La semana que viene, Nectome hará su presentación en sociedad. Como parte del programa de aceleración de Y Combinator, Robert McIntyre y Michael McCanna tendrán dos minutos para ‘vender’ su idea: un sistema embalsamamiento capaz de preservar un cuerpo humano durante años. Cerebro incluido.
No es broma: el año pasado ganaron, la Brain Preservation Foundation reconoció el trabajo de McIntyre por preservar, con una precisión sorprendente, el cerebro de un cerdo. Solo hay un problema: para que el método funcione se necesitan que el cerebro esté fresco.
Un inquietante paso adelante en la criogenia
Con el apoyo de las ayudas de investigación del gobierno norteamericano y en el centro de Silicon Valley, Nectome está levantando muchísima expectación. A día de hoy, y pese a que el sistema es tremendamente experimental, ya hay 25 personas que han pagado 10.000 dólares para ponerse en lista de espera.
¿Cómo funciona? Tenemos pocos detalles: Según explica el MIT Technology Review, su idea es iniciar el proceso de embalsamado mientras los pacientes terminales aún están vivos. Para ello, han estudiado la legislación de suicidio asistido de California y están convencidos de que sería legalmente posible.
Al menos 25 personas ya han pagado los 10.000 dólares necesarios para formar parte de la lista de espera.
Intentarlo, lo estan intentando en serio. Pero eso no los ha frenado: en febrero, hicieron la primera prueba en un laboratorio de Oregón. Usaron el cádaver de una anciana e iniciaron el proceso dos horas y media después de su muerte.
Sin lugar a dudas, el planteamiento es inquietante. Sobre todo, porque por muy bien que logren hacer el proceso de preservación del cerebro, nada garantiza que servirá de algo.