o la cantidad de radiación ultravioleta, atendiendo más a esa función estética (pudiendo "engarzar" LEDs).
¿Cómo son estos tatuajes temporales? Lo primero es aclarar que aquí no hay tinta ni agujas, sino que se trata de unas láminas impresas en 3D de oro junto con el papel adhesivo (parecido al de los tatuajes temporales que se pegan al humedecer). Sobre esto se añade la superficie que conforma el circuito electrónico, con los componentes necesarios como el chip de NFC.
Un teclado personalizado y temporal
El equipo busca demostrar con su producto la viabilidad y utilidad de trabajar en interfaces sobre la piel, yendo un paso más allá de los wearables. Además, citando el ejemplo de la tierra natal de la doctora Hsin-Liu Kao podría ser un producto que además se aprovechase de las modas estéticas, siendo una alternativa más económica a las joyas (aunque no hablan de precio todavía).
Según plasman en el trabajo los usuarios que lo han probado valoraban el hecho de poder hacer creaciones personalizadas sin mucha dificultad, si bien esto implica tener unos mínimos conocimientos en diseño e impresión 3D. En su caso probaron la función de controlar la reproducción musical de manera remota, veremos si esto acaba siendo una posibilidad real y llegamos a tener tatuajes para usos habituales como cambiar de canal o incluso controlar la domótica.
Más información | MIT
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