Desde aquel boom de los wearables deportivos, con Fitbit, Nike y otras marcas intentando tener su lugar en la monitorización de la actividad, la tecnología y el deporte han ido aún más de la mano. No es de extrañar que con las ventajas que los cada vez más sensibles sensores y otras tecnologías han aportado a este mundo en los Juegos Olímpicos de Río los vemos aplicados a gran número de actividades para mejorar el registro y complementar la emisión.
Pero además de buscar la máxima precisión en determinar quién gana (a veces cuestión de fracciones de segundo o milímetros), están los propios equipos que en esta ocasión han recurrido a wearables e incluso prendas que van más allá de lo habitual en el deporte. Ciclismo, volleyball y otras muchas disciplinas tienen este año un mayor respaldo tecnológico.
La puntería controlada al milímetro
Según leemos en la web oficial de Río 2016, podremos conocer el estado de los atletas a tiempo real gracias a que nos mostrarán la frecuencia cardíaca de cada uno en el momento de disparar los arcos, aunque no concretan de qué wearable se trata (puede que aquí cada equipo pueda elegir el que quiera). Lo que sí podemos ver es el sistema que las dianas tienen para poder ver el acierto del disparo en décimas de segundo, mostrándolo en las pantallas con una precisión de 0,2 milímetros.
Explica Luiz Eduardo Almeida, encargado de la sección de tiro con arco, que este nuevo sistema es más rápido y preciso y que de este modo tanto el deportista como el espectador ve la puntuación automáticamente en el momento. Podemos verlo en el vídeo de las pruebas que ya han subido.
También explican que el sistema de controlar la puntería en el tiro deportivo ha mejorado desde que en Beijing se empezase a hacer de manera electrónica. La novedad que se aplicará aquí en Río es que se incorporará un láser para que la precisión de la puntuación de cada tiro sea mucho mayor.
Un GPS para controlarlos a todos sobre el agua
Las canoas llevarán un dispositivo que permitirá seguir a los espectadores tanto la trayectoria como la velocidad de cada una, como nos cuentan también desde la organización. Algo que más que para los atletas está enfocado a los espectadores, para que desde casa tengamos una visión más entretenida pudiendo ver las diferentes tácticas de los equipos.
Por su parte, el equipo de remo americano llevará además prendas diseñadas específicamente para ellos que además de ser ligeras y adaptables son antimicrobianas, según leíamos en Ars Technica. Un tejido que han desarrollado en la Universidad de Philadelphia compuesto de dos capas, una impermeable y otra que contiene el compuesto químico con el efecto antimicrobiano.
Esto es debido a que, según aseguraban Associated Press y otras fuentes, los análisis de las aguas donde se competirá mostraban que se sobrepasaban los niveles de contaminación en varios aspectos, como bacterias resistentes a antibióticos o la concentración de virus (aunque el Comité Olímpico Internacional mantiene que el agua es segura, también en cuestión de Zika). Aunque estas prendas antimicrobianas no serán suficientes si efectivamente existe tal contaminación, dado que en muchos casos los agentes patógenos se inhalan o son resistentes a los antimicrobianos.
La presencia de los wearables: más allá de las pulseras
Hasta el momento, la puntuación en taekwondo dependía exclusivamente de los jueces, y esto en ocasiones causaba quejas cuando había dudas de la eficacia y transparencia de los mismos. De ahí que pensasen en la "sinceridad" de los sensores y ya para Londres 2012 se introdujesen en las protecciones y con calcetines magnetizados. Ahora en Río se añaden además sensores a los cascos (por primera vez).
En cuanto al volleyball, cada miembro del equipo estadounidense irá acompañado de myVERT, un wearable diseñado para monitorizar saltos, tal cual. El dispositivo se coloca en la muñeca envía la información a un smartphone (por Bluetooth) cuando se sincronizan, contando los saltos y a qué altura llegan. Según explican de este modo hay una mejor prevención de las lesiones, así como una visión de la evolución y el rendimiento, porque que llevan usándolo desde 2014.
