Los matemáticos lloran la desaparición de un fabricante de tizas

En las películas queda muy bien eso de que los científicos, físicos y matemáticos utilicen el cristal como pizarra para apuntar ideas, pero lo cierto es que al menos la comunidad matemática seguía encantada con las pizarras y las tizas de toda la vida. El problema es precisamente que las tizas de toda la vida, esas que los matemáticos consideraban las mejores del mundo, han dejado de existir.

Las fabricaba una empresa japonesa llamada Hagoromo Fulltouch Chalk, y era considerada "el Rolls Royce de las tizas". La empresa que llevaba en el mercado más de 80 años llegó a dominar el 30% del mercado japonés en este sector, pero sus responsables también exportaban sus cotizadas tizas a otros países. La reducción en ventas por las pizarras plásticas y las pantallas de ordenador ha provocado su retirada del mercado y el lamento de la comunidad matemática, que consideraba estas tizas como algo casi inspirador.

Las tizas de Hagoromo se caracterizaban por una cubierta exterior más plástica de lo normal -que entre otras cosas evitaba el engorro del polvo excesivo de algunas tizas- y presentaba un aspecto más grueso y resistente de lo normal. Los matemáticos que admiraban estas tizas las calificaban como objetos casi de ensueño, y de hecho una pequeña empresa llamada Ten by Ten de Oakland importaba grandes cantidades de Japón para venderla en Estados Unidos.

Y es que el uso de estas tizas y de pizarras tradicionales sigue siendo para muchos superior al de esas pizarras en las que se escribe con rotulador. Es mucho más difícil dejarlas limpias del todo, comentan los matemáticos, y además está el engorro de que uno nunca está seguro de cuándo dejarán de escribir los rotuladores, lo que puede llevar a que te encuentres sin recambio más fácilmente. Una empresa llamada Uma-jirushi ha comprado la tecnología de Hagoromo pero de momento su DC Chalk Deluxe no imita del todo a esa legendaria tiza. Veremos si la comunidad matemática se conforma con eso o esa excepcional tiza vuelve a la vida por otros caminos.

Vía | Gizmodo
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