La peor pesadilla de un proyecto Kickstarter: que en China fabriquen tu producto antes que tú

Kickstarter se ha destacado por ser la plataforma de crowdfunding por excelencia, incluso por encima de otros proyectos similares, debido a unos controles más estrictos que hacen que la tasa de fraudes sea menor. Sin embargo, en ocasiones los imitadores provenientes de china son más rápidos que los creadores originales de los productos.

Esto fue lo que ocurrió con el joven emprendedor Yekutiel Sherman, quien publicó a finales de 2015 un interesante proyecto en Kickstarter llamado Stikbox. Se trata de una carcasa para selfies dirigida a los usuarios de teléfonos Samsung y iPhone, que nos ahorra la molestia de cargar con el palito de selfie de un lugar a otro.

Además de proteger el dispositivo de golpes o caídas, Stikbox despliega un delgado bastón de aluminio de 72 centímetros de longitud, que nos sirve para tomar una selfie. Hasta este momento todo va bien, pero con lo que no contaba Sherman era con encontrar su producto en venta una semana después de lanzarlo al mercado, en el sitio web AliExpress. Esta es la historia.

Los fabricantes chinos se adelantaron a la idea

Sherman se convirtió en una víctima más de la velocidad de los imitadores de China. Mucho antes de haber encontrado una fábrica en el país asiático para hacer realidad su idea, los fabricantes chinos ya habían visto su idea en internet y decidieron ponerla en marcha cuanto antes. El emprendedor notó que además de ser plagiado, su creativo invento costaba solo 10 dólares, un valor muy por debajo de su precio de venta esperado que era cercano a los 47,41 dólares.

Desde luego esta situación desató la furia de sus patrocinadores, quienes le dijeron que al estar cobrando el doble de lo que cobraban los imitadores, tenían "serias dudas de que el producto final fuera a ser mejor que el de los imitadores".

¿Cómo defenderse frente a los imitadores?

El tema de las copias chinas ha llegado a afectar notablemente a diferentes emprendedores. Para hablar de un caso reciente vamos con Pressy, un botón personalizable para dispositivos móviles que triunfó en Kickstarter en 2013, pero que años después vio cómo Xiaomi lanzaba un dispositivo muy similar a un precio rompedor.

Se trata de Xiaomi Mi Click (o Mi Key), un pequeño dispositivo que tiene el mismo objetivo que Pressy, pero su precio es difícilmente batible. Mientras que en la web oficial de Pressy cada uno de estos botones auxiliares para dispositivos móviles cuesta 27 dólares, en el caso del Xiaomi Mi Click ese valor se reduce a apenas 2 dólares.

Pero no todo está perdido. Para que los emprendedores puedan defenderse de las copias fácilmente, podrían invertir en un software que complemente al hardware que han desarrollado. En otras palabras, podrían centrarse en crear productos que requieran ciertos conocimientos técnicos de fabricación, que no sean tan fáciles de imitar.

Para poner un ejemplo y sin irnos muy lejos, tenemos a Apple, que al fabricar su propio sistema operativo (iOS), hace que sus productos sean más difíciles de copiar, o al menos pueden conservar un poco más de su esencia, pues su software no está disponible para otros teléfonos o dispositivos diferentes al iPhone o al iPad.

La situación actual de Stikbox

Sherman estima que ha perdido cientos de miles de dólares en ingresos potenciales gracias a estos imitadores chinos, aunque para su consuelo todos los días se recuerda a sí mismo aquel refrán que dice que "la imitación es la forma más sincera de adulación".

Vía | Quartz

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