Durante años, Colombia se caracterizó por ser un país fabricante y exportador de textiles, pero el panorama está cambiando. La Cámara Colombiana de la Confección aseguró hoy que están pasando por un delicado momento, que los llevaría a declararse en quiebra por el gran número de trabajos que se han perdido en los últimos años.
Informes de la entidad aseguran que en el último año se han perdido entre 50.000 a 60.000 trabajos directos y los empresarios han perdido cerca de 5 billones de pesos por cuenta del contrabando. El gremio le envió un mensaje al gobierno, asegurando que los productos importados están en mejores condiciones arancelarias.
Desmonte del arancel mixto, el principal responsable
En diálogo con medios nacionales, Edwin Salazar, presidente de la Cámara de Confección, aseguró que la mayoría de personas que han perdido su trabajo son madres cabeza de familia y que «el gobierno se dejó intimidar de Panamá». En noviembre del año pasado comenzaron a regir los decretos 1745 y 1744, que desmontaron el arancel mixto, dejando así sólo uno advalorem del 15%, y eliminaron también el impuesto de $3 dólares por kilo.
Según Jansen Estupiñán, gerente del Gran San, Medellín y Cali son las ciudades más afectadas por la situación de la industria textil. El Ministerio de Comercio aseguró que la caída en la demanda interna y en el consumo de textiles y confecciones es un fenómeno generalizado en Latinoamérica, y Colombia no es la excepción. Se calcula que $5 billones se han perdido por cuenta del contrabando.
Automatización de procesos industrias: la situación de Colombia
Está claro que todas las empresas del mundo se enfrentan a una revolución digital, que ha cambiado por completo los procesos industriales. A pesar de que en algunos países de Asia la mano de obra es muy económica, los fabricantes se también se han encargado de automatizar procesos que pueden llegar a representar un desgaste físico y mental para cualquier ser humano.
Según Bill Gates, los robots serán mayoría en los puestos de trabajo, un escenario que se pronostica será una realidad en la década de 2030; por lo que las empresas y los gobiernos tienen que crear políticas claras sobre el uso de éstas máquinas. «Necesitamos una sociedad educada y preparada para tareas complejas, ya que los trabajos físicos y no especializados serán los que se eliminen con la llegada de los robots», aseguró Gates.
El panorama en Colombia es complejo, por un lado los países asiáticos producen más ropa 'económica', que se vende en todas las ciudades del país. Por el otro, distintas empresas ya iniciaron la implementación de máquinas españolas e italianas que reducen la planta laboral sólo a un trabajador. Éste tipo de tecnología es capaz de producir una prenda entera sin costuras en menos de 7 minutos y no requiere de agua, no desperdicia material y no contamina.
En el país se han implementado más de diez iniciativas que buscan reactivar la industria: Bancóldex ha desembolsado $34.000 millones de pesos en lo que va de 2017; se espera que para final de año se hayan invertido más de $100.000 millones de pesos. El debate de la automatización continuará, con más robots y máquinas especializadas más trabajadores abandonarán sus puestos de trabajo, pero al mismo tiempo, el país necesita mejorar sus procesos industriales para competir con las importaciones.
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