Un fuerte movimiento telúrico, que reportes preliminares ubican entre 5,8 y 6 grados, despertó a millones de colombianos en la madrugada de este viernes.
El prolongado temblor, que ocurrió a las 4:18 a.m., tuvo epicentro en Los Santos, en el departamento de Santander. Por fortuna, tuvo también una profundidad de 150 km, lo que -explican los expertos- contribuyó a moderar su potencial destructivo y a esta hora no hay reporte de daños o víctimas.
Este municipio, ubicado 62 kilómetros al sur de Bucaramanga, en lo alto del Cañón del Chicamocha, es reconocido como el segundo nudo sísmico más activo del mundo y sus 15.000 habitantes se han acostumbrado con los años a que tiembla prácticamente todos los días.
De hecho, dos temblores de magnitudes aproximadas de 3,5 y 3,4 grados se reportaron el jueves 9 de marzo en la misma zona, a las 5:30 a.m. y 6:00 a.m., respectivamente. De nuevo, no se produjeron daños y, de hecho, muchas personas en la zona ni siquiera los sintieron.
Pero el movimiento telúrico de la madrugada del viernes 10 se sintió con particularmente fuerza, y las autoridades de emergencia ordenaron un barrido inmediato en la zona de Los Santos para revisar que no ocurrieran daños en infraestructura o afectaciones graves a edificaciones.
Reporte de normalidad
Ese temblor también se vio precedido por otro más leve, que los sismógrafos registraron a las 2:44 a.m. Según la Red Sismológica Nacional, ese sismo tuvo una magnitud de 3,3, con una profundidad de 145 km.
La fuerza del sismo llevó a que se sintiera en departamentos como Antioquia, Bolívar y Quindío. La sacudida llegó a sentirse también con mucha fuerza en Bogotá, en donde miles de personas se volcaron a Twitter para compartir sus impresiones.
Algunos edificios y conjuntos residenciales de Bogotá ordenaron la evacuación preventiva de sus residentes. El Cuerpo de Bomberos reportó normalidad en las 20 localidades de la capital.
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