CVS-Pharmacy es parte del paisaje norteamericano. Con casi 10.000 establecimientos, decenas de miles de empleados y una facturación de 184.000 millones de dólares, se trata de la cadena de farmacias más grande de Estados Unidos. Una cadena de farmacias que acaba de ser demanda por vender homeopatía de forma fraudulenta.
Tras la demanda está el Center for Inquiry (CFI), una de las grandes organizaciones escépticas del mundo que se dedicada a "promover la ciencia, la razón, la libertad de investigación y los valores humanistas". Es decir, estamos ante una batalla judicial que puede definir el futuro de la comercialización en Estados Unidos (y abrir la puerta a la vía judicial contra las pseudociencias).
Una demanda tras muchos intentos de negociación
En los últimos años, tanto la FTC (Comisión Federal del Comercio) como la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) han manifestado su intención de volverse más estrictos con la homeopatía que se comercializa en suelo norteamericano. Su planteamiento no deja lugar a demasiadas dudas: cualquier compañía que alegue que sus productos tienen efectos sobre la salud debe aportar “evidencia científica competente y confiable”.
A juicio del CFI, CVS no lo hace. Tras el cambio de postura de la FTC y la FDA, el CFI hizo una ronda de contactos con distintas cadenas de farmacias y supermercados para que se ajustaran a la normativa. Sin embargo, desde CVS no respondieron.
La cuestión es si las estrategias comerciales que inducen a la confusión pueden considerarse fraude
Solo lo hicieron cuando el CFI presentó una demanda a la Oficina de Protección de Consumidores de Washington. La respuesta fue: “podemos venderlo porque es legal”. El problema es que esa no es la cuestión.
La cuestión que lleva el CFI a los tribunales es si la forma en la que se están comercializando esos productos inducen a la confusión. El CFI sostiene que la forma de comercializar estos productos está pensada para anular los mensajes de 'falta de evidencia' que muchos productos están obligados a poner en sus envases.
Según explican, la cadena coloca los productos homeopáticos junto a tratamientos validados o los ordena en su web comercial según las enfermedades que podrían remediar (algo que no está demostrado). Según el CFI, esta forma de comercializar los remedios pseudocientíficos es deliberadamente confusa y va contra la normativa.
La vía judicial en España
¿Es posible seguir esta línea de trabajo contra la pseudociencia en España? "La ley reserva generalmente este tipo de acciones a las asociaciones de consumidores, las empresas de la competencia o los consumidores directamente afectados", nos dice Fernando Frías, abogado y uno de los mayores expertos en pseudociencias del país.
De hecho, "alguna vez hemos colaborado con alguna asociación de consumidores y se ha planteado hacerlo también en este tema, pero el procedimiento es tan lento y las sanciones tan tardías y tan ridículas que no merece la pena", nos explica. No obstante, el movimiento escéptico no descarta seguir este camino.
En el caso de las farmacias, no sólo se puede, sino que se ha planteado y se han iniciado los trámites para demandas similares a la que vemos ahora. Sin embargo, como nos dice Frías, la oposición del Ministerio y de la AEMPS ha sido grande. "La semana pasada el Consejo de Transparencia nos dio la razón y ordenó a la AEMPS que nos facilitara la información", explica.
No obstante, el cambio de Gobierno y la nueva posición de este con respecto a la homeopatía han hecho que las distintas iniciativas se replanteen las estrategias. Es decir, los próximos meses (y las acciones del Gobierno) serán fundamentales para el futuro de esta lucha judicial contra la homeopatía.