El 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha significativa para reflexionar sobre el papel de las mujeres en el ámbito científico y para promover una mayor participación e inclusión en el mundo de la ciencia y la tecnología.
A pesar de que los datos muestran que niños y niñas tienen un rendimiento similar en ciencias y matemáticas, en Colombia persisten los estereotipos de género que desalientan a muchas niñas a seguir carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) señaló que esta falta de estímulo y las opciones limitadas de educación y desarrollo profesional contribuyen a la persistente brecha de género en la ciencia.
¿Cuál es la situación en Colombia?
Un estudio publicado en la revista PLoS One, liderado por Carolina Pardo, decana de la Facultad de Ciencias Naturales, y Andrea Paz de la Université de Montréal, expone la persistente subrepresentación de investigadoras en el ecosistema de investigación colombiano en las ciencias naturales.
A pesar de que en Colombia más mujeres que hombres cursan carreras de pregrado y maestría en ciencias naturales, las graduadas continúan enfrentando barreras significativas para consolidarse como investigadoras exitosas y reconocidas.
Este fenómeno, conocido como “tubería con fugas”, refleja la tendencia global de abandono de la carrera científica por parte de las mujeres a medida que avanzan en su formación y trayectoria profesional.
El estudio revela que, entre 2015 y 2019, las mujeres representaban la mayoría de los egresados en pregrado y maestría en Ciencias Naturales en Colombia, pero solo recibieron el 40% de las becas doctorales en esta área.
La situación se agrava a nivel postdoctoral, donde apenas el 36 por ciento de las becas fueron otorgadas a mujeres según la convocatoria de MinCiencias en 2021.
Es un fenómeno que señala Ximena Duque, presidenta ejecutiva de Fedesoft, quien indicó en charla con Xataka Colombia que uno de los mayores retos ha sido la transición de la mujer de un perfil técnico a un rol de liderazgo estratégico.
“Tuve que enfrentar el síndrome del impostor, esa sensación de duda sobre si realmente estaba preparada para el cargo. Sin embargo, con el tiempo y a través de mis acciones, fui demostrando mi capacidad, ganando confianza y consolidando mi liderazgo. Esta experiencia me reafirmó la importancia de creer en nosotras mismas, empoderarnos y generar valor en la industria tecnológica”, señaló.
Duque, que por más de 35 años ha trabajado por el fortalecimiento del ecosistema tecnológico del país, hizo un llamado a niñas y jóvenes interesadas en la ciencia y la tecnología, para que no duden en involucrarse en un sector en el que, dijo, las mujeres tienen un papel clave.
“Quiero invitarlas a conocer este mundo maravilloso. Aquí tenemos un lugar, porque somos innovadoras, creadoras y capaces de hacer muchas cosas al mismo tiempo. Además, nuestras habilidades de comunicación, servicio e interacción nos permiten aportar de manera única”, afirmó.
Desde Fedesoft se han impulsado iniciativas para fomentar la participación femenina en la industria, como el Concurso Nacional de Programación, cuya convocatoria inicia el próximo 20 de febrero. Mediante este espacio, equipos de niñas y colegios podrán desarrollar soluciones tecnológicas para problemas locales, con el apoyo de un proceso de formación especializado.
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