En Japón, las casas abandonadas, conocidas como akiya, son una característica omnipresente del paisaje, especialmente en las zonas rurales. El fenómeno de las viviendas desocupadas y sin uso ha crecido de forma constante en las últimas décadas, y plantea preguntas sobre por qué estas propiedades son tan frecuentes y si ofrecen de verdad oportunidades viables para posibles compradores.
Si bien puede parecer sorprendente, la realidad es que el mercado de akiya se ha convertido en una parte integral del panorama inmobiliario del país y, de hecho, ciertas prefecturas han impulsado la venta de propiedades por el irrisorio precio de 100 yens (65 centavos de dólar). Pero no todo es como lo pintan innumerables videos en redes sociales que, básicamente, sugieren que cualquiera puede irse a vivir a una casa regalada.
Te presentamos aquí un análisis más detallado de los factores que contribuyen al aumento de las viviendas abandonadas, cómo navegar por el mercado y qué deben tener en cuenta los compradores.
Primero lo primero: ¿Qué es una akiya?
El término akiya se refiere a las propiedades abandonadas o vacantes, a menudo dejadas atrás debido a una variedad de circunstancias, incluida la muerte del propietario, dificultades financieras o falta de herederos.
Estas propiedades se pueden encontrar tanto en entornos urbanos como rurales en todo Japón, pero son especialmente comunes en las áreas más aisladas del país, conocidas como inaka.
Si bien algunas de estas casas pueden estar disponibles a precios sorprendentemente bajos, y es verdad que algunas incluso se entregan gratis, los compradores deben abordar estas oportunidades con precaución.
En 2023, un informe del gobierno reveló que Japón tiene más de 9 millones de viviendas abandonadas, una cifra asombrosa teniendo en cuenta el stock total de viviendas del país. Si se mantienen las tendencias actuales, un tercio de las propiedades residenciales de Japón podrían estar deshabitadas en 2030.
Este abandono masivo es particularmente pronunciado en las ciudades pequeñas, en donde se favorece un ciclo de abandono. En estas zonas, el declive de una propiedad a menudo lleva a que otras queden vacantes, lo que agrava el problema.
¿Por qué hay tantas casas abandonadas?
Varios factores contribuyen al alto número de viviendas vacías en todo Japón. Una razón importante es el envejecimiento de la población del país. Muchas propiedades son abandonadas cuando propietarios de avanzada edad fallecen y no hay herederos dispuestos o capaces de hacerse cargo. Esto es especialmente cierto en las zonas rurales, donde las generaciones más jóvenes a menudo se mudan a las ciudades más grandes para trabajar, dejando atrás hogares familiares que luego se deterioran.
Los factores culturales también influyen. En Japón, hay una fuerte preferencia por la novedad cuando se trata de casas. Las casas japonesas tradicionales a menudo se consideran indeseables debido a su infraestructura envejecida y diseños anticuados. Además, la carga financiera de mantener una propiedad antigua, especialmente si la casa está ubicada en un área rural, puede disuadir a los posibles herederos de asumir la responsabilidad.
Esto se ve agravado por el sistema de impuestos de sucesiones de Japón, que puede hacer que heredar una propiedad sea una propuesta costosa para las generaciones más jóvenes.
En muchos casos, las propiedades simplemente se abandonan porque el costo de mantenimiento se considera demasiado alto, especialmente cuando el terreno está lejos de la residencia principal del propietario. Además, en algunos casos, el verdadero propietario de una propiedad puede ser difícil de localizar, lo que dificulta la transferencia de la propiedad o la venta de la casa. El complejo estatus legal de estas casas abandonadas agrega otra capa de dificultad para los posibles compradores.
Así que el tema, que atrae el interés de muchos en las redes sociales, obliga a hacer una advertencia: si bien la perspectiva de comprar una casa abandonada a un precio bajo es tentadora, es importante comprender las posibles complicaciones involucradas.
Costos asociados
Un concepto erróneo común es que las propiedades akiya simplemente están esperando a ser recogidas por los cazadores de gangas. Muy al contrario, en la mayoría de los casos, comprar y renovar una casa abandonada puede ser un proceso complejo... y costoso.
En algunos casos, los compradores pueden enfrentar estipulaciones que requieren que vivan en la casa durante un período prolongado antes de que la propiedad pueda transferirse completamente a su nombre. Otros pueden verse obligados a alquilar la propiedad o asumir ciertas responsabilidades, como el mantenimiento del terreno que rodea la casa. Como lo explica un reporte de The Japan Times, para las personas que no están familiarizadas con los sistemas legales y de propiedad japoneses, estos términos pueden ser difíciles de navegar.
Es peor si las casas han estado abandonadas por largos periodos. Muchas de estas casas están en malas condiciones, con plomería obsoleta, sistemas eléctricos y daños estructurales. Si bien algunos gobiernos locales ofrecen subsidios para la renovación, estas subvenciones suelen ser limitadas y están sujetas a condiciones específicas, como garantizar que la renovación beneficie a la comunidad local. Además, a menudo hay muchos otros costos involucrados en la adquisición de una propiedad, incluidos los impuestos, las tarifas de registro y los gastos de administración.
En resumen, incluso si las propiedades aparecen listadas como “gratis”, el concepto de akiya tiene mucho de leyenda urbana. Los costos de adquirir y restaurar una de estas propiedades pueden acumularse rápidamente, lo que hace que en algunos casos sea más económico comprar una propiedad nueva.
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