Reseña Samsung Music Frame: un altavoz elegante en el que lo que se destaca es el audio, como debe ser

A primera vista, el Music Frame de Samsung puede parecer un marco de fotos digital. Salgamos de una vez del asunto: no lo es. Aunque su nombre evoque a una línea de televisores que se ‘camufla’ como obras de arte, en este dispositivo no hay una pantalla o un display por la simple razón de que este no es un televisor.

No, el Music Frame es parte de una insigne línea de parlantes y por eso su función va mucho más allá de mostrar tus fotos favoritas. Y por 1.200.000 de pesos en Colombia, más vale que lo haga.

La razón que justifica el nombre, entonces, no es la pantalla, sino el ’camuflaje’. El Music Frame de Samsung fue diseñado para mezclarse con la decoración mientras ofrece un notable rendimiento de audio. En eso, triunfa decididamente.

Esto pasa porque, a pesar de su tamaño de 13 x 13 pulgadas, el Music Frame logra ser considerablemente más discreto que los marcos de fotos digitales típicos, que a menudo llaman la atención en donde se pongan. En ese sentido, es más un camaleón, al estilo de la familia Symfonisk de IKEA y Sonos.

Un decorador hábil hará uso del soporte de pared integrado y ubicará el Music Frame entre piezas de decoración similares. Cualquiera que entre a ese espacio tendrá problema para ubicar la fuente del sonido porque no parece creíble que provenga de uno de los cuadros.

Y es que hablamos de una considerable potencia de sonido, que solo aumenta si se hace uso de la función Q-Symphony, para enlazar el Music Frame a un televisor, una barra de sonido... o a otros Music Frame.

Conectividad versátil

En lo que atañe a conectividad, el Music Frame es compatible con Bluetooth, Apple AirPlay, Spotify Connect y Chromecast. Esto abre la puerta la transmisión de audio de alta resolución, ya que Chromecast admite hasta 24 bits/96 kHz, en comparación con los 16 bits/44,1 kHz de AirPlay. Además, funciona como un altavoz inteligente Amazon Alexa.

Dado que no estaba en plan de abrirle huecos a la pared para poner un parlante que iba a devolver en 8 días, para las pruebas usé la base metálica, también incluida en la caja.

Con un peso de 4,2 kilos, hay que asegurarse bien de donde ubicarlo, porque no sirve cualquier repisa. Y, pese a que el audio es inalámbrico, el aparato no, porque siempre va a necesitar un cable de corriente.

Pero pese a todas estas consideraciones, la instalación en sí no es cosa del otro mundo y el Music Frame honra la marca que lleva haciendo que conectarlo al ecosistema SmartThings sea cosa de accionar un par de menús.

Se echa de menos, eso sí, la existencia de una app dedicada para controlar la reproducción. En lugar de eso, Samsung optó por dejar todo en manos de la app SmartThings, que aunque funcional, no fue diseñada para eso. Hazte a la idea de que para poner cualquier cosa vas a tener que transmitir desde aplicaciones de terceros como Apple Music o Spotify.

Pero, bueno, al final lo que quieres saber es qué tal suena, ¿no? En ese apartado me alegra decir que no hay queja. El sonido es tan claro y tan potente como puedes esperar de una conexión inalámbrica a un teléfono.

Esto es todavía más apreciable al reproducir tonos graves, porque es ahí donde el Music Frame se acuerda de que tiene dos subwoofers traseros (además de dos tweeters y dos controladores de rango medio). Y si de verdad quieres verlo brillar, prueba su compatibilidad con Dolby Atmos Music.

Estas son las especificaciones del Samsung Music Frame:

En resumen, el Samsung Music Frame es más que una elegante pantalla de fotos. Es lo que se propone ser: un altavoz capaz y de alto rendimiento que se integra bien con las configuraciones de audio propias de la era móvil. Si estás buscando eso, pero además apreciarías que el dispositivo se camufle entre la estética de una decoración moderna sin sacrificar su calidad de sonido superior, definitivamente vale la pena considerarlo.