Y la pregunta no es si lleva razón (que también), sino el precio de esa responsabilidad. Entre el 74 y el 86, alguien cometió 50 violaciones y 12 brutales asesinatos en el norte del estado del California. Luego desapareció. Se le llamó de muchas formas, pero el sobrenombre más conocido fue el asesino del Golden State.
Más de 30 años después, el 25 de abril de 2018, Joseph James DeAngelo, un expolicía de 72 años fue arrestado y acusado de ser la persona que estaba detrás de esa oleada de crímenes salvajes. Y todo gracias a un sitio web de genealogía.
Los investigadores, usando varias bases de datos de genealogía de libre acceso, identificaron a un familiar de DeAngelo y, tirando del hilo, llegaron hasta él. Es solo uno más del largo rosario de casos que se han resuelto desde que Colin Pitchfork fuera condenado a 22 de enero de 1988 por una prueba de ADN. Pero esto no ha hecho más que empezar: ¿Es "responsabilidad moral" de las empresas de análisis genético colaborar con la policía?
Hay empresas que creen que sí (y lo están haciendo)
Begin your DNA journey... a la cárcel
FamilyTreeDNA A principios de año, BuzzFeedNews desveló que una de las mayores empresas de pruebas genéticas estaba trabajando con el FBI y había puesto su base de datos genéticos a disposición de sus agentes para investigar casos de delitos violentos. Fue un escándalo, claro.
Como se ve en el caso del asesino del Golden State, las policías de medio mundo llevan usando bases abiertas de genealogía durante años, pero hasta ese momento no se sabía de ninguna empresa que colaborara voluntariamente con las autoridades para poner a su disposición los datos genéticos de sus clientes.
Sí... Con el escándalo, FamilyTreeDNA cambió sus normas y habilitó una opción que permitía a los clientes bloquear el acceso a sus datos por parte del FBI. "Los usuarios tendrán la posibilidad de optar por no mostrarse en coincidencias relacionadas con cuentas creadas para identificar los restos de un individuo fallecido, el autor de un homicidio o esclarecer una agresión sexual", dijo la compañía en aquel momento.
...pero no Sin embargo, la empresa parece que no lo tiene claro y a sacado una campaña de comunicación que bajo el lema "Las familias quieren saber" dan la voz a víctimas de secuestros y asesinatos para convencer a todo el mundo de que compartir la información genética es una obligación moral.
Responsabilidad moral. “Hay más ADN disponible en las escenas de un crimen que cualquier otra evidencia. Si eres una de los millones de personas que se han realizado una prueba de ADN, su ayuda puede proporcionar el enlace faltante”, explicaban. Y el propio CEO señalaba que, desde su punto de vista, "si FamilyTreeDNA puede ayudar a prevenir delitos violentos, salvar vidas o dar un cierre a las familias, creemos que la compañía tiene la responsabilidad moral de hacerlo".
La cuestión de la privacidad. El caso de FamilyTreeDNA pone encima de la mesa una enorme cantidad de problemas relacionados con el ADN que no hemos sido capaces de resolver. Lo cierto es que, más allá de las empresas privadas, las webs genealógicas en abierto ya permiten identificar a la mitad de los norteamericanos.
Es decir, es probable que el ADN suficiente para identificarte ya esté en internet aunque no quieras (o va a estar en breve). Y la situación legal, social y ética que todo esto plantea es, cuando menos, peliaguda. ¿En qué lugar deja esto los derechos de los individuos? ¿Es sensación mía o siempre volvemos al eterno debate de seguridad frente a privacidad?