Desde la aprobación del Reglamento (UE) 2015/2283 del Parlamento Europeo y del Consejo, en relación a los nuevos alimentos, las posibilidades de incorporación a nuestra dieta se multiplicaban e iban mucho más allá de la carne y las verduras que solemos ver en los estantes de los supermercados. Para que algo pueda considerarse uno de estos nuevos alimentos la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha de dar su aprobación, y desde ahora la tiene el gusano de la harina.
En 2018 los insectos enteros pasaron a considerarse alimento en la Unión Europea y ya vimos que en ciertos países europeos no sólo había interés en ello, sino que tirando de normativas propias ya se estaban consumiendo. Ahora la EFSA ha concluido algunos estudios sobre esta especie que pasa a estar en la lista de alimentos seguros, aunque habrá que seguir haciendo investigaciones.
Preparado para la aprobación de la Unión Europea
Explica la EFSA que desde la nueva normativa de 2018 han recibido toneladas de propuestas para candidatos a "nuevos alimentos", incluyendo desde plantas hasta insectos, pasando por algas y algunos otros posibles productos. Lo que ahora han hecho público es su primera evaluación sobre un insecto como producto alimenticio, apoyando así la decisión de la Unión Europea y las legislaciones de cada Estado sobre la autorización de estos productos para el mercado.
El estudio que enlazan (o, mejor dicho, la opinión científica) es el que realizaron un grupo de investigadores sobre el gusano de la harina (Tenebrio molitor larva), explicando que aunque no todo el nitrógeno que contienen es asimilable o proteico sí es un alimento con una considerable proporción de proteínas y que es seguro.
Concluyen que "la composición del nuevo alimento [las larvas de T. molitor] no despierta preocupaciones sobre seguridad", si bien destacan que habría que seguir estudiando el alimento y que cabe recordar las posibles alergias que puede causar. Según estos investigadores, alérgenos como el gluten o las propias proteínas del gusano han de considerarse como posibles causantes de reacciones.
Además de esto, aunque como hemos comentado hay ya desde hace tiempo interés en el consumo de insectos (como ocurre en Bélgica) dentro de la UE, la EFSA recuerda que aún existe lo que denominan yuck factor (algo así como "factor de asco") derivado de factores socioculturales, por la cual aún hay cierto rechazo a considerarlo como alimento. Pero por su parte, la ciencia parece indicar que dejando a un lado esas sensaciones, son un alimento seguro según los estándares de la EFSA.
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