Cinco noticias tecnológicas que marcaron 2022: de Elon Musk comprando Twitter a la nueva era de la inteligencia artificial

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¡Pero qué año! El mundo no terminaba de sobreponerse a los meses de pandemia y cuarentena, cuando la idea de regresar a las oficinas causó olas en el paisaje tecnológico, la Unión Europea ordenó a todos los fabricantes de dispositivos tecnológicos adoptar el estándar USB-C, los trabajadores de una planta de Amazon lograron sindicalizarse, Facebook vio disminuir sus cifras de usuarios activos diarios por primera vez en su historia. Ah, y Netflix hizo lo impensable: poner comerciales en sus productos.

Escoger las noticias más importantes de la tecnología en 2022 no es una tarea sencilla. Casi a diario, nuevos avances en Edge Computing, computación cuántica, realidad virtual y en el despliegue de la 5G ocupaban los titulares.

¿No es merecedor de un puesto el telescopio espacial James Webb, que nos reveló las imágenes del universo más detalladas de la historia? ¿No lo es, acaso, el récord de Twitter en el Mundial, la condena a la fundadora de Theranos o la muerte de Stephen Wilhite, el creador del GIF? ¿No debería estar incluido el regreso de Xataka Colombia?

Por supuesto que sí. Pero todo ranking es inherentemente arbitrario y por eso, a continuación, presentamos las que para nosotros -y solo para nosotros- fueron las cinco noticias más importantes del mundo tecnológico en 2022 .

1.'Invierno' en el mundo cripto

La volatilidad en el mundo de las criptomonedas y los criptoactivos no es nada nuevo, y otras veces el paisaje tecnológico ha visto subidas y caídas pronunciadas. Sin embargo, lo ocurrido a partir del segundo trimestre de 2022 parece tener un tono distinto.

A comienzos del año, expertos de Silicon Valley no dudaban en pronosticar que el bitcoin terminaría 2022 con cotizaciones cercanas a los 250.000 dólares. Al momento de escribir este resumen, su precio no alcanza la décima parte de ese valor.

Las primeras señales de que no todo era color de rosa llegaron en mayo, con el colapso de terraUSD, y específicamente con la caída de UST, una stablecoin algorítmica que se suponía vinculada ‘uno a uno’ con el dólar. Su fracaso derribó a Luna, su hermana simbólica, y afectó a las empresas que usaban habitualmente a ambas criptomonedas, con firmas de muy alto perfil como Three Arrows Capital encaminadas a la bancarrota.

Luego vino el cierre, en noviembre, de FTX, uno de los intercambios de criptomonedas más grandes del mundo. Si bien es cierto que mucho de esa crisis es atribuible a lo que sería un fraude masivo, el colapso no pudo llegar en peor momento, pues terminó de minar la poca confianza que quedaba y causó ondas de choque que se sintieron y se sienten aún en toda la industria de las criptomonedas.

Bitcoin

Bitcoin ha caído alrededor del 75% desde que alcanzó su máximo histórico de casi 69.000 dólares en noviembre de 2021. En apenas algo más de un año, más de 2.000 millones de dólares se han evaporado del valor total del mercado de criptomonedas.

Por su parte, las ventas de NFT (activos digitales encriptados que llegaron a venderse por miles de dólares) cayeron bruscamente en el tercer trimestre, según el rastreador de blockchain DappRadar, y los inversores ya comenzaron a hablar de un "invierno criptográfico". Después de ser codiciados, precisamente por tratarse de propiedades altamente especulativas, la demanda por los activos digitales muestra pocas señales de vida.

4. La compra de Twitter

Por momentos, parecía que no iba a pasar. Luego de jugar con la idea por años y de expresarlo, apropiadamente, en Twitter, el hombre más rico del mundo hizo una oferta salvajemente por encima del precio de mercado por la popular pero nunca demasiado rentable red de microblogging. Luego cambió de opinión. Luego volvió a cambiar. Y eventualmente, a finales de octubre, puso su dinero -y el de varios bancos- y completó la adquisición más comentada del mundo tecnológico en 2022.

La transacción habría sido noticia en cualquier escenario, toda vez que no es común que un millonario con intereses en empresas como Tesla y SpaceX lance una oferta para comprar una de las marcas más conocidas del mundo de las redes sociales y convertirla una empresa privada. Pero es eso lo que hizo Elon Musk al completar el acuerdo para adquirir Twitter a su precio de oferta original de 54,2 dólares por acción, a un costo total de aproximadamente 44 mil millones de dólares.

Twitter

Pero si seguimos hablando de la compra dos meses después es por lo que vino a continuación: En apenas cosa de días, Musk despidió a docenas de empleados, incluyendo altos ejecutivos. Los despidos -y algunas renuncias- llegaron a representar más de la mitad del personal de la compañía.

El nuevo propietario hizo anuncios que luego fueron desmentidos, invitó a sus 122 millones de seguidores a votar por el partido Republicano, cambió el servicio de suscripción de la plataforma -Twitter Blue- y reactivó cuentas suspendidas como la del expresidente Donald Trump (que no aceptó regresar a Twitter) y la del rapero Kanye West, que fue suspendida de nuevo en cuestión de horas.

Aunque había dicho que ninguna decisión de fondo se tomaría sin pasar por un órgano consultivo, Musk comenzó a referir el proceso de toma de decisiones hacia encuestas de Twitter. Una de ellas se ocupó de preguntar si debería dejar de ser el CEO de la compañía. El SÍ ganó con el 57,5 por ciento de los más de 17 millones de votos.

En este punto, es difícil pronosticar qué va a suceder. Musk ha indicado que nombrará un reemplazo una vez consiga a “alguien tan tonto como para querer el trabajo”. Mientras tanto, ha vendido acciones de Tesla por valor de 23.000 millones de dólares, gran parte de ellas después de que se comprometió en abril a dejar de hacerlo, y el consiguiente descenso en el precio de dichas acciones es la causa de que ya no sea el hombre más rico del mundo.

3. La Guerra en Ucrania

La guerra entre Rusia y Ucrania tiene ramificaciones militares, políticas, económicas y, sobre todo, humanas, que por necesidad deberían ir primero en cualquier análisis. Pero también, cómo negarlo, ha causado olas en la industria tecnológica cuyos efectos solo podrán discernirse con el tiempo.

Una de esas olas está expresada en acciones de ciberactivismo, ciberguerra y ciberterrorismo. Anonymous, el grupo de hackers más conocido del mundo, declaró la guerra cibernética a Rusia y ha lanzado una variedad de ataques contra sitios del gobierno y los medios de ese país. A su vez, hackers rusos han dirigido sus acciones contra la infraestructura crítica de Ucrania.

Kiev pidió que los sitios rusos fueran aislados del resto de Internet y grandes tecnológicas como Twitter, Meta, YouTube y TikTok bloquearon los medios estatales rusos y las cuentas gubernamentales. Rusia, a su vez, bloqueó Facebook, Instagram y Twitter, pero no YouTube.

Casi todas las compañías tecnológicas más grandes han abandonado Rusia. Esto incluye a Airbnb, Apple, Amazon, Intel, Microsoft, Netflix, Nvidia, Samsung, Sony y Spotify.

Pero otra ola es el empleo directo de tecnología en el conflicto. Entre muchos recursos, se destaca el uso generalizado, más que en cualquier otro conflicto, de drones, desde los más sofisticados hasta los diseñados para fines recreativos. Más de 60 blancos rusos han sido destruidos por drones desde que comenzó la guerra.

Finalmente, otra de las empresas de Elon Musk, Space X, ha jugado un papel vital al proveer acceso a internet satelital a las tropas ucranianas.

2.‘El poder del sol en la palma de la mano’

A la 1:03 am del lunes 5 de diciembre, los investigadores de la Instalación Nacional de Ignición en Livermore, California, lograron algo que hasta entonces, no sabían si era posible: encendieron un proceso de fisión nuclear controlada que, por primera vez, produjo más energía  que la que se invirtió en encenderlo. Una explosión emergió de una cápsula de combustible del tamaño de un grano de pimienta cuando se calentó con un pulso láser.

Fision

El potencial de semejante hazaña no puede ser sobreestimado, pues en él reside la promesa de una fuente de energía limpia y potencialmente inagotable, que replica la manera en que funciona nada menos que el Sol.

1. Una nueva inteligencia

La inteligencia artificial ha venido avanzando a pasos agigantados, pero nunca había causado un impacto cultural tan marcado como en este año, cuando nombres como Dall-E, Stable Diffusion y ChatGPT acercaron al mundo al concepto de inteligencia artificial generativa.

Haciendo uso de modelos de aprendizaje automática, la IA generativa se concentra no en hallar una respuesta a las solicitudes, sino en crearla. De esta manera, puede ser empleada para crear dibujos o ilustraciones, escribir poemas o líneas de código y hasta generar videos o modelos 3D.

Dall-e

Pero aunque se hable de ellas como fórmulas mágicas, las aplicaciones de esta tecnología no son sino el siguiente paso en la evolución de la IA, y en particular de la manera en que los seres humanos se relacionan con ellas. Por encima del valor técnico -que sin duda tiene- un desarrollo como chatGPT, lo verdaderamente notable es el hecho de que más de un millón de personas haya hecho uso de su interfaz pública.

Un dato final: Elon Musk fue cofundador de OpenAI, la firma detrás de ChatGPT y DALL-E, pero renunció a la junta directiva en 2018.

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