En cuanto al de ginmasia de este mismo país han recurrido a un wearable algo distinto en cuanto a su forma y a su propósito, según vemos en Business Insider. Dejando a un lado la monitorización, en este caso se trata de LumiWave, un dispositivo en forma de tira con varias placas de infrarrojos (50 LEDs en total) para que sea un complemento en la recuperación (la terapia de infrarrojos se usa en algunos tipos de lesiones de manera habitual, con el objetivo de acelerar el metabolismo de curación).
LEDs y pantallas sumergibles para no perder detalle ni perderse en natación
De nuevo aquí son los atletas estadounidenses los que al menos han mostrado o hablado de la tecnología con la que monitorizan su actividad. En el caso de Connor Jeager, Michael Phelps y Allison Schmitt usan desde hace tiempo WHOOP, un wearable que se acopla con una correa a la muñeca para controlar tanto la actividad deportiva como el sueño (eso sí, sólo para iPhone). Un dispositivo bastante exclusivo que de hecho no estaba a la venta para el público en general, ni tampoco está destinado para éste sólo viendo que cuesta 500 dólares.
Además de esto, el patrocino de BMW sirve para algo más que la publicidad. El fabricante de automóviles emplea en los nadadores una adaptación del sistema de seguimiento que implementa en sus coches autónomos llamado taillight solution, como recogen en TechCrunch.
Se basa justamente en eso, en unos LEDs que permiten seguir el movimiento de cada punto en el que se sitúan (muñecas, hombros, caderas, rodillas, tobillos y dedos de los pies) y una cámara acuática que registra los patrones. De hecho, estos LEDs son la mejora que incorporan para estos JJ.OO., porque ya empezaron a usar una versión previa del sistema en Londres '12.
Dos algoritmos son los responsables de la obtención y conversión de los datos, uno de ellos importado de los automóviles (usado para medir distancias al aparcar, activar la velocidad crucero, etc.) Las piezas están impresas en 3D y explica Peter Falt, director de diseño de BMW, que no suponen ninguna molestia para al atleta ni interfieren en su resultado.
Por otro lado, la organización también pone de su parte y los contadores también son electrónicos (en las disciplinas de natación que los requieren, 800 y 1.500m), si bien en esta ocasión los atletas verán cuántas piscinas les quedan en unos monitores instalados en el fondo de la piscina. El sistema se basa en la colocación de superficies sensibles al toque de cada nadador en la pared de la piscina, de modo que el contador registra una carrera más.
Esto se usa por primera vez en unas olimpiadas, aunque ya se probó en las competiciones de Qatar del pasado diciembre y en Kazan, en las cuales participaban Katie Ledecky y Becca Mann. Ambas hablaban en Swimming World Magazine de que el sistema les resultaba cómodo, si bien Sharon Van Rouwendaal explicaba que en ciertas ocasiones prefería no mirarlas por suponer un estrés (en las competiciones largas, 1500 metros).
Prendas impresas en 3D: el triunfo de la personalización
Desde hace mucho tiempo el diseño y la construcción son básicos en las competiciones de élite, ya lo vimos por ejemplo hace años cuando se empezó a cambiar el diseño de los cascos para ciclismo o hace poco la idea de usar el material alternativo al látex de los condones. La forma y los materiales son clave para mejorar el resultado y para la comodidad del deportista, y la impresión 3D ha sido algo determinante en la creación de prendas y accesorios, abriendo la posibilidad de personalizarlas al milímetro.
Hablamos de lo determinantes que son las pequeñas distancias o intervalos de tiempo, pero ¿en qué grado influyen en éstas las sensaciones del deportista? En un intento de ponernos en la piel de uno de los atletas de cualquier competición la tensión debe ser máxima en esos momentos así como el aumento de temperatura corporal, y es ahí donde Nike ha querido investigar para que el campeón olímpico en decatlón Ashton Eaton se sienta mejor y eso repercuta en su marca.
En esta ocasión la tecnología como tal es la que ha permitido la creación en sí, porque se trata de un casco diseñado específicamente para el deportista por parte del Nike Sports Research Lab (NSRL) para que su cabeza esté algo más fresca. ¿Cómo? Según explican el diseño de este PreCool Vest (algo que ya diseñaron en 2004 pero que han perfeccionado este año) las capas interiores retienen agua fresca de modo que la estructura refresca la cabeza.
Es decir, es el mismo fundamento que esos depósitos que congelamos para preservar la temperatura en las neveras portátiles o los geles de frío que nos colocamos para las lesiones, sumando el diseño, la construcción y una impresión 3D personalizada. Faltará ver si las buenas sensaciones ayudan a que Eaton logre un mejor resultado.
Lo que también han personalizado en esta casa son las zapatillas para correr. El calzado de Allyson Felix y Shelly-Anne Fraser-Price entre otros atletas es exclusivo en cuanto al usuario y al diseño de las suelas, ya que éstas tienen un patrón similar al de una colmena con algunas espinas. Según han estado viendo las espinas asisten en la realización de las pisadas y que impulsen el cuerpo hacia delante.
Innovando en las preparaciones
Algunas aplicaciones de la tecnología no las veremos en las competiciones, pero las han estado usando en los entrenamientos y en toda la preparación para la competición mundial. Quizás en el futuro ya las veamos en las olimpiadas, pero de momento los entrenamientos son una prueba tanto para éstas como para los atletas, que pueden requerir cierta adaptación, o bien en algunos casos son simplemente una ayuda para sobrellevar el esfuerzo y la presión.
El equipo estadounidense de ciclismo ha estado usando una especie de Google Glass
Así, la realidad aumentada hace también su aparición en la práctica de ciclismo profesional. Según recogió BBC, Los del equipo estadounidense han estado entrenando con gafas de realidad aumentada, la cual en este caso se usa para proporcionar una dosis de información extra gracias a sensores en la bicicleta para potencia, velocidad o revoluciones. Es decir, una especie de Google Glass pero ideadas específicamente para este deporte.
Se trata de las gafas SOLOS, que se comunican de manera inalámbrica con los sensores y cuyos datos se almacenan en el servicio en la nube que IBM tiene para esta tecnología. De este modo, los ciclistas saben la velocidad a la que corren sin mirar a otro lado ni perder de vista la pista. Eso sí, no podrán llevarlas durante los JJ.OO..
Los del equipo de lucha, por su parte, han recurrido a Brain.fm como asistencia al descanso y a centrarse. Se trata de un software que compone música específica para inducir a una mayor relajación o a aumentar la capacidad de atención, de manera personalizada y según las necesidades, avalado por un equipo entre los que figuran psicólogos y neurólogos.
Por su parte, el equipo alemán de vela ha trabajado con la compañía de software SAP desde el año 2011 para desarrollar un sistema que ayude en los entrenamientos. De cara a Río el reto era el oleaje de la bahía de Guanabara, de modo que la preparación se ha basado en la construcción de modelos virtuales de las condiciones recogiendo los datos reales de la localización. Más de 3.000 mediciones, según explicaba Markus Baur, jefe de tecnología en el equipo alemán, a BBC.
Otra tecnología a la que han recurrido en la preparación es Trackman, dispositivo que aúna radares y una cámara para controlar los lanzamientos de golf, aunque en este caso sirve para otra actividad. Da información de la posición y los ángulos además del tiro, conectándose inalámbricamente con ordenadores o dispositivos móviles. De ahí que en este caso sirviese también para el lanzamiento de peso, controlando tanto la fuerza como los ángulos de lanzamiento y sirviendo para monitorizar las prácticas del equipo estadounidense.
Imágenes | Nike, Universidad de Philadelphia
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