Lo dice la sabiduría popular: estar sentado es malo para el corazón. Y como lo dice la sabiduría popular, las oficinas se llenaron de escritorios habilitados para que los entusiastas de la salud cardiopulmonar pudieran trabajar de pie.
Bueno, resulta que la sabiduría popular podría no tener todas las respuestas.
Así lo sugiere un estudio de una universidad europea según el, contrariamente a la creencia más generalizada, estar sentado durante parte de la jornada laboral podría ser mejor para la presión arterial que estar de pie o en movimiento todo el día.
Este sorprendente hallazgo añade peso a lo que los científicos han denominado "la paradoja de la actividad física". En palabras simples, no toda la actividad física es igual y el movimiento ocupacional no siempre proporciona los mismos beneficios para la salud que el ejercicio en el tiempo libre.
La ciencia detrás del estudio
Los investigadores de la Universidad de Turku, en Finlandia, realizaron un estudio en 156 trabajadores de edad avanzada -en promedio, la edad los sujetos era de 62 años- para explorar cómo los diferentes tipos de movimiento afectan la presión arterial.
Los participantes usaron acelerómetros adheridos a sus muslos para rastrear sus movimientos a lo largo del día, junto con monitores de presión arterial que tomaban lecturas cada 30 minutos.
Según relató Jooa Norha, líder del estudio, los acelerómetros clasificaron la actividad en cuatro tipos distintos: comportamiento sedentario, estar de pie, actividad física ligera (como caminar lentamente) y actividad física de moderada a vigorosa (como caminar a paso ligero o subir escaleras).
Sobra decir: los resultados no fueron lo que se esperaba. Los trabajadores que pasaban más tiempo sentados en el trabajo tenían más baja su presión arterial diastólica (el número inferior en una lectura de presión arterial) medida durante 24 horas y por la noche.
Por el contrario, los empleados que pasaban más tiempo de pie durante el día tenían una presión arterial diastólica diurna más alta, y los que realizaban actividad física ligera de hecho mostraban patrones de presión arterial menos favorables, especialmente por la noche, cuando la presión arterial desciende naturalmente durante el sueño.
Curiosamente, la actividad física de moderada a vigorosa no mostró ningún efecto significativo sobre la presión arterial en ningún entorno, ya sea en el trabajo, durante el ocio o en los días libres.
¿Qué significa esto para tu salud?
Aunque los hallazgos son intrigantes, el estudio tiene algunas limitaciones y todos haríamos bien en no salir corriendo a buscar poltronas para nuestras oficinas.
Por un lado, las participantes en el estudio eran en su mayoría mujeres con trabajos no manuales, de escritorio, lo que deja abierta la puerta para que los resultados puedan no aplicarse a los trabajadores en ocupaciones más exigentes físicamente.
Además, el diseño transversal del estudio no permite a los investigadores determinar si el comportamiento sedentario causa una presión arterial más baja o si las personas con una presión arterial naturalmente más baja simplemente son más propensas a sentarse durante períodos más largos.
Los investigadores también utilizaron acelerómetros montados en los muslos, que no podían capturar ciertas actividades como levantar objetos u otras formas de ejercicio de resistencia. Y dado que la presión arterial solo se midió en los días laborables, no está claro cómo estos patrones podrían diferir en los días libres o durante los fines de semana.
Entonces, ¿debería sentarme más?
Eso es lo interesante. Independientemente del crédito que des a los resultados del estudio finlandés, su principal aporte es algo de… perspectiva.
No quiere decir que estar sentado durante largos períodos sea la respuesta. La conclusión clave es que no todas las formas de actividad son iguales cuando se trata de resultados de salud.
El estudio sugiere que la actividad en el lugar de trabajo puede no ser tan beneficiosa como se pensaba anteriormente, pero la actividad física en el tiempo libre sigue siendo crucial para la salud del corazón. Eso no ha cambiado.
Es solo que, si bien los escritorios de pie y las reuniones caminando a menudo se promueven como alternativas más saludables a estar sentado, esta investigación sugiere que demasiada actividad de pie o de baja intensidad durante la jornada laboral podría no ofrecer los beneficios de la presión arterial que esperamos.
En cambio, los estudios muestran consistentemente que el ejercicio fuera de las horas de trabajo tiene beneficios significativos a largo plazo, particularmente para la presión arterial, el control del peso y el riesgo cardiovascular general.
A la luz de esto, los expertos recomiendan encontrar un equilibrio. "Un escritorio de pie puede proporcionar un buen cambio con respecto a estar sentado", dice Norha, "pero estar demasiado tiempo de pie puede ser perjudicial".
Un mejor enfoque, aconseja, es romper los largos períodos de estar sentado con caminatas cortas o períodos de estar sentado a lo largo del día. Estos pequeños cambios pueden ayudar a proteger su corazón sin la tensión de estar de pie todo el día.
- Imagen de portada: Pexels.
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