Febrero llegó, para los bogotanos, con la novedad de que el agua que sale por grifos y duchas ha adquirido por estos días una innegable tonalidad amarilla. Esto causó una explicable preocupación entre muchos usuarios, que se volcaron a las redes sociales para pedir una explicación.
Conscientes de que el tema es sensible, las autoridades distritales le salieron al paso a la polémica para garantizar que sí, que a pesar de su color, el agüita amarilla es perfectamente apta para el consumo.
En un trino en su cuenta de X (antes, Twitter), el Acueducto Distrital señaló que como parte de obras de adecuación y preparación del sistema se han realizado movimientos de redes que pueden causar un cambio en el color del agua que llega a las casas.
Enfatizó, sin embargo, que dichas obras son indispensables para preparar a la ciudad para enfrentar los inminentes efectos del fenómeno de El Niño.
La Secretaría de Salud dijo que se tomaron más de 170 pruebas del agua en puntos seleccionados de la ciudad. Tras someterlas a las pruebas de rigor, se halló que en todos los casos el líquido es seguro para las personas.
Entonces, ¿qué hacer si el agua sale amarilla?
A sabiendas de que sigue siendo potable, lo que sugieren las autoridades ante la presencia del líquido amarillento es dejarlo correr por algunos segundos. En la mayoría de los casos, eso debería solucionar el problema.
Si no es así, y el tema persiste, o si además del color notas un olor inusual, debes comunicarte con la línea 116 y reportar el incidente.
El acueducto indicó que, a lo largo de la semana, ordenará abrir hidrantes en puntos estratégicos de la ciudad para ‘purgar’ el agua con coloración inusual de las redes afectadas.