Hay tanto qué analizar en la letra de "Shakira: Bzrp Music Sessions, Vol. 53", la colaboración de la estrella colombiana y el productor argentino Bizarrap: el tono desparpajado, las puyas al nombre de ‘la otra’, la maestría para hallar palabras que rimen con ‘Pique’… Pero, por razones insondables, Shakira eligió usar como ejemplo de un mal cambio a Casio, una marca que, en absoluto, puede ser usada como sinónimo de mala calidad. Vamos a hablar de por qué.
Lo primero es decir que Casio ha hecho, a lo largo de sus casi 80 años, un impresionante listado de productos con un lugar incontestable en la Historia: la primera calculadora compacta eléctrica portátil, el teclado musical Casiotone, el primer sintetizador profesional y la primera calculadora gráfica llevan el nombre de la compañía.
Volviendo a la canción, la letra en cuestión pone a Shakira a decir: “Yo valgo por dos de 22. Cambiaste un Ferrari por un Twingo. Cambiaste un Rolex por un Casio”.
No le corresponde a este medio debatir la equivalencia entre los 45 años de Shakira y “dos de 22”, ni es el propósito de esta nota analizar Ferraris o Twingos, pero la construcción de la frase deja claro que la compositora considera un intercambio desventajoso el de un Rolex por un Casio y eso podrá ser evidente desde aspectos como el precio, pero no necesariamente desde el punto de vista de tener un reloj preciso a la hora de… bueno, de dar la hora.
Pioneros del reloj digital
Casio fue la primera fabricante en tener éxito a la hora de ensamblar relojes electrónicos confiables y asequibles, lo que combinado con la entrada de los relojes de pulsera al universo de la moda, los convirtió en accesorios convenientes pero no superfluos.
La firma fue pionera en la producción en masa de relojes de cuarzo, que se alimentaban con baterías y garantizaban precisión absoluta. La tecnología que los hace posibles se basa en el uso de una pieza de cuarzo que genera impulsos eléctricos a intervalos regulares que permiten la medición del tiempo
De hecho, al impacto de la tecnología quartz se atribuye, en parte, la reinvención de la industria de relojes suizos, que vio el avance fenomenal de las relojeras japonesas -como Casio- y lanzó en respuesta la exitosísima línea Swatch, que no era otra cosa que un reloj de cuarzo de 51 piezas empaquetado en una caja a la vez elegante y asequible.
Pero fue Casio quien trazó el camino con el innovador Casiotron, un reloj con calendario automático, incluyendo día del mes y años bisiestos. Concedido, es algo que suena trivial en una era de relojes inteligentes, pero en los setenta, era un nuevo tipo de magia y por eso dominó las ventas en gran parte del mundo.
Como si fuera poco, los Casio se hicieron una merecida fama de resistencia y durabilidad. De hecho, sus relojes eran tan precisos y resistentes que pasaron la barrera de las generaciones, de padres a hijos y de abuelos a nietos. Irónico como es que se le haya puesto como ejemplo de menor calidad, lo es todavía más que se haya obviado que, para muchas personas, Casio es sinónimo de “para toda la vida”.
Tantos modelos...
A lo largo de las décadas, hay varios modelos de relojes Casio que se merecen el calificativo de clásicos. Ya sea el A700, que con apenas 6mm de grosor no fue nunca el más económico sí compite por el título del más delgado, o el Royale, cuyo nombre es un chiste a James Bond, que por obligaciones contractuales apareció en una película -Casino Royale, de 1967- usando un reloj Seiko.
En Colombia, miles habrán de recordar el F-91W, probablemente el reloj digital más popular de todos los tiempos. Al escribir esto pensaba que este reloj debería estar en un museo. Y, ¿saben qué? Lo está.
Pero la innovación de la marca iba más allá de dar la hora y por eso le dio para ofrecernos el CA-53W-1Z, un reloj de pulsera que era, al mismo tiempo, era una calculadora. Si no lo tuviste, acéptalo, lo deseabas, en particular después de que fue usado por Marty McFly en Volver al futuro.
Y cuando el pasado quedó en el pasado, Casio se reinventó para ofrecer relojes más aptos para los nuevos tiempos. Sin duda, su mayor éxito ha sido la línea G-Shock, más resistente y robusta, que para muchos sentó las bases de los relojes más modernos, pero el catálogo actual tiene modelos para deportistas, aventureros, exploradores y hasta algunos diseñados para uso militar. Los modelos más sofisticados se conectan al smartphone y ajustan la hora cada medianoche al tiempo oficial del reloj atómico del Tío Sam.
Entonces, de vuelta a Shakira, no queda bien poner a Casio en el cajón de abajo por ningún otro pecado que el ofrecer sus productos a un bajo precio.
Pero si ese es el problema, valga recordar que de hecho existe una edición limitada, el G-Shock Gold 18K, que como su nombre sugiere está hecho de oro de 18 kilates y del que cada una de las 35 unidades fabricadas se vendió por alrededor de 70.000 dólares.
La marca, como sea, parece haberlo tomado con humor, con publicaciones en sus redes sociales, como esta, de su cuenta oficial en España:
O como esta, que no es oficial, pero se declara orgullosamente colombiana.
